La conquista lunar por ATRAPA LA BANDERA, creando una aventura espacial

Atrapa la bandera se mantiene en lo más alto de la taquilla con 1.462.338 euros recaudados hasta la fecha, tras su estreno el pasado 28 de Agosto en nuestros cines, y es que la cinta de los creadores de “Las Aventuras de Tadeo Jones” dirigida por Enrique Gato es sin duda una cinta que llegará muy lejos y es que para poder llevar a cabo esta historia han pasado muchas cosas y aquí te las contamos

EL DIRECTOR, ENRIQUE GATO.

Y es que tal y como comenta el propio director, Enrique Gato, las ideas pueden surgir cuando menos te lo esperas y donde menos te lo esperas. Y es que a mediados de 2010, cuando finalizaba el trayecto de “Las aventuras de Tadeo Jones”, el equipo se preguntaba qué podía hacer a continuación, apostaban por la continuación de Tadeo 2 o bien por algo totalmente nuevo que les abriera nuevos caminos. Y fue uno de los productores, según recuerda Gato, “Jordi Gasull que llevaba unos meses intentando convencernos de que hiciéramos una película de astronautas” y esa idea al resto le parecía algo peregrina.

Y un día, apoyados en una escalera tras una jornada laboral, saltó esa chispa necesaria: una nueva carrera espacial del sigo XXI en la que los buenos irían tal y como ya se hizo en 1969 y los malos irían con la mejor tecnología. Con la intención de que “los buenos querían preservar la historia en forma de bandera y los malos borrarla del universo, y afue como nació Atrapa la bandera”.

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Pero tal y como comenta su director, “lo mejor de esta historia estaba por llegar a medida de que trabajábamos el guion”. Ya que esta contaba con una potente historia de reconciliación familiar en un marco incomparable. Todo un sueño para cualquier director “era un perfecto triángulo equilátero: en un lado tenemos una película que tiene que ser fiel a los libros de historia, por otro tenemos una fantástica superproducción y otro lado una película intimista”. Así que al año, cuando el equipo estaba metido de lleno en el proyecto, llegó una noticia bomba, Paramount Pictures adquiría sus derechos internacionales de la película , así que ya contaban con una distribución mundial garantizada. Destaca Gato que, “cuando uno sueña con hacer cine, es con oportunidades como esta con lo que sueña y había que aprovecharla”. Y afortunadamente Enrique no era el único que pensaba así y sus compañeros en Lightbox “sorprendieron una y otra vez demostrando de lo que son capaces para conseguir dejar al mundo con la boca abierta”.

El director concluye que para realizar este proyecto han hecho falta unas 313.000 horas de trabajo, en jornadas de 8 horas. Y destaca que “gracias a ella hemos conocido gente e incluso gente de fuera de nuestro planeta y también hemos podido acceder a algunos de los rincones más exclusivos y “emblemáticos” de la tierra”. Añade que incluso en alguna ocasión su estudio parecía la NASA. Ya que trataban de priorizar la tecnología fiable frente a la última tecnología, con un claro objetivo: estrenar el 28 de agosto de 2015.

PRODUCIENDO ATRAPA LA BANDERA

Así que producir una cinta de astronautas en España sea todo un sueño, pero en realidad esta no ha sido la única y podemos encontrar en nuestra cinematografía: otras visitas al espacio exterior comoStranded:Náufragos(María Lidón, 2001) o recibido visitas extraterrestres como enEl Caballero del Dragón(Fernando Colomo, 1985) e incluso algún astronauta nacidos de la imaginación española han visitado planetas alienígenas como en el gran éxito de Planet 51”.

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El director de visita en la NASA

A pesar de todo esto, los productores eran conscientes de que estaban pisando un terreno muy poco conocido, y más cuando decidieron de que, a pesar de ser una cinta de ficción animada, esta aventura fuera lo más realista posible: con sus módulos lunares, y los cohetes de las misiones Apolo, que serían las naves con las que nuestros protagonistas viajarían hasta la Luna. Además de que veremos por primera vez en el cine la verdadera geografía de nuestro satélite, que cuenta con unas montañas más altas que el Everest y también cañones más profundos que el propio Gran Cañón, atrás queda esa imagen de mar de arena que ha quedado retratada en documentales y películas.

Así que mientras finalizaban la producción de Tadeo Jones los productores Edmon Roch, Nicolás Matji, Jordi Gasull junto al director Enrique Gato, empezaron a buscar ideas y conceptos con las que aventurarse por caminos distintos tras Tadeo Jones.

Y tras ver algunas historias se decidieron por esta gran aventura espacial, contando con dos socios como, Telecinco Cinema y Telefónica Studios. Para esta aventura lunar, algunos miembros del equipo de animación tuvieron que visitar la NASA, y sus centros espaciales de Houston, Texas y Cabo Cañaveral en Florida o en Cocoa Beach, donde los astronautas y sus familiares pasan breves temporadas durante los largos entrenamientos de preparación para sus viajes espaciales.

Así que poder captar esa realidad y la de sus personajes ha sido una parte fundamental en la fase de producción de esta película. Y según recuerdan los propios productores, no fue tarea fácil convencer a los directivos de la NASA de que unos animadores de España visitaran sus instalaciones para así conseguir veracidad a una cinta “de dibujos”. E incluso destacan con simpatía lo sorprendidos que se encontraron algunos miembros del personal de la NASA cuando veían al equipo haciendo fotos a teléfonos, trozos de suelo o mesas, con la intención de buscar la textura del material adecuada para la gran pantalla.

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Como bien destaca su director se han dedicado muchas horas al estudio de aspectos tan insignificantes como era conocer cómo se abre la escotilla del módulo lunar, los escalones que separan dicho módulo de la superficie de la Luna, o incluso cómo se regula la presión interna y el volumen de aire en los trajes espaciales. Incluso se ha dedicado un largo tiempo al estudio de la geografía lunar e incluso se trasladaron hasta el corazón del cráter Ubehebe en el Valle de la Muerte, uno de los cráteres terrestres más parecidos a los encontrados en la superficie lunar.

Una cinta de animación es un proceso en el que se tardan años, ya que el guion se transforma en un “story-board”, story que va seguido del layout, que a su vez da paso a la animación, luego los planos iluminados y que, tras haber sido trabajados en la composición y editados los efectos visuales, se renderizan para ofrecer su imagen final. Suena breve todos estos pasos, pero en cifras más exactas suelen tardar entre 18 y 36 meses de trabajo con un equipo de más de 200 personas, al que luego hay que sumarle los departamentos de diseño, mezclas de sonido, composición de música y montaje.

Este tipo de producción son muy complejas y cada uno de los productores fueron asumiendo unos roles según avanzaba el proyecto. Y al trío de productores independientes, Jordi Gasull, Nicolás Matji y Edmon Roch que trabajaron en solitario durante el proceso inicial, desarrollando la idea, hay que sumarle la participación de Ghislain Barrois y Álvaro Augustin de Telecinco Cinema y de Gabriel Arias-Salgado de Telefónica Studios que resultaron de vital importancia para poder llevar a cabo el sueño de los tres primeros y dar el salto del papel a una película. Y para poder llevar a cabo este proyecto, debido a su dimensión, Atrapa la bandera necesitaba de un gran partner internacional.

Y tras varias horas e idas y venidas por la Croissette de Cannes para esa búsqueda. Algo que no fue un camino fácil, el equipo sabía que tenía una buena historia y habían demostrado que podían hacer películas que gustaran como lo fue Las Aventuras de Tadeo Jones y presentaron un “teaser tráiler”, para mostrar a los agentes financieros de lo que eran capaces de hacer.

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Y como destacan “para conseguir los sueños primero hay que soñarlos” y el sueño se hizo realidad, Paramount Pictures se unió a la historia de Atrapa la bandera, y así se convirtió en la primera película de la historia de nuestro cine que es distribuida mundialmente por un estudio de Hollywood, orgullosos por la labor realizada.

EL GUIÓN DE ATRAPA LA BANDERA

Jordi Gasull apenas tres años cuando el 20 de julio de 1969, Neil Armstrong y Buzz Aldrin pisaron la Luna. Y recuerda la imagen de unos astronautas caminando sobre la superficie lunar, unos caballeros con escafandras blancas realizando una de las mayores aventuras de la historia de la humanidad. Y de como creció jugando con juguetes relacionados con la exploración espacial, así creció, fascinado con esta aventura lunar.

Y fue a de principios del 2009, mientras el productor leía un artículo sobre videojuegos, y sobre una modalidad de juego reconocida como “Atrapa La Bandera” (Capture the Flag). Fue en aquel momento cuando se le pasó la idea, aunque aun tenía mucho en lo que trabajar e imaginando junto sus recuerdos de la infancia,fue como visitó la Luna, y visualizó que la bandera que tenían que capturar era la plantada por Armstrong y Aldrin.

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Empeñado con esa idea mientras el productor impartía una clase de guión en la Universidad de los Andes, debido a su afición espacial y preguntó a los alumnos acerca de la realidad de las exploraciones en la luna. Recuerda que “Mi reacción fue de asombro”, ya que el 70% de los alumnos le respondieron que no creían que el hombre hubiera pisado nunca la Luna. “En ese instante”, fue cuando el productor sintió que que había una historia que contar.

En esa misma época el equipo se encontraba inmerso produciendo Tadeo Jones y la idea de que la animación podía ser el mejor vehículo para ser capaces de realizar una película de astronautas en España.

Gasull trasladó esa idea a sus compañeros; Nicolás Matji, Edmon Roch y Enrique Gato. El primero en mostrar interés fue Edmon, ante una aventura espacial y Nicolás fue el responsable de volver con los viejos módulos; que regresasen a la Luna como en 1969. Esta era una apuesta lógica, a día de hoy, cualquier misión en la Luna pasaría por los vehículos del Apolo, en concreto por el único cohete que fue desarrollado para la misión Apolo XVIII y que a día de hoy se conserva en el Johnson Space Center. Hay otros dos cohetes conservados en los otros centros de la NASA, pero nunca fueron operativos. La cuestión es que Enrique, ya fuera por esa conexión de la bandera con los videojuegos o la ilusión de volver con esos viejos cacharros lo que despertó su especial interés, y dijo que sí a dirigir una película de astronautas.

Y así fue como se pusieron en contacto con el escritor y director Patxi Amezcua, conocido por el productor y le contó la idea de unos astronautas que irían a la Luna a capturar la bandera que estaba ahí plantada desde 1969. Así que juntos empezaron a trabajar en esta historia y fue cuando se dieron cuenta de que si querían hacer una película de animación tenían que incluir a unos niños entre ese grupo de aventureros lunares: y así nacieron Mike, Marty y Amy. Pero debido a labores de agenda, Patxi se encontraba en medio de su segunda película como director (Séptimo), así que cedió su puesto a un amigo común, Javier Barreira, con el que se encontraba trabajando en ese momento en la reescritura de Tadeo Jones. Entonces fue cuando comenzaron a explorar sin límites el mundo de “Atrapa La Bandera”, mientras exploraban se encontraron con el Helio 3, y es que un isótopo del Helio es estable y nada radiactivo (escaso en nuestra Tierra, pero abundante en la Luna), y este puede llegar a ser una de las formas de energía del futuro y su aplicación produciría energía nuclear limpia, y no radiactiva. Así que este reciente descubrimiento de el Helio 3 les ayudó a encontrar las claves del villano de esta cinta. Y así consiguieron dar un salto en la escritura edl guión, la creación de un Richard Carson joven, insensato, excesivo y que mantiene una relación muy especial con su padre.

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A pesar de esos avances aún faltaba algo, lo más importante: el alma de esta película. Y pasaron días y días hasta que encontraron la esencia de Atrapa La Bandera: la reconciliación familiar. Sobre la reconciliación en la familia nos preguntamos ¿Cuántas familias hay heridas y necesitan reconciliarse? ¿No hay algo más hermoso que poder reconciliase con nuestros seres más queridos? Y así profundizamos en nuestra historia.

Así que una vez contaron con un primer borrador, implicaron a Neil Landau para que les ayudara en el proceso. Hecho que debido a su notable experiencia internacional y a sus conocimientos de analítica en el proceso de escritura, les ayudó a dar otro salto en su historia. Y poco a poco se fue perfilando ese mundo de aventura pero siempre anclado en la realidad. Contaron también con la ayuda de dos astronautas; Michael López-Alegría y Alan Bean, como guías y asesores en ese camino. Y fue con Michael hablando sobre el tema de la bandera cuando descubrieron que hay seis banderas en la Luna y decidieron simplificar el relato con la icónica bandera del Apolo XI. Esta era sin duda una bandera con los colores de EE.UU., que fue plantada en nombre de toda la humanidad. Y el productor recuerda que “cuando veo los documentales de antes y de cómo gente por todo el mundo estaba pendiente de la llegada de esos astronautas y de cómo gente de las diferentes confesiones religiosas, rezaban en común, no dejo de pensar en lo que pudo haber sido el “espíritu del Apolo”, una tarea que representaba no sólo el esfuerzo de una nación, sino una gesta de la humanidad”.

Gasull destaca que llevar a buen término el guion ha sido una aventura también, mucho más pequeña, comparada en modo alguno a esa gesta. Pero esta tuvo algo en común de lejos y sin duda ha sido el esfuerzo de todos a que el resultado final fuera mejor.

Y destaca la contribución de Enrique Gato, del director de desarrollo Jorge Tuca, y sin duda la del equipo de animación de Lightbox, quien con su creatividad enriquecieron la historia y dieron vida a las páginas de un guion, que siendo de un filme animado, siempre está viva.

Para finalizar el productor insiste en que “si alguna noche os acordáis al contemplar la Luna, hacedle un guiño a la bandera todavía está ahí”.

Sobre el Autor

Alfi

Diseñador e ilustrador, amante del séptimo arte, devorador de Bandas sonoras y de videojuegos, y un fiel servidor al Orden Jedi.