Por fin, doce meses después del estreno de El Hobbit Un Viaje Inesperado y el recelo de muchos espectadores, fans y especialistas sobre la forma de dividir en tres partes una de las joyas de la literatura fantástica escrita por J.R.R. Tolkien.
Llegó a nuestras salas en forma de expectación, aunque para ser sinceros es toda una prueba de fuego, ya que en la historia hay muchos cambios argumentales en comparación con la trama original.
En cuanto a la narración, después de una especie de flashbackque nos devuelve por un segundo a Bree , volvemos a situarnos en el punto de partida con Bilbo Bolsón, Gandalf El Gris y la compañía de los trece enanos liderados por Thorin Escudo de Roble que continúan de camino hacia Erebor con el fin de reclamar su hogar perdido y recuperar el tesoro que acaudala el conocido dragón Smaug (con la voz de Benedict Cumberbatch suministra una voz hipnótica y cavernosa), perseguidos por Azog, el orco de la primera entrega, y de su viaje a través de el Bosque Negro.
Y ahora que lo menciono, este hubiera sido el momento para concluir la primera adaptación y así habernos dejado para el final el encuentro con Smaug y la batalla final, pero bueno, ya que estamos hablando del Bosque Negro, este es un lugar en el que ocurren más hechos y el viaje se hace más pesado de lo que parece en la cinta. Ya que los responsables del guión Jackson, Philippa Boyens y Fran Walsh podrían haberse ahorrado a Legolas y la incorporación de Tauriel que vuelve a convertirse en el recurrente romántico (como ya pasó con Arwen)y todo lo ocurrido en la Ciudad del Lago, ya que estos cambian por completo la intensidad de la cinta y la calman, ya que todo lo ocurrido es de poco interés y puede llegar a desesperarte.Aunque cabe destacar que las escenas de acción no son ningún problema ya que el director demuestra en la secuencia de los toneles que es capaz de verse una escena repleta de acción al igual que en las otras anteriores.
Por otra parte, el correcto desarrollo con el personaje de Bardo, ya que su desarrollo queda más que justificado de cara a futuros acontecimientos en la próxima entrega ya que este personaje requería un mayor desarrollo que el que Tolkien le daba en la novela.Y este es un personaje encarnado con una notable efectividad por Luke Evans, uno de los puntos a favor de la cinta.
Aunque no le vamos a quitar méritos al cineasta Peter Jackson, ya que es capaz de trasladarnos de envolvernos con todos sus efectos en Medio de la Tierra Media, aunque este digitalizada, se nota que ese aspecto lo tiene muy bien trabajado.
Pero a pesar de ser una película puente, que obliga a concluir la trama con una tercera entrega, la cinta aún conserva ese sentido del humor tan característico de la aventura y a la vez resulta ser la más tenebre ya que: Gandalf llega a intuir que los ejércitos del Mal están preparándose para reclamar la Tierra Media bajo un único Señor y esto lo lleva a Dol Guldur y mientras bajo la Montaña Bilbo y Thorin se enfrentarán a sus propios demonios ambiciosos y sedientos de poder.Y que justo cuando se encuentran con el dragón Smaug, sea casi el final de la cinta.
Así que esta es sin duda, la formula para conseguir uno de los blockbuster más abrumadores de esta temporada casi al igual que Pacific Rim. La Desolación de Smaug solo consigue ser recordada por unas cuantas escenas de acción y de aventuras asombrosas, nada que nos lleve a pensar en algo más.
Y no con esto no quiero quitarle importancia al diseño artístico que para mi roza lo sobresaliente y nos muestra un cuidado casi inigualable en cada mínimo detalle por parte de la gente de Weta Digital. Y para concluir, remarcar la importancia de la composición de la banda sonora a manos de Howard Shore, que nos traslada una vez más de lleno a La Tierra Media, al igual que hizo hace ya diez años atrás.
Así que tendremos que esperar a la tercera y última entrega en el 2014.