Ante el éxito que tuvo la primera entrega y el tirón que siguen teniendo las aventuras de Julio Verne, llega este viernes a nuestra cartelera: “Viaje al centro de la Tierra 2: La isla misteriosa”, la secuela de la película que protagonizaron en 2008 Brendan Fraser y Josh Hutcherson, y donde nuevamente era adaptado al cine el clásico del escritor del siglo XIX. En su momento, la cinta dirigida por Eric Brevig recaudó la friolera de 250 millones de dólares, lo que sin duda a influido a la hora de de sacar una segunda parte, donde se emplea la tecnología 3D y donde nuevas caras contribuyen a darle dinamismo, aunque Hutcherson sigue siendo el protagonista.
La isla misteriosa a la que alude el titulo de esta segunda entrega no podía ser otra que aquellas que en su día describió Verne en su novela de 1875: «Hacer una película basada en un libro de Julio Verne y el poder presentar a los más pequeños al autor y a sus ideas por primera vez, es increíblemente gratificante», comenta el productor Beau Flynn.
Para recrear la isla imaginaria del gran escritor francés, se eligieron varias localizaciones en la isla hawaiana de Oahu, donde la variedad de terrenos era idónea para mostrar escenarios de costas arenosas o valles llenos de niebla, así como cuevas y montañas volcánicas. El resto de escenas se rodaron en un estudio de Carolina del Norte.
Una producción que planteó varios retos, entre los que hay que destacar el volcán que arroja lava de oro fundido (para el que se acabaron empleando laminas de oro), el momento en que los protagonistas huyen a lomos de un caballo de un enjambre de abejas gigantes (los actores fueron filmados encima de unos barriles móviles) o el encuentro con una anguila eléctrica súper desarrollada (que obligó a Johnson y Hutcherson a sacarse un titulo en buceo para poder rodar sumergidos en un tanque de tres millones de litros).
Además, el film dirigido por Brad Peyton (“Como perros y gatos: La revancha de Kitty Galore”), quien sustituye a Eric Brevig, adquiere profundidad y volumen gracias a la aplicación indiscriminada del 3D.
Entre los muchos retos que planteó la producción de una historia así, cabe mencionar el volcán que arroja lava de oro fundido —tras descartar varias opciones, se acabó utilizando láminas de oro—, la escena en la que los cinco protagonistas huyen a caballo de abejas gigantes de unas aves todavía más grandes que esas abejas —y para la cual se filmó a los actores sobre una suerte de barriles móviles—, o aquella otra que marca el encuentro con una anguila eléctrica súper desarrollada —que obligó a Johnson y Hutcherson a sacarse un título en buceo y a sumergirse para rodar en un tanque de casi tres millones de litros. Dichos paisajes y secuencias, además, adquieren en el filme de Peyton profundidad y volumen gracias a un 3D que se aplica por doquier: «Brad tomó decisiones muy inteligentes. Si miran la secuencia de la persecución de las abejas o la secuencia del reptil, o la batalla contra la anguila eléctrica, verán que fueron enormes y diseñadas para ser proyectadas en 3D. Pero también la utilizó de maneras que no son consideradas como típicos momentos 3D» explica Tripp Vinson, otro de los productores.
Una apasionante historia ideada por Brian Gunn, Mark Gunn y Richard Outten, que nos presenta nuevos rostros, como el de Dwayne Johnson (“Fast & furious 5”), Vanessa Hudgens (“Sucker punch”), Luis Guzmán (“Asalto al tren Pelham 123”), Michael Caine (“Origen”) y Kristin Davis (“Sexo en Nueva York 2”).
Que toda la familia se prepare, porque Sean Anderson (Josh Hutcherson) ha regresado y esta vez todo empieza cuando intercepta una llamada codificada. Tras rastrear la señal, todo apunta a que esta procede de una isla ubicada en unas coordenadas donde no debería haber nada. Una isla desconocida que es el hábitat de seres extraordinarios, que el hombre es incapaz de concebir, donde hay montañas de oro, volcanes y raras criaturas. A pesar de los riesgos, Hutcherson decide ir en busca de la misteriosa isla para rescatar a su único habitante. El nuevo padrastro de Sean, Hank (Dwayne Johnson) decide acompañarle en este trepidante misión de rescate, a la que también se apuntan un piloto de helicóptero (Luis Guzmán) y su hija (Vanessa Hudgens).