Como es habitual en este tipo de largometrajes en los que hay un gran presupuesto, encontraremos un número de personas supervisándolo y controlándolo todo, y es entonces cuando el resultado final de este puede verse mermado con la intención de no haber arriesgado lo suficiente y este terminar disuelto entre tanto control. Después de ver Valerian y la Ciudad de los mil planetas encontramos que el director y escritor Luc Besson ha realizado exactamente la película que él quería, está claro que eso no significa que sea perfecta automáticamente, pero en esta ocasión descubrimos una de las películas más interesantes y hermosas, en muchos aspectos, de ciencia ficción de los últimos años.
Con lo que tenemos a Luc Besson, un gran fan de los cómics de las aventuras de Valerian y Laureline, adaptar esta película que le ha llevado unos cuantos años desarrollar, esperando que los avances y la tecnología avanzaran para así realizar la película a medida. Encontramos momentos en Valerian y la Ciudad de los Mil Planetas en los que nos llevará hasta mundos nuevos y nunca vistos, y cada nuevo planeta que visitemos nos asombrará con cada detalle, una mezcla espectacular de arte digital y arte práctico juntos en pantalla. Esto aumenta más si cabe la experiencia de la película, e incluso que mejora el desarrollo de la historia en este extenso universo, que sirve para potenciar otros aspectos que puedan parecer más débiles.
Así pues esta historia de ciencia ficción nos traslada en el espacio y el tiempo, cientos de años en el futuro, donde seguimos las aventuras de los agentes interestelares Valerian (Dane Dehaan) y Laureline (Cara Delevingne) mientras llevan a cabo numerosas misiones peligrosas, cuando los conocemos se encuentran desmantelando un importante acuerdo en el mercado negro en pleno planeta desértico. Después de haber perdido a algunos amigos y de haber hecho nuevos enemigos en su camino, se encuentran de regreso a Alpha (una enorme estación espacial que crece más y más con nuevas especies exóticas descubiertas y que construyen allí su nuevo hogar. Es entonces cuando los dos héroes reciben una nueva misión de su comandante (Clive Owen), son enviados a investigar la creciente amenaza en el corazón de Alpha) pero a medida que van profundizando en esta nueva misión descubren que no todo es lo que parece.
Valerian y la Ciudad de los Mil Planetas es una película compuesta por grandes oscilaciones en su trama principal, y aunque muchas de estas son geniales, su narración se ve afectada y hay elementos que simplemente no funcionan como deberían. Como podemos ver en la relación entre Valerian y Laureline, en la que Luc Besson nos lanza a la piscina de cabeza (válgame el equivalente cinematográfico) con este dúo mediante el amor y el rechazo, lo que genera cierto giro extraño en esos minutos después de su introducción, ya que parece que no hay un contexto generado para esa ocasión salvo que son dos compañeros de trabajo y como pareja no sería muy lógico ni viable, además la química entre Dane DeHaan y Cara Delevingne no ayuda hacerlo posible.
Este mismo tipo de ambición desordenada está muy presente en la narración de Valerian, ya que una vez entrado en la segunda parte de la película encontramos una notable distracción del impulso narrativo principal. Podría parecer que estoy diciendo que la película carece de lógica, ni mucho menos, pero encontraremos mientras avanza la misión principal estos agentes tendrán que realizar varias misiones de rescate y desviarse de su principal objetivo. Pero sinceramente ese hecho es de agradecer ya que nos permitirá profundizar más si cabe en otras partes de la estación Alpha, ya que obviamente, de otra manera no hubiera sido posible. Otro de esos aspectos que no termina de asentarse del todo es la duración de 137 minutos, supongo que es lo que pasa cuando quieres desarrollar y adaptar una novela gráfica de 50 páginas en una película de larga duración, pero bueno, tampoco es un problema insufrible.
Está claro que Luc Besson tuvo decenas de historietas de Valerian y Laureline creadas por Pierre Christin y Jean-Claude Mézières para adaptar y emplear, y tanto en la creación y el diseño de producción es realmente especial. Sobre todo con cada nueva idea presentada, desde las medusas que expanden la mente hasta la conciencia que puede viajar por el cosmos, es agradable y sorprendente además encontrar el nivel interpretativo, en sus pequeños papeles de Ethan Hawke, Rihanna, Elizabeth Debicki y John Goodman, que sirven para enriquecer sin duda ese enorme universo.
El verano todavía no ha llegado a su fin, pero Valerian y la Ciudad de los Mil Planetas es sin duda una de las cintas del verano, y a pesar de que muchas franquicias han decepcionado, en esta ocasión terminaremos queriendo ver más de este universo creado e introducido en esta película. Sin duda alguna visualmente es impresionante, y aborda maravillosamente sus temas humanistas (y también alienígenas, supongo).