Como bien sabemos esta madrugada se celebra la 89ª edición de los Premios Oscar y después de todas las repercusiones políticas de las nuevas medidas de Donald Trump, algunas han sacudido directamente dejando fuera del país a uno de los directores nominados, el realizador iraní Asghar Farhadi.
Así que después de la tradicional cena entre los directores nominados de las películas nominadas a Mejor Película de Habla no Inglesa, con diferentes miembros de la industria de Hollywood, el realizador iraní se puso en contacto con los directores; Maren Ade (Toni Erdmann), Hannes Holm (A Man Called Ove), Martin Zandvliet (Land of Mine) y la pareja Bentley Dean y Martin Butler (Tanna) con la intención de lanzar un comunicado conjunto en el que expresan su preocupación por la actual situación política de Estados Unidos desde la proclamación como presidente del magnate Donald Trump.
En representación de todos los nominados, nos gustaría expresar nuestro total rechazo al clima de fanatismo y nacionalismo que estamos viendo estos días en los Estados Unidos y en otros países, tanto en parte de la población, como, y esto es lo más desafortunado de todo, entre los diferentes líderes políticos.
Se está generando un miedo con la clara intención de dividirnos según nuestro género, color, religión y sexualidad con el fin de justificar la violencia que destruye aquello de lo que dependemos, no sólo como artistas, sino también como seres humanos: La diversidad cultural, es una clara oportunidad de enriquecernos con elementos extranjeros y la creencia de que los encuentros entre seres humanos nos hacen mejores. Los muros evitan que la gente pueda experimentar algo tan simple: descubrir que no somos tan diferentes.
Ahora nos hacemos la siguiente pregunta ¿Qué cine realizamos? Y aunque no pretendemos sobredimensionar el poder del cine, creemos que no hay ningún otro medio que nos haga reflexionar tanto en las circunstancias de otras gentes y transforme nuestros sentimientos y florezcan en forma de curiosidad, empatía y compasión, incluso para con aquellos que nos han enseñado que son nuestros enemigos tan distintos.
Independientemente de quién gane se alce con el premio de la Academia a la Mejor película de habla no inglesa, nos negamos a pensar en términos de fronteras. Ya que pensamos que no existe un mejor país, mejor género, mejor religión o mejor color de piel. Queremos que este premio simbolice la unión entre todos los países y la libertad del arte.
Los derechos humanos no es algo que haya que pedir, es tan simple como que existen para todo el mundo. Por este motivo, nuestra intención es dedicar este premio a toda la gente que trabaja por la libertad de expresión y la dignidad humana como los artistas, periodistas y activistas, unos valores que ahora más que nunca deben de protegerse. A ellos les dedicamos este Oscar y queremos expresarles nuestro más profundo respeto y solidaridad.
Martin Zandvliet (Dinamarca), Hannes Holm (Suecia), Asghar Farhadi (Iran), Maren Ade (Alemania), Martin Butler y Bentley Dean (Australia).”