Como nació Lady Macbeth, una película de William Oldroyd

Cómo nació

Mamiya 6 MF
75mm
Kodak 400TX

El director William Oldroyd y la escritora Alice Birch empezaron sus carreras en el teatro. Compartían representante y, cuando les presentó, en seguida vieron que tenían gustos muy parecidos.

Birch había leído “Lady Macbeth de Mtsensk”, la novela rusa de 1865 escrita por Nikolái Leskov y los temas que abordaba -la subordinación de las mujeres, la vida en las comunidades rurales y el amor ilícito apasionado- le parecieron perfectos para una obra cinematográfica. En cuanto Birch le contó la historia a Oldroyd, él también se fascinó.

En la literatura de la época” -dice Oldroyd- “las mujeres como Katherine sufren en silencio, se derrumban o se suicidan. Pero aquí tenemos a una joven protagonista que lucha por su independencia y decide su propio destino de una manera sanguinaria”.

Se basaron en gran medida en la novela, pero también hicieron grandes cambios, inventando el personaje de Anna, por ejemplo, o cambiando el final (en el original, Katherine es descubierta y castigada por sus crímenes).

Fohdla Cronin O’Reilly, la productora, -que había sido nominada al Oscar en 2014 por un cortometraje-, conoció a Will por un amigo en común y conectaron rápidamente. “La colaboración más esencial en la película fue con Fodhla«, dice Oldroyd. “Confié mucho en su experiencia cinematográfica para entender cómo funciona el proceso”.

Para ordenar sus ideas, Alice redactó una pieza corta sobre por qué quería escribir la historia. Dice Birch:

Como escritora me siento inevitablemente atraída por historias, por personajes, por paisajes y lenguajes que tienen el potencial de atravesar nuevos territorios. La película empieza de una forma que no nos es desconocida. Sin embargo, acaba cogiendo otros caminos, no deja de sorprender y engancha. Katherine no se detendrá ante nada y, mientras se embarca en una serie de asesinatos, la película se convierte en algo muy diferente a lo que pensábamos que iba a ser”.

El casting

El equipo contó con una de las directoras de casting más respetadas de Reino Unido, Shaheen Baig (Control, Starred Up), para lograr lo que parecía ser muy complicado: encontrar a una niña inocente capaz de transformarse convincentemente en una asesina sin corazón, así como a un hombre que pudiera encarnar la cruda sexualidad de Sebastian, para evolucionar a la culpabilidad y la locura. Afortunadamente, Baig ya tenía una gran experiencia en casting de actores jóvenes y no profesionales.

Sobre el casting de Florence Pugh como Katherine, Oldroyd dice:

La había visto en The Falling de Carol Morle, y me quedé muy impresionado con su actuación -era tan abierta y honesta. En seguida supimos que habíamos encontrado a alguien con el espíritu adecuado para hacer de Katherine. Florence actúa con mucha fuerza y seguridad; tiene un gran instinto y una técnica muy buena”.

Pugh afirma que esa transformación fue la razón por la que se sintió tan atraída por el guion. “Vemos a una chica inocente convertirse en alguien capaz de hacer cosas monstruosas. Aunque ella haga cosas malas, quieres que se salga con la suya, sientes simpatía por ella”.

Una vez tenían a su Katherine, la atención se centró en encontrar a Sebastian, su amante. Hicieron varias pruebas y Cosmo Jarvis, cantautor, director y casi un recién llegado al mundo de la interpretación, destacó. “En cuanto le vimos con Florence, saltaron las chispas”, dice Cronin O’Reilly. “Él tiene un físico perfecto para encarnar a alguien que trabaja en la tierra, pero también tiene una vulnerabilidad que nos pareció realmente interesante.” Jarvis estaba encantado con recibir el papel: “No es frecuente tener la oportunidad de interpretar personajes tan ricos y redondos al inicio de tu carrera”, dice. “Me interesó la dinámica de poder entre los personajes. Sebastian, a veces, es como una mascota. Es un personaje defectuoso y desordenado.

En el importante papel de Anna, la criada de Katherine, necesitaban a alguien capaz de lograr una gran carga emocional sin apenas diálogo. “Naomi Ackie puede expresar una enorme gama de emociones con pocas palabras” -dice Oldroyd.

Acompañando a estos actores, Willl escogió a actores reconocidos de la pantalla y los escenarios. Para el papel de Alexander, el marido que maltrata psicológicamente a Katherine, sabía que quería a Paul Hilton. “Siempre he tenido a Paul en mente” dice. “Y cuando envió su prueba en video… me quedé paralizado: nunca había visto a nadie preparar todo tanto –montó un set, efectos de iluminación, se disfrazó-. ¡La escena que terminamos rodando no es muy distinta de lo que él nos había mandado!”.

Para Boris, el patriarca desesperado por un legítimo heredero de la fortuna de la familia, tuvieron la suerte de contar con Christopher Fairbank. “Necesitábamos a alguien que tuviera el peso para representar el patriarcado contra el que Katherine estaba luchando«, comenta Oldroyd “y Christopher tiene esa fuerza.

El equipo técnico

Para dar vida al mundo del norte de la Inglaterra el siglo XIX con un presupuesto minúsculo, necesitaban a gente talentosa. No había mucho dinero para pagarles, pero sí la esperanza de que la calidad del guion y la creatividad de William les convenciera para unirse. Decidieron apuntar alto: Jacqueline Abrahams, diseñadora de The Lobster y Woman In Black 2, fue una de sus primeras opciones. Y aceptó.

Otro papel clave fue el de diseño de vestuario. Holly Waddington, que había diseñado recientemente para Sally Potter y Andrew Steggall y trabajó en películas como Lincoln y War Horse, impresionó a Oldroyd y Cronin O’Reilly, y le ofrecieron el trabajo inmediatamente. “Eran increíbles las referencias y el conocimiento que Holly tenía, y su pasión por el patrón y el diseño. Hacía a mano corsés y vestidos, y viajaba a Francia para obtener piezas originales de la época. Gracias a ella acordamos que los personajes llevaban ropa, no trajes. No nos parecía bien que un personaje llevara un traje nuevo cada vez que apareciese en pantalla

Encontraron a la directora de fotografía a medio mundo de distancia. El trabajo de Ari Wegner era exactamente lo que Oldroyd quería, pero tenían que asegurarse de que serían capaces de trabajar bien los dos juntos, algo que sería complicado si no podían reunirse en persona. “Hablamos todos los días durante varias horas por Skype y compartimos imágenes y referencias”, dice “Cuando llegó al set, parecía que ya nos conocíamos muy bien”.

Durante todo el proceso, el director y el productor quisieron involucrar de lleno a Alice Birch, la guionista, en la película, pidiéndole notas y comentarios en cada escena. “El guionista suele estar totalmente implicado en una producción teatral”, dice Oldroyd. “Queríamos honrar eso al nutrirnos de las notas de Alice durante la evolución orgánica de la película”.

Estreno en España el 28 de Abril de la mano de Betta Pictures.

Sobre el Autor

Alfi

Diseñador e ilustrador, amante del séptimo arte, devorador de Bandas sonoras y de videojuegos, y un fiel servidor al Orden Jedi.