Toda la historia de Noé al que se le encomienda construir un gran Arca antes de que la Tierra sea inundada por completo ocupan algunas pocas páginas en el Libro del Génesis. Pero a pesar de eso, causaron un impacto profundo y duradero en miles de millones de personas de todo el mundo, evocando tanto lo más profundo de la maldad como lo más elevado de la fe, y manteniendo la esperanza en la redención tras la catástrofe.
Noé en el cine
Desde el comienzo de la historia del cine, la inmensa mayoría de las exposiciones cinematográficas de esta historia elemental han sido o simples parodias, comedias o cintas de animación, como el reflejo en la que el Arca es vista en las tiendas como un mero juguete. La primera vez que esta historia fue llevada al cine era fue en 1928 “El arca de Noé”, en la que se se representaba una breve recreación bíblica al estilo de Hollywood mezclada con un drama de la Primera Guerra Mundial. Y desde entonces, ha habido de todo tipo desde simples cortos de Disney, hasta todo tipo de dibujos animados, pero nunca antes se había intentado plasmar la historia de Noé como una aventura visual a gran escala y que diera vida a las páginas de la Biblia, ya que tampoco había sido abordado este tema tan directamente por ningún cineasta ni sus temas centrales de lo que significa el ser humano.
Según el propio director y co-guionista de esta película, Darren Aronofsky “Cierto es que hay varias versiones relacionadas y todas son o en clave de comedia, de animación, e incluso hubo un musical para Broadway protagonizado por Danny Kaye. Ya que históricamente, ha estado enfocada siempre hacia el folklore, el humor y las historias para niños. Pero uno tiene que fijarse bien en el puesto que ocupa esta historia durante el Génesis, no sólo animales entrando en parejas, si no que se trata de la historia de diez generaciones de hombres malvados que alcanza su clímax cuando llega un momento en que Dios decide que quiere rehacerlo todo. Así que para mí, esta se trata de la primera historia relacionada con el fin del mundo”.
Al director le pareció una historia que podría ser narrada de una forma apasionada empleando las técnicas más actuales de este siglo XXI, y a su vez respetando la fuerza imborrable de un texto bíblico. Dice al respecto: “No quería seguir ciñéndome a los clichés típicos preconcebidos que ya tenemos… quería que Noé pareciese reciente, próximo y real”.
La fascinación del director por este personaje bíblico comenzó desde los 13 años, cuando le dedicó un poema en un trabajo de la escuela. Y poco después, de comenzar su carrera cinematográfica, empezó a imaginarse de que manera podría darle vida a esta impresionante y monumental historia antigua en la gran pantalla. Sin duda sabía que esto iba a ser el mayor reto de su carrera, y acabaría convirtiéndose en un largometraje tremendamente considerable y que requeriría volcar toda su pasión y su meticulosidad en cada uno de los detalles. Mientras se sentía profundamente seducido por la apariencia personal ante la épica historia, de la familia de Noé, queriendo investigar sus miedos y esperanzas, sus conflictos y su búsqueda de respuestas en medio de todos aquellos extraordinarios acontecimientos.
Así que ese punto de vista se convirtió en el punto de partida de un proceso de escritura de guión en el que se implicarían el propio Aronofsky y al co-guionista y también productor ejecutivo Ari Handel de lleno en lo total y desconocido. Ya que el texto que se lee en el Génesis es muy breve, y no contiene prácticamente ningún diálogo, y no hay pistas acerca de como le afectaba a los sentimientos de Noé en referencia a la próxima inundación, así que consultaron una enorme cantidad de fuentes ya fuera religiosas, históricas y expertas para entender mejor la época en la que se desarrollaba la historia de Noé y la relevancia de sus actos. Lo que les llevo a proponerse y atenerse literalmente a los escritos, centrándose así en dramatizar lo que ellos consideraban como los temas importantes en esta historia e investigando las cuestiones que planteaba la narración bíblica.
“Al ser el primer Apocalipsis, me resultaba enormemente atrayente, figurarme como podría sobrevivir a todo eso su familia”, dice el director.
El enfoque para Noé
Darren Aronofsky, ha pasado a ser conocido por dotar a sus largometrajes de una forma tan innovadora correspondiente al enfoque visual como por la disposición que tiene para profundizar en algunos temas tan productivo como son la mortalidad, la pasión y el significado de lo sagrado.
El propio Ari Handel ha dicho sobre Aronofsky, que él sabía que el único director que podía imaginarse asumiendo algunos riesgos visuales en los que incluir a los espectadores en un mundo tan antiguo y bajo el influjo de un caos confuso como de una presencia divina. “Creo que Darren era el director idoneo porque los retos visuales que plantea “Noé” son formidables, así que hacía falta alguien con cierta destreza visual que fuera única y formidable. Pero a la vez se necesitaba a alguien que fuera capaz de combinar esa majestuosidad visual con cierta intensidad emocional, y Darren posee esa combinación”.
Así que contando con la notable destreza visual del director, el guión no se basó ni en la escala, ni en la acción…ni en lo inesperado. “Nosotros queríamos aportarle la grandiosidad y la magnitud que se merece una historia tan importante como esta”, según explica Handel, “pero,también queríamos a la vez llegar a sorprender a la gente con algunos elementos que superasen sus expectativas”.
Según el co-guionista explica que, “En el Génesis a Noé se le dice que construya un Arca y que dentro de él debe meter a dos animales de cada especie. Pero es que no hay ninguna descripción de nada de cómo se llevó esa tarea. Así que a Darren se le ocurrió una manera muy cinematográfica repleta de emoción y dramática para conseguir que Noé construyera su Arca y reúna a todos los animales del planeta. Ya que esas soluciones no aparecen en ningún momento en la Biblia, y su manera tampoco llegaba a contradecir la historia, así que nos pareció que tenían esa esencia milagrosa con la que encajaba el espíritu de esta historia”.
El propio Aronofsky dice que “Lo que realmente hicimos fue comenzar con el texto real del Génesis, y ir ampliarlo hasta convertirlo en el drama familiar que es”.
Como bien aclara Handel “En realidad, apenas se saben cosas sobre algunos de los aspectos de esta historia, salvo por los textos explícitos. Y Noé no llega a pronunciar ni una sola palabra hasta que sale del Arca, así que todo lo que pudieran pensar o hacer estos personajes esta abierto a cualquier posible interpretación. Pero si se fija en el texto, existen algunas posibles pistas de lo ocurrido. Por ejemplo, Noé se emborracha tras llegar al Nuevo Mundo y eso no se explica en ninguna parte de el Génesis, pero para nosotros esa información nos pareció muy importante para conocer más el carácter de Noé y eso era lo que queríamos investigar e intentar comprender. Y nos hacía preguntarnos ¿Qué tipo de tensiones y dificultades debió de experimentar para que después de haber cumplido su misión, este necesitara recurrir al alcohol? Y ¿Cómo ajustar la descripción de Noé como el ‘hombre justo’ que después estando borracho y desnudo, maldice a una rama de sus descendientes llegando a condenarlos a una esclavitud eterna?.
Así que nuestro mayor reto era averiguar como investigar todas esas cuestiones y convertirlas de una forma tan convincente y cinematográficamente, manteniéndonos a la vez lo más fieles posible al Génesis”.
En el núcleo de su guión estaba la increíble resolución de Noé, y sus muy humanos intentos de perseverar, frente a lo que parece ser una misión abrumadora. Cuando Dios le advierte de la calamidad y le ordena salvar a los animales, Noé lo hace con una fe inquebrantable, y sin nada del descreimiento que se podría esperar.
“Hoy en muchas de las películas actuales, si en algún momento alguno de los personajes dice haber tenido visiones o haber escuchado alguna voz, de primeras la gente pensara que esta loco. Pero para Darren y a mí nos pareció que esa era una forma moderna de pensar. Ya que Noé vive en una época histórica en la que su abuelo vivía cuando Adán había caminado ciertamente junto a Dios, así que para Noé no hay problema alguno en creer en Dios y lo que este le dice. Pero las mayor parte de las preguntas para Noé son, cómo puede estar seguro de haber comprendido plenamente lo que se le ha pedido que haga, y segundo, cómo puede llevarlo a cabo”, explica Handel.
Así que imaginarse simplemente algunas de las características del mundo que habitaba Noé (a pesar de estar descrito en la Biblia como una época tumultuosa y pecaminosa, entre la Caída del Hombre y la cercana llegada del Diluvio Universal) era una tarea dificil. A pesar de tener ciertas referencias bíblicas sobre la época repleta de una maldad feroz y de unos angélicos “gigantes en la tierra”, pero con ciertas alusiones a los eruditos ciertamente eran escasas.
Así que según observa Aronofsky “Cierto es que sabemos algunas cosas sobre Egipto, y algunas cosas sobre la antigua Judea, pero apenas se sabe nada sobre cómo era ese mundo antes del Diluvio Universal, y decidimos no eludirlo y asumimos que se trataba de un mundo muy diferente al nuestro”.
Y durante su fase de investigación, Aronofsky y Handel además del Génesis, consultaron muchos otros textos, como los Pergaminos del Mar Muerto, el Libro de Enoch (una obra del bisabuelo de Noé) y el Libro del Jubileo, así como algunos de los análisis históricos y de algunos modernos teólogos y múltiples historiadores. Así que siempre fueron conscientes de que tendrían que ser atrevidos y dar un salto pasando de la ardua investigación y plasmar ese mundo de Noé en la gran pantalla, de cierta manera que fuera capaz de seducir a toda clase de espectadores. Así que los riesgos estaban claros, pero también lo estaba querer acercar su compromiso a la gente, la inspiración de esta historia.
En resumidas por Handel: “Cuando nos dispusimos a contar esta historia, sabíamos que iba a ser muy imponente, porque esta historia es muy importante en muchos aspectos para cientos de personas. Pero nos decidimos a hacerla porque es una historia muy potente y que quiere decir algo más profundo y fundamental”.
Para Aronofsky: “Yo creo que a la gente le hará más ilusión que le recuerden lo maravillosas que son en parte algunas de estas historias, así que me concentré en conseguir que esta película llegara tanto a creyentes y no creyentes”.
Así que para entender lo que os queremos contar tendréis que ir al cine y ver el resultado final de esta épica obra. ¡Ya en cines!