Resulta raro, que te homenajeen por el peor día de tu vida». (Billy Lynn)
Sin duda alguna Billy Lynn cuenta con una pionera tecnología en el “nuevo cine” de Ang Lee, con la que nos ofrece con esta nueva tecnología una experiencia absorbente ideada para permitirnos experimentar a fondo el viaje tanto emocional, físico y espiritual de Billy Lynn de una forma personal que lo abarca todo de una manera profunda.
Hasta el punto en el que es fácil olvidar que debajo de la magia de esta tecnología encontramos una película real. Actuando como un contraste aún mayor es el hecho de que la historia de esta película se centra en el punto de vista de un joven que en plena campaña en el extranjero mantiene su corazón y su mente junto a su familia en su hogar. Sin embargo, después de todos los premios y demás recibidos la última película de Ang Lee ha acumulado, la película nos ofrece un extenso análisis del espíritu humano y como abordamos o nos enfrentamos a las circunstancias más extremas.
Billy Lynn (Joe Alwyn) regresa a Estados Unidos de su despliegue en Irak para celebrar un Tour de la Victoria junto al resto de sus compañeros de la unidad Los Bravos (Escuadrón Bravo) mientras son exhibidos y aclamados como héroes por los Estados Unidos. Esta gira, pretende celebrar el heroísmo de este escuadrón después de sobrevivir a una misión, con la idea de impulsar la moral de la guerra, así como la posible venta de esta historia para convertirla en una película, explotando a los bravos con fines promocionales. Centrándose en la ultima parada de su gira, un homenaje por todo lo alto durante el descanso de un partido de fútbol americano el día de Acción de Gracias en Texas, y es cuando Billy se cuestiona su pasado, presente y futuro, ya que recuerda lo que ocurrió aquel día y trata de averiguar que viene después con su incierto futuro, ya que volverán a ser desplegados después de este Tour.
Si pensabas que Billy Lynn iba a ser la típica historia que nos sumerge en ese sentimentalismo patriótico, entonces siento decirte que te equivocas. Esta adaptación de la novela publicada en 2012 y escrita por Ben Fountain examina la guerra de Irak en sus primeros días como telón de fondo allá en 2004, con cierto fondo de sátira política y recuerda una época en que la guerra era más popular y eran enviados para combatir a sus enemigos a cualquier precio. Puede que en toda esta ecuación en la historia se haya decidido incluir el tema de las películas de Hollywood, añadiendo cierto enfoque “cómico” a la película, ya que Chris Tucker interpreta a Albert, un agente que trata de conseguir los derechos de la historia de Los Bravos para realizar una película, pero se queda sin tiempo, con lo que la tarea de Albert es tratar de recrear la historia para una película, pero demuestra que a veces las películas no siempre muestran la historia correcta y tratan injustamente a sus protagonistas.
No pretendo decir con esto de que Billy Lynn no sea capaz de ser una película con corazón, porque sin duda, esta historia de Billy Lynn es llevada a cabo por el debutante Joe Alwyn, que es capaz de esforzarse y ofrecer una experta interpretación, vendiéndonos la historia de Billy Lynn con todo su corazón y alma. Sobre todo y en particular, como podemos apreciar en las escenas de Alwyn con los co-protagonistas; Vin Diesel y Garrett Hedlund, momentos particulares que nos muestra algunos de los momentos más importantes de este viaje junto a estos dos actores y de la química que desprenden. Además podemos apreciar que tanto como Alwyn como con el resto de Bravos; Arturo Castro, Joe Alwyn, Mason Lee, Brian “Astro” Bradley, Beau Knapp y Barney Harris nos muestran lo mucho que se han unido, y esta tropa de actores forman sin duda un gran equipo y resuelven de forma eficaz el hecho de dar vida a estos excitantes personajes.
Mientras que cada uno de los elementos que componen Billy Lynn haciendo que funcione como una pieza única, puede que encontremos algunas piezas que parecen no encajar tanto como otras. Si te has leído la novela de Fountain, parece que los personajes de la hermana de Billy, Kathryn (Kristen Stewart) y su “chica” Faison (Makenzie Leigh) cuentan con mayor desarrollo que la película. No con ello esté diciendo que ambos papeles no cuenten con todo su potencial interpretativo ni mucho menos, pero si es verdad de que en la novela cuentan con mayor importancia aquí no la tengan como otros aspectos de la novela, pero estamos acostumbrados y supongo que es lo malo de las adaptaciones, que no siempre suelen ser tan fáciles de trasladar a la gran pantalla, aún así bien jugado.
Sobre la banda sonora de Jeff Danna y Mychael Danna comentaré que pasa casi desapercibido, salvo en la parte final de la película, donde gana mayor protagonismo, hasta el momento solo acompañaba de forma discreta la historia de Lynn, no con ello esté diciendo que sea malo, ya que por lo visto en esta ocasión Lee no necesita apoyarse con la música para transmitir esos sentimientos y emociones.
Ang Lee ha aprovechado la psique y la moral estadounidense de hace más de una década, para producir una película que emplea el pasado para enseñarnos sobre nuestro presente, como una lección moral. Mientras que la guerra de Irak era real, y la gente se preguntaba ¿que era estar allí? ¿como es el enemigo? otros se planteaban esa guerra, pero los que de verdad sufrían silenciosamente ese daño eran las tropas desplegadas, alejados de su familia y alejados de su hogar y al igual que la historia de los Bravos, esta ofrece una historia fugaz que con el tiempo será olvidada, al igual que esos soldados injustamente tratados en su país.