Crítica de La Suerte de los Logan de Steven Soderbergh

Después de cuatro años de ausencia, en el cine con Efectos secundarios en 2014 y en la televisión con The Knick (TV Serie), por parte del director Steven Soderbergh, este regresa con La suerte de los Logan, ofreciéndonos con este título una comedia dramática coral, siguiendo con la formula de sus anteriores entregas corales como Ocean’s Eleven, Ocean’s Twelve y Ocean’s Thirteen. Además esta cinta sirve de crítica social que gana gracias a su conjunto y elenco tan considerado.

Jimmy Logan, interpretado así por Channing Tatum, es un tipo con un gran corazón además de bondadoso, pero que se encuentra en una mala racha, sólo quiere ser un buen padre para su adorable hija. Desafortunadamente, ella pasa la mayor parte de su tiempo con su ex-esposa y su nuevo marido (interpretados por Katie Holmes y David Denham). Así que cuando Jimmy, por culpa del seguro, acaba perdiendo otro, así que decide emplear cierta información privilegiada para planear un golpe en el Charlotte Motor Speedway de Carolina del Norte cuando se celebre una de las pruebas más importantes del año.

Como bien descubriremos pronto Jimmy, proviene de una conocida familia desafortunada, como bien dicen en esta “Los Logan debéis de ser tan cortos como todo el mundo dice”, pero Jimmy no está solo ya que cuenta con la completa confianza de sus hermanos Clyde y Mellie. Adam Driver interpreta a su hermano, un veterano de Irak con una sola mano y Riley Keough interpreta el papel de hermana, esta cuenta con un personaje completamente secundario y que podría haber aportado algo más en la película si tuviera más tiempo. Es entonces cuando los Logan forman un equipo de criminales, incluyendo la presencia y la actuación de Daniel Craig que es tan bueno, que cuesta reconocerlo en este papel. Su Joe Bang es tan divertido, que junto a muchos otros detalles sera una de las principales razones por la que La Suerte de los Logan (Logan Lucky) será recordada durante el paso del tiempo, estoy seguro.

La Suerte de los Logan evidentemente emplea los clichés típicos del cine en cuanto a la personalidad de sus personajes, pero es en eso en lo que Steven Soderbergh nos recuerda que trabaja muy bien y desarrolla los clichés en su historia. Como se puede apreciar, el director de la saga Ocean’s Eleven nos ofrece un mapa de ruta (incluso se hace referencia directa en esta nueva película), con la NASCAR y carrera Coca-Cola 600 como protagonistas simultáneamente como lo era Las Vegas en Ocean´s. Deleitándonos con un montón de caras conocidas (esta es la cuarta película de Channing Tatum con el director), Soderbergh y su elenco no tienen miedo a divertirse, y esa (vital) sensación termina siendo contagiosa.

Algunas de las comparaciones ilícitas a las que se enfrenta Soderbergh es a la de los hermanos de Coen, La Suerte de los Logan también toca temas empleados anteriormente en la filmografía de Soderbergh. Como lo son la lucha económica que sirvió de telón de fondo para su drama de la era de la Depresión, El Rey de la Colina (también protagonizada por dos hermanos), sigue estando presente después de 100 años. Incluso en un mundo que tiene mucho más en común con El Rey de la colina, la serie de TV de Mike Judge.

La Suerte de los Logan también tiene algo en común con la última cinta de Edgar Wright, Baby Driver, cuando se trata del elegante encanto sureño. También se beneficia de un excelente sentido del ritmo y una historia que sigue revelando nuevos talentos inspirados en todas partes. Algunos de estos personajes que nos acompañan en esta historia desempeñan papeles mucho más grandes que otros, pero eso no importa, ya que casi todo el mundo tiene un momento memorable, ya sea Seth MacFarlane como un aciago patrocinador de carreras, Dwight Yoakam como un desagradable guardia de la cárcel o Katherine Waterston (Inherent Vice) como una mujer que, representa el sueño esperanzador del amor y del cuidado médico asequible.

Sobre el Autor

Alfi

Diseñador e ilustrador, amante del séptimo arte, devorador de Bandas sonoras y de videojuegos, y un fiel servidor al Orden Jedi.