A partir de este fin de semana podremos disfrutar del cuarto trabajo del director Jason Reitman, “Young Adult”, con Charlize Theron como protagonista indiscutible. El director de “Gracias por fumar” (2006) y “Up in the air” (2009) colabora por segunda vez con el hijo de Ivan Reitman y cuenta además con el talento de la guionista Diablo Cody, que le valió un Oscar por su trabajo como guionista en “Juno”.
De hecho, “Young Adult” nace de la propia experiencia de la escritora, dado que el origen del relato nos sitúa en Minneapolis, ciudad donde residió durante varios años. «Por alguna razón, siempre que voy a Minneapolis me siento bastante inspirada y me encuentro con el germen de alguna idea nueva», comenta Cody. El punto de arranque de la historia se le ocurrió tras ver una noticia en la que una mujer volvía a buscar a su novio del instituto tras varios años. «Me dije a mí misma, ¿qué pasaría si se hubiera quedado como atrofiada y pensara que la única forma de recobrar aquella felicidad fuera volver literalmente atrás y encontrar al hombre que la hizo feliz entonces?».
Como ya ocurrió con la anterior colaboración del tándem Cody-Reitman, en la que Ellen Page, acaparaba la mayor parte del protagonismo; en “Young Adult” pasa lo mismo, y es Charlize Theron (“Monster”, “The road”) la protagonista indiscutible de esta historia, donde encarna a un personaje antipático, centro de esta propuesta: «Lo mejor que hace Charlize es que toma un personaje que de otro modo hubiera resultado completamente desagradable y crea un sentimiento de empatía con el público», explica Reitman. «En manos de cualquier otra actriz, el público le hubiera dado la espalda».
También forman parte importante del reparto, Patrick Wilson (“Insidious”), Patton Oswalt (serie “United States of Tara”), Elizabeth Reaser (“El arte de pasar de todo”) y Collette Wolfe (“17 otra vez”).
El proyecto arrancó en 2010 y duró como unos 30 días, en los que hubo que rodar tanto en Minneapolis, como en Minnesota y Nueva York. En la primera ciudad, el equipo de producción se dedicó a crear el apartamento de la protagonista, Mavis, y también se rodó en un bar de Rodgers, en un edificio de oficinas del centro de la ciudad y para ultimar detalles, hubo que trasladarse al los estudios JC de Brooklyn. También se prestó especial atención al vestuario, que contribuye a resaltar el estado desaliñado del personaje de Theron, que se supone acorde con el estado anímico de esta, siempre deprimida o con resaca. Teniendo ese objetivo en mente, el diseñador de vestuario, David C. Robinson, creó todo un look desastroso, donde había sitio para unas botas Ugg, una camiseta de Hello Kitty y hasta unas mallas excesivamente grandes para la talla de la actriz, esta última propuesta fue cosa del director.
Todos estos detalles, nos sirven para situar a la protagonista de esta peculiar historia: Mavis Gary (Charlize Theron), escritora de novelas románticas que decide regresar a su pueblo natal de Mercury con un claro objetivo, reconquistar a su novio del instituto, Buddy Slade (Patrick Wilson). Pero no todo sale a pedir de boca, y el primer obstáculo es que Buddy está felizmente casado con Beth (Elizabeth Reaser) y no tiene la intención de abandonar a su familia. En ese entorno familiar, Mavis se reencontrará con otro ex compañero de instituto, Matt Freehauf (Patton Oswalt), con el que entablará una extraña relación.
A pesar de las buenas críticas que la cinta ha cosechado, dado el renombre de Reitman y Diablo Cody, asó como de Theron, lo cierto es que en la taquilla estadounidense ha pasado de puntillas, y apenas si ha recaudado algo más de lo que costó su producción, aunque se espera que las cifras remonten tras su estreno en el resto de países.