Lo que si está claro con esta nueva versión de It es que las películas de terror causan diferentes efectos en (diferentes) personas. Ya que hay gente muy fácil de impresionar, otros que soportan más el miedo y los hay que son todo un reto desafiante para llegar a impresionar, en mi caso, siento cierto respeto por el material que puede llegar a ser aterrador y bien realizado. Así pues, el director Andres Muschietti ha conseguido algo que no había sentido en mucho tiempo viendo una película de este género, y no es para menos ya que mientras observaba el payaso Pennywise interpretado por Bill Skarsgard, como aterrorizaba a los niños de la película y en consecuencia al público presente me llenó de alegría. Y es que no sólo es emocionante ver una película que puede provocar una reacción visceral tan impresionante, sino también que es capaz de crear un mundo tan rico cinematográficamente hablando, ya que de alguna manera It se las apaña y muy bien para ser algo aterrador y atractivo a la vez.
Como bien sabemos It es la segunda adaptación de la conocida novela escrita en 1986 de Stephen King, la primera de las cuales se convirtió en una miniserie separada en dos partes que se emitió por primera vez en 1990, con lo que esta nueva versión de It está adaptada por Chase Palmer, Cary Fukunaga y Gary Dauberman. Mientras que el libro de King está presentado mediante una narración dividida, mientras sigue la historia de un grupo de jóvenes y adultos, la visión de Muschietti se centra exclusivamente en la primera, siguiendo así a los protagonistas de esta película, un grupo de niños que descubren lentamente la oscura y perturbadora verdad que ha estado siempre presente en su ciudad natal de Derry. Con lo que la historia se aprovecha de esa energía juvenil y la perfecta dinámica compartida entre los miembros de «The Losers Club», la película funciona de manera exitosa y sorprendentemente que sirve con un punto de nostalgia y cariño a esa época pasada, también su intensidad va aumentando a medida que el miedo y el peligro envuelve esta aventura.
La historia comienza con el trágico destino del joven Georgie Denbrough (Jackson Robert Scott), un joven que mientras juega con un barco de papel durante una tormenta de lluvia, se encuentra con el málvado Pennywise. Estas desapariciones misteriosas ocurren a lo largo de un tiempo y meses después, al finalizar el curso escolar, el hermano mayor de Georgie, Bill (Jaeden Lieberher) sigue obsesionado con descubrir exactamente lo que le pasó a su hermano más pequeño.
Bill no cuenta con gran popularidad en su escuela, ya que es tartamudo, así que sigue su investigación junto con sus amigos igualmente de impopulares, Richie (Jaeden Lieberher); el pequeño Eddie (Jaeden Lieberher); y el obsesivo-compulsivo Stan (Jaeden Lieberher), y durante su búsqueda de respuestas se unen a su grupo de aventureros tres nuevos amigos: Mike (Jaeden Lieberher); el rechoncho y estudioso Ben (Jaeden Lieberher); y Beverly (Jaeden Lieberher). A medida que el verano va avanzando, estos siete aventureros terminarán siendo aterrorizados por Pennywise, que enfrentará a cada uno de ellos cara a cara frente a sus mayores miedos, pero su mayor fortaleza será su fuerza de voluntad, y una vez superado ese miedo les servirá al grupo para enfrentarse y no rendirse.
Tal vez el flujo narrativo de la película no esté totalmente equilibrado, ya que algunos arcos argumentativos de sus protagonistas va variando como por ejemplo pasa con Mike, que aparece notablemente durante la primera parte de la película y no reaparece hasta la mitad de la película, pero aparte de eso, es impresionante cómo la historia se construye alrededor de las pistas que les conduce a avanzar en su investigación. Con lo que parte de la estructura se construye sin duda alrededor de cada miembro de “The Losers Club”, ya que cada uno tiene sus propias experiencias personales, siendo marcados como victimas de It (algunas de estas experiencias traumáticas han sido tomadas directamente de la novela y también encontraremos otras originales), ya que puede sentirse que no parece una trama estructurada en orden, y en su lugar esta se mantiene mediante el flujo fantástico que te hace temer por las vidas de los héroes a medida que descubren más y más sobre lo que realmente está sucediendo. Una parte significativa de este logro se puede atribuir simplemente a cómo los protagonistas son introducidos en la historia y como estos interactúan unos con otros, y no solo participan individualmente con sus relaciones entre sí, sino que cada uno tiene una mayor contribución a la trama principal. Salpicando en cada toma un gran dósis de personalidad y energía que contribuye a elaborar una historia especial.
Algo que sorprende notablemente en It es su joven casting, sin duda alguna la historia del cine nos ofrece títulos que han sido un desastre debido a las malas actuaciones de los más jóvenes talentos, pero It nos demuestra que no siempre es así. Ya que a medida que los más «veteranos» del elenco como Jaeden Lieberher y Finn Wolfhard destacan es cuando descubres al resto y la fuerza y la tranquilidad de Beverly (Sophia Lillis), la dulzura del Ben (Jeremy Ray Taylor) y la energía nerviosa de Eddie(Jack Dylan Grazer), e incluso Nicholas Hamilton, que interpreta al matón del instituto y al villano secundario Henry Bowers, merecen todos el reconocimiento por su gran labor en esta historia.
Por supuesto, una de las grandes curiosidades de esta adaptación de It es el tratamiento de Pennywise que viene «de otro mundo». Para todos aquellos que desconocen la miniserie de 1990, la actuación original de Tim Curry como Pennywise estableció una puntuación muy alta que parecía injusto comparar a Bill Skarsgard sin embargo, no será muy difícil imaginar que esta interpretación puede llegar a superar a la original. Está claro que esta nueva adaptación cuenta con algo que las anteriores no tenía, y es que este It se beneficia en todos los sentidos de un mayor presupuesto, más dirección artística y efectos mucho mejores, pero ninguno de esos factores debe de influir en la credibilidad del trabajo del joven actor. Ya que no sólo por su interpretación, el maquillaje y su traje no fueran en si lo suficientemente aterrado, Skarsgard vende a Pennywise como una criatura cruel con todo lujo de detalles como movimientos de ojos, sonrisas macabras, apoyado en el uso del CGI que desempeña un papel importante, ya que no olvidemos de que este es un monstruo y seguro que a más de uno le marcará en sus pesadillas durante un largo tiempo.
Sin duda alguna Pennywise representa en It la belleza y el horror, perfectamente representados, la película además encuentra la forma perfecta de golpear tanto en su narrativa y resalta el contraste de los extremos maravillosos (la inocencia de la infancia frente a un verdadero monstruo y el mal que este representa). Andrés Muschietti consigue en It que la localidad de Derry se convierta en un lugar sereno y acogedor, pero igualmente logra conseguir que los hechos más crudos que ocurran se sientan poderosos y cautivadores como los encuentros con el espeluznante farmacéutico de la ciudad (Joe Bostick), o el terrible padre de Beverly (Stephen Bogaert). Sin duda algo que también ayuda es el diseño de producción tan inquietante, ya que en todo momento y plano hay cierto ambiente a misterio y miedo que envuelve todo y te permite adivinar por dónde crees que podría llegar el próximo susto.
Finalmente es inevitable no pensar que en un par de años estaremos viendo IT: Capítulo 2 y conoceremos así los hechos ocurridos 27 años después y así conocer el desenlace de la adaptación del libro de Stephen King.