Este provocador thriller de ciencia ficción, La Llegada, está dirigido por el alabado director Denis Villeneuve (“Sicario”, “Prisioneros”). En la que se nos narra la historia cuando unas misteriosas naves espaciales aterrizan por todo nuestro planeta, la ONU decide crear un equipo de élite, encabezado por la experta lingüista Louise Banks (Amy Adams), con la intención de descubrir que quieren o comunicarse con ellos. Mientras que la humanidad se acerca al abismo de una guerra mundial por miedo a su destrucción, el equipo de Banks a contrarreloj tratarán de conseguir las respuestas y, para obtenerlas, correrá un gran riesgo que podría poner en peligro su vida y también a toda la humanidad. en la cinta también veremos a Jeremy Renner y Forest Whitaker, entre otros.
“He soñado con hacer ciencia ficción desde que tenía diez años”, explica el director Denis Villeneuve, que se quedó completamente entusiasmado con el relato corto en el que se basa La llegada, “La historia de tu vida”, escrito por Ted Chiang. “Es un género que considero que tiene mucha fuerza y las herramientas para explorar nuestra realidad de una forma muy dinámica”.
“Después de que Dan Levine y Dan Cohen se pusieran inicialmente en contacto conmigo para proponerme hacer una película”, recuerda Chiang, “me enviaron un DVD de la película de Denis, ‘Incendies’ (2010), para que me hiciera una idea de lo que tenían pensado. Eso sirvió para que los tomara verdaderamente en serio. Si me hubieran enviado una copia de una típica producción de ciencia ficción de Hollywood, seguramente los habría ignorado. No consiguieron asegurar definitivamente a Denis como director hasta varios años más tarde, pero él era el realizador que tenían en mente desde el principio”.
Villeneuve abordó La Llegada de forma distinta por toda una serie de motivos. Aunque le pareció que “La historia de tu vida” era un “material fantástico”, sencillamente no tenía tiempo para escribir el guion, porque se encontraba en pleno rodaje de “Prisioneros” (2013). “No tenía tiempo para escribir un guion”, explica Villeneuve, “y, para ser sincero, no sabía muy bien cómo adaptar adecuadamente esa historia, porque es muy intelectual, de una forma muy sólida y hermosa, pero, desde un punto de vista dramático, es un poco difícil de articular, porque trata sobre el proceso”.
Villeneuve lo dejó en manos de los productores, entre ellos el productor ejecutivo y guionista Eric Heisserer, que ya había empezado a trabajar en una adaptación del relato corto desde principios del proceso de producción. “Volvieron unos meses después con un guion escrito por Eric Heisserer que era sorprendentemente bueno”, recuerda Villeneuve. “Digo que era sorprendente porque Eric consiguió encontrar la forma de adaptarlo y crear una sensación de tensión y drama dentro de ese proceso de traducción”. Villeneuve se embarcó entonces definitivamente en el proyecto.
Aunque Villeneuve siempre fue la primera opción de los productores para dirigir el filme, la trayectoria de La Llegada empezó cuando Heisserer y su socios, el productor Dan Levine y el productor ejecutivo Dan Cohen, ambos de 21 Laps (la productora del productor Shawn Levy, responsable de la actual sensación de televisión “Stranger Things”), andaban buscando un proyecto en el que colaborar. Levine y Cohen eran grandes admiradores de la obra de Heisserer, así que los tres se reunieron para discutir posibles proyectos. Cuando Levine le preguntó a Heisserer qué le había entusiasmado últimamente, Heisserer le entregó la colección de relatos cortos de Chiang, “La historia de tu vida” (2002, Tor Books).
“Empecé a leer el libro y, cuando me puse con ‘La historia de tu vida’, me quedé boquiabierto al llegar al giro”, explica Levine. “No me podía creer lo buena que era la historia. No dejaba de pensar: ‘Esto es lo más increíble que he leído nunca… por favor, que estén disponibles los derechos’. Lo leí con ansia y luego no paré hasta localizar a Ted Chiang”.
Heisserer quedó igualmente entusiasmado con la historia de Chiang. “El relato corto de Ted me atrapó de un modo que muy pocas historias lo hacen”, recuerda Heisserer. “No es que me pareciera que las cualidades de la historia fueran intrínsecamente cinematográficas, pero me dio algo que hacía mucho tiempo que no tenía. Alimentó mi cerebro y mi corazón. Me hizo pensar y sentir, y me trató con mucho respeto, como un lector inteligente. A fin de cuentas, me pareció que ofrecía un mensaje optimista sobre la humanidad y, a la vez, sobre mí mismo”.
“Eric y yo no hablamos del guion mientras lo escribía”, explica Chiang. “Me planteó la idea que tenía al empezar, a fin de que yo le diera el visto bueno. Debería señalar que, cuando escribí la historia, nunca se me ocurrió pensar que podrían hacer una película de ella y me costaba imaginar cómo podría ser la adaptación cinematográfica. Tras oír el planteamiento de Eric, pude visualizar la película que tenía en mente, y me gustó, así que le dejé seguir adelante y escribir un guion. Una vez acabado, lo leí e hice unos cuantos comentarios. A lo largo de los años, el guion ha sufrido algunos cambios pero, en su mayor parte, sigue siendo la idea que planteó inicialmente Eric”.
“El guion llegó a mi productora, FilmNation Entertainment, desde los chicos de 21 Laps”, recuerda el productor Aaron Ryder, que explica que FilmNation se centra en hacer películas para adultos, como “Under the Skin”, “The Imitation Game (Descifrando Enigma)”, “El discurso del rey” y “Nebraska”. “Es algo insólito, porque Eric Heisserer lo escribió por iniciativa propia y los chicos de 21 Laps, Shawn Levy, Dan Levine y Dan Cohen, siguieron trabajando posteriormente en él con Eric. Este guion tiene algo que hace que posea una sensación de realismo y, cuando se aplica ese realismo a la ciencia ficción, resulta fascinante”.
“Lo que me encanta del relato corto es que tiene muchos matices”, explica Villeneuve. “Uno de ellos, que me conmovió profundamente, es la idea de que alguien esté en contacto con la muerte. ¿Qué pasaría si supieras cómo vas a morir, cuándo vas a morir? ¿Cómo sería tu relación con la vida, el amor, tu familia y amigos, y con tu sociedad? Al tener una mayor relación con la muerte, de una forma íntima con la naturaleza de la vida y sus sutilezas, nos aportaría más humildad. La humanidad necesita ahora mismo esa humildad. Vivimos en una época muy narcisista. Hemos llegado a un punto en que estamos peligrosamente desconectados de la naturaleza. Eso es lo que este maravilloso relato corto representaba para mí, una forma de recuperar nuestra relación con la muerte y la naturaleza, y el misterio de la vida”.
LA ESTÉTICA – FOTOGRAFÍA Y DISEÑO
“Me encontré sin director de fotografía al empezar el proyecto, porque Roger Deakins ya estaba trabajando en otra película”, aporta Villeneuve, que tuvo que buscar quién más podía hacer realidad su visión. “Necesitaba alguien con muy buen ojo, que pudiera aportar sensualidad, que fuera capaz de plasmar la vida. La película tiene dos partes: Está la relación de Louise con su hija, que constituye el meollo de la película, y luego está la ciencia ficción. Necesitaba un director de fotografía capaz de abordar con [sensibilidad] y delicadeza la relación entre la madre y su hija, y del modo que yo quería enfocarla, mientras que al mismo tiempo [fuera capaz de] aportar frescura a [los elementos de] ciencia ficción. Bradford Young fue un enorme descubrimiento para mí. Como cineasta, al trabajar con él, [sentía que] estaba viendo el nacimiento de un genio”.
“Soy un gran admirador de la obra de Denis desde ‘Polytechnique’ (2009)”, asegura Young. “Hace unos meses, alguien me preguntó con quién quería trabajar a continuación y Denis estaba en lo más alto de mi lista. Tenemos algunos conocidos en común y dijeron que nos llevaríamos muy bien. Cuando me llamó, fue una gran sorpresa, pero pareció algo fortuito. Leí el guion, me gustó el material y a partir de ahí todo siguió adelante”.
“Es una persona realmente hipersensible”, comenta Villeneuve sobre Young. “Ideamos un enfoque al que llamamos ‘ciencia ficción sucia’, que significa que intentábamos dar la sensación de que todo esto estaba pasando en una mala mañana de un martes. Queríamos crear una película de ciencia ficción que [diera la sensación] como cuando eras niño, ibas en el autobús escolar en un día lluvioso y soñabas mientras mirabas [por la ventanilla] a las nubes, esa clase de atmósfera, alejándonos de la escala de las grandes superproducciones. Alejándonos del espectáculo. Intentábamos crear algo delicado y ligero. Bradford aportó mucha humanidad y belleza a la película”.
“Las películas de Denis parecen tener los pies firmemente plantados en la tierra”, apunta Young. “Siempre parecen muy presentes y a la vez cinematográficas. Pese a estar sumidas en el drama humano, en la realidad humana, siempre parecen estar dotadas de cierta magnitud. Siempre me ha atraído eso de su trabajo. He buscado oportunidades en las que pudiéramos centrarnos en el dilema humano, pero al mismo tiempo siempre he pensado que las películas deberían tener cierta escala. Deberían tener envergadura y perspectiva. A medida que maduro como director de fotografía, busco oportunidades en las que pueda filmar películas que posean ese espíritu”.
“Cuando Denis y yo empezamos a hablar sobre la película”, recuerda el director de fotografía, “una de las cosas que más nos preocupaban era que, como cineastas, a menudo inoculamos el proceso con nuestras propias ideas preconcebidas sobre cómo podría ser un género. En este caso, el género era la ciencia ficción, pero lo que queríamos era sentirnos tan sorprendidos por la llegada de los alienígenas como el espectador o los personajes de la película. Queríamos ser tan ingenuos como los personajes sobre lo que significa interactuar con una inteligencia alienígena. Eso nos permitió a Denis y a mí apartarnos un poco del proceso y decidir que esta película necesitaba ser cruda. Tenía que ser veraz. Cuando llegan los alienígenas en la nave espacial, todos nos sorprendemos, y nos sentimos tan asustados y compelidos a ponernos en contacto con ellos como los personajes del filme”.
Resultaba crucial que los alienígenas mantuvieran cierto aire de misterio, cierta cualidad de otro mundo. “A menudo, en las películas de ciencia ficción, los seres humanos ejercen una gran influencia en nuestra interpretación de lo que es una inteligencia alienígena”, explica Young sobre su intento de ir más allá de las ideas preconcebidas. “Aquí se trataba de alejarse de eso. ¿Y si los seres humanos no hubieran tenido ningún contacto con alienígenas? ¿Tendrían aleaciones? ¿Metales? ¿Llegarían con todas las cosas que damos por hecho porque, como inteligencia humana, tenemos acceso a todas esas cosas? Se trataba de ofrecer una visión distinta sobre lo sencilla y cruda que puede ser la vida para los seres humanos en la Tierra y lo sencilla y cruda que podría ser para una inteligencia alienígena. Queríamos reducir la escala y hacerlo muy personal, es en lo que nos hemos centrado desde el principio: hacer una película muy inocente y personal, pero con escala”.
Para diseñar y hacer realidad la estética del filme, Villeneuve colaboró estrechamente con su director de fotografía durante la preproducción y el rodaje, con su montador, Joe Walker, en posprestas enaoducción, así como con su diseñador de producción, Patrice Vermette, que ayudó a diseñar la nave espacial, con el supervisor de efectos visuales Louis Morin, que se encargó de hacer realidad los diseños de la nave y los alienígenas, con los artistas Carlos Huante, que ayudó a diseñar los alienígenas, y Martine Bertrand, que diseñó la lengua escrita de los alienígenas, con el diseñador de sonido Dave Whitehead, que ayudó a crear los chasquidos y ruidos de la lengua “hablada” de los alienígenas, con el supervisor de montaje de sonido Sylvain Bellemare, que creó el sonido que hacen las naves al moverse, y con el compositor Jóhann Jóhannsson, que creó la banda sonora.
“Todo empezó con Patrice Vermette, mi diseñador de producción y querido amigo”, comenta Villeneuve. “Hemos hecho muchas películas juntos y Patrice era con diferencia mi primera opción, porque es genial. Es culto, apasionado y no había hecho nunca una película ciencia ficción. Tenía todas las cualidades que buscaba y me pareció que aportaría una perspectiva novedosa al filme. Al principio, se suponía que las naves espaciales iban a ser redondas, como esferas, pero me pareció que eso ya se había hecho. No resultaba lo suficientemente extraño y ominoso. Se me ocurrió la idea de que la nave espacial tuviera forma de guijarro, como una piedrecita, ovoide. Basé la forma en un asteroide, o un pequeño planeta, llamado Eunomia [alias asteroide 15] que orbita el sistema solar. Tiene una forma increíble, como un huevo extraño”. Villeneuve siempre había dado por hecho, hasta que descubrió Eunomia, que todo en el espacio exterior, ya fuera un asteroide, un planeta o una luna, tenía forma esférica. “Esa [forma] extraña y perfecta me daba una sensación de mal agüero, misteriosa, sobrecogedora”.
Morin, que había trabajado con Villeneuve en su película anterior, “Sicario” (2015), sugiere que no aportó mucho al proceso de diseño. “Mi trabajo consiste fundamentalmente en realzar el plano y hacer que quede bonito, al fin y al cabo”, opina Morin. “El enfoque de Denis es que quería que resultara misterioso. No vas a tener a los alienígenas delante de las narices. Va a llevar mucho tiempo —los espectadores verán partes del alienígena y se harán una idea mental del aspecto que podría tener— y al final se llevarán una gran sorpresa”.
“Spielberg y ‘Encuentros en la tercera fase’ son probablemente una buena inspiración para lo que estamos haciendo”, explica Ryder sobre su punto de partida. “En primer lugar, tenemos una película sobre la llegada de unos alienígenas, no sales en busca de alienígenas, sino que son ellos los que vienen a nosotros. En segundo lugar, teníamos la oportunidad de diseñar algo que vemos por primera vez desde la perspectiva de nuestro personaje, de modo que entrar en una nave alienígena también nos impacta. A Patrice y Denis se les ocurrió algo realmente insólito”.
La nave espacial, apodada “el casco” en el guion, ocupaba además un espacio simbólico. “Había una relación con la vida, con el nacimiento, que era perfecta para la idea tras la nave espacial”, aporta Villeneuve. “Patrice y yo pensamos que la nave espacial debía estar hecha de un material que no existe en la Tierra. No es una nave reluciente. No es blanca, ni está hecha de metal o plástico, está hecha de una piedra extraña. No estamos seguros de qué es exactamente. Ni siquiera podemos adivinarlo”.
“Estamos intentando abordar esta perspectiva ingenua dentro del género y también a través de la fotografía”, explica Young. “Nuestra forma de filmar la película es mucho más cercana que otras películas de ciencia ficción. Decimos que la película es muy cruda, pero, en realidad, lo que es, es enormemente naturalista, e intenta ser lo más natural posible, a la vez que explora esa idea de la oscuridad. No la oscuridad como algo aterrador, sino como algo desconocido. Cuando entramos en la nave, que es en última instancia un templo, es un lugar donde se revelan ciertas verdades a la humanidad. No nos sentimos asustados por estar en la nave. Nos sentimos iluminados. A lo largo de la película, trabajamos con la oscuridad en todos los lugares que ocupan los humanos pero, cuando entramos en el espacio que ocupan los alienígenas, trabajamos con cierta claridad”.
“Cada vez que entran en la nave”, explica Young, “como espectador, quieres volver allí, porque es el espacio de la película en el que se pueden ver cosas, en el que se puede entender lo que significa ver evolucionar a los seres humanos. El otro lugar es un poco más oscuro, un poco más sucio, como lo calificamos Denis y yo. Hay una trayectoria visual en la que se empieza en un lugar oscuro, que es lo desconocido, y se acaba en un lugar que es un poco más elevado, que trata sobre ilustrarse y alcanzar una cierta comprensión de quiénes somos como seres humanos”.
LA SELECCIÓN DEL REPARTO
“Elegir al reparto de La Llegada fue lo más sencillo que he hecho en toda mi carrera”, afirma Villeneuve, “porque a todo el mundo le entusiasmó el guion. Amy Adams era la actriz con la que soñaba para este papel porque sabía que los espectadores creerían en esta película si la actriz creía en ella, ya que todo se ve desde su punto de vista”.
“Conocemos a esa civilización, a esos seres procedentes del espacio exterior, a través de ella”, prosigue Villeneuve, explicando la importancia de la protagonista principal. “Necesitaba una actriz que fuera lo bastante fuerte para hacernos creer eso, alguien con la vulnerabilidad, la sensibilidad, la gran inteligencia y el registro para trasladar eso a la pantalla. Su personaje, al fin y al cabo, está pasando por un proceso de luto muy extraño y hay un montón de matices distintos muy sutiles de ese proceso de luto que quería ver plasmados en la película. Necesitaba a una gran actriz. A Amy le encantó el guion y aceptó el papel enseguida, para mi sorpresa. Me quedé entusiasmado”.
Adams no tenía pensado embarcarse en ningún proyecto nuevo, pero no pudo rechazar el papel porque se quedó prendada al instante de la historia. “Era la esencia de la historia”, explica la actriz. “No sabía qué era lo que iba a hacer a continuación y me encontraba en un momento en que la verdad es que quería tomarme un descanso y limitarme a ser madre una temporada. Pero entonces leí el guion. Me llegó a lo más profundo de mi ser y sentí que realmente tenía que hacerlo. Me atraía muchísimo”.
“Denis es otra razón muy importante por la que me atrajo el proyecto”, admite Adams. “Tras leer el guion y quedarme entusiasmada con el personaje, me reuní con él. Su forma de verlo coincidía con la mía, lo que no siempre sucede; quería contarlo como una historia íntima de esa mujer, que casualmente resulta estar ambientada en un asombroso universo de ciencia ficción. Sabía que tendría mucha emoción, lo que me resultaba muy importante, pero, al mismo tiempo, resultaría visualmente interesante. Tenía una forma maravillosa de describirme el aspecto que tendrían los alienígenas y cómo se expresaría su idioma, es un director muy especial, un hombre muy especial”.
Villeneuve reconoce que el personaje de Ian Donnelly es algo diferente de los papeles que le ofrecen habitualmente a Renner. “Es algo inusitado elegir a Jeremy Renner, que es un tipo de actor más del estilo de James Bond o Jason Bourne, para [el papel de] un intelectual”, sostiene el director. “Creo que le gustó ese reto. Tenía gracia porque, de vez en cuando, durante el rodaje, tenía que ponerse a saltar como un conejo porque estaba demasiado contenido. Pero, en serio, Jeremy aceptó porque estaba soñando con volver a trabajar con Amy Adams. Se adoran”.
“Hacía cierto tiempo que Jeremy y yo queríamos trabajar juntos y esto suponía una oportunidad de hacerlo”, comenta Villeneuve. “Llegó cargado de generosidad, porque está ahí para apoyar a Amy, y me dejó asombrado con su talento y su excelente instinto. Logró darle esa dimensión de científico de una forma muy dinámica y divertida. La película le debe mucho”.
“No fue el personaje lo que me atrajo”, reconoce Renner, cuya principal motivación era trabajar con Adams. “Era un papel fenomenal para ella. Era un papel fenomenal para cualquier actriz. Mi papel estaba bien para mí, pero me interesaba más apoyarla a ella. La película se cuenta desde su perspectiva, siempre iba a ser su película. Además, me encantó el guion. Me pareció asombroso. Es una historia maravillosa”.
La historia fue también lo que atrajo a Forest Whitaker. “Lo que me llamó la atención, y he visto muchas películas sobre extraterrestres y cosas de ese tipo, era que la película trataba con un par de conceptos que resultaban muy interesantes, como si el tiempo existe o si el tiempo es cíclico”, explica Whitaker. “En segundo lugar, trata sobre la comunicación en sí y sobre la importancia de la comunicación para evitar los conflictos”.
“El guion está maravillosamente escrito y contado”, opina Whitaker. “Es un historia impactante e importante. Es una carrera por comunicarse. Son alienígenas, pero estamos todos intentando comunicarnos con ellos por todo el mundo y, sin comunicación, podría producirse el caos. Me pareció que eso resultaba muy interesante, y también ser el hombre que reúne al equipo e intenta comunicarse con ellos. Se encarga de tomar esas decisiones e intenta que sean las elecciones adecuadas para el país y para el mundo. Era un oportunidad emocionante”.
Michael Stuhlbarg, que interpreta al agente de la CIA Halpern, también se sentía entusiasmado. “Cuando leí el guion, me resultó fascinante la mezcla de géneros que esta película parece capaz de combinar, manteniéndolos en equilibrio, de forma tan maravillosa”, aporta Stuhlbarg. “Hay romance, ciencia ficción, drama y además es una aventura emocionante. Era divertido poder formar parte de eso del modo que fuera. Admiro mucho a Denis y el reparto es fantástico”.
“Otro factor importante que me atraía mucho era la oportunidad de trabajar con todos esos actores, Forest, Jeremy y Amy”, prosigue Stuhlbarg. “Son unos artistas asombrosos y he aprendido mucho trabajando con ellos, observando lo que hacen con tanta facilidad. Pero sobre todo cómo cuestionan cualquier cosa que tenga que ver con un momento concreto del guion. Es algo que sigue vivo cada día, no deja de cambiar, porque son muy inteligentes. Todos analizan detenidamente cada momento. No es algo exageradamente formal, muerto y preparado. Lo van inventando sobre la marcha y resulta emocionante”.
LOS PERSONAJES
Dra. LOUISE BANKS (Amy Adams)
“La historia de LA LLEGADA trata sobre Louise Banks, una lingüista que trabaja en una universidad del noreste de Estados Unidos”, explica Villeneuve. “El gobierno de los Estados Unidos la contrata para que se interne en una de esas naves espaciales y entre en contacto con los alienígenas, e intente traducir y entender el propósito de su visita. Trata sobre una relación con otra civilización”.
“Conocemos al personaje de Louise a través de la historia con su hija, que es una de mis partes favoritas de la película”, prosigue Villeneuve. “[Adams] aportó mucha humanidad, profundidad y una hermosa vulnerabilidad a su personaje, una melancolía que era lo que yo estaba buscando. Vemos a una mujer que se encuentra sumida en un proceso de luto, al haber perdido a su hija. Sientes que es alguien que no tiene nada que perder. Es muy bonito de ver; triste y, a la vez, hermoso. No tiene nada que perder, así que está lista para esta aventura”.
La pérdida de Hannah, la hija de Louise, es esencial para entender quién es Louise, es una parte fundamental de la trama, de hecho, la historia se narra como si Louise le estuviera contando a Hannah la historia de su vida. “Hannah es la hija de Louise y es muy especial para ella”, explica Adams. “Cuando los espectadores conocen inicialmente a Louise, está afrontando la pérdida de su hija, eso es lo que está viviendo cuando la audiencia la ve por primera vez, afrontando el amor y la pérdida, y lo que eso supone”.
“Es una intelectual, que vive en una universidad, no tiene nada y no está preparada para entrar en contacto con gente procedente de otro planeta”, comenta Villeneuve. “No tiene ni idea, pero va allí con mucho valor. Es un personaje muy valiente, lista para poner su propia vida en peligro porque cree que hay algo más hermoso, más profundo, con lo que puede entablar una relación”.
“La historia trata sobre muchas cosas distintas, pero una de ellas es lo que se conoce como la hipótesis de Sapir-Whorf, que es la idea de que el idioma que hablas determina cómo percibes el mundo, e incluso qué clase de pensamientos puedes tener”, explica Chiang. “La protagonista de la historia es una lingüista que aprende poco a poco un idioma alienígena, y eso cambia su forma de entender la vida”.
“Es el proceso lo que resultaba tan fascinante del relato corto, el guion y la película”, opina Levine. “Con suerte, se podrá percibir cómo va absorbiendo esa lengua. La teoría de Sapir-Whorf es que, si empiezas a aprender un idioma, empezarás a soñar y a pensar en él. Descubrimos a mitad de película que escriben simultáneamente las frases con ambas manos. Conocen el final de la frase mientras escriben el principio. A medida que Louise empieza a intentar escribir de esa forma, las sinapsis de su cerebro empiezan a conectar con ella y su manera de pensar. Cuanto mejor aprende el idioma, más confusos se vuelven sus pensamientos. Empieza a tener, no brotes psicóticos, sino flashbacks muy intensos de su pasado. ¿Por qué está ese idioma recuperando esos recuerdos de la hija que perdió?”.
Para prepararse para el papel y comprender mejor qué es lo que hace realmente un lingüista, Adams se reunió con uno. “Me reuní con un lingüista y me di cuenta de que era imposible aprender todo lo que sabe un lingüista”, sostiene Adams, a lo que agrega que hay un motivo por el que exige tanto estudio. Descubrió que ser lingüista es algo muy distinto a ser traductor. “Lo que me ayudó y liberó fue saber que hay distintos tipos de lingüística. El lingüista con el que hablé solo hablaba dos idiomas, así que eso me hizo sentirme más tranquila”.
“Aunque mi personaje habla un par de idiomas”, prosigue Adams, “estudia la trascendencia antropológica del idioma y la cultura, cómo se habla la gente entre sí y cómo se originan los idiomas. Leí mucho y me di cuenta de que no sería una buena lingüista, pero lo encontré fascinante y disfruté mucho ese aspecto. No entendía realmente, desde un punto de vista sociológico, lo que hacían los lingüistas y lo que era la lingüística, así que fue muy divertido aprender todo eso. Ahora comprendo mucho mejor cómo fue capaz entonces de descifrar un idioma”.
No obstante, descifrar un idioma alienígena implica mucho más que cualquier idioma humano. Por mucho que se diferencien las formas de pensar y comunicarse de las distintas tribus humanas, no es ni de lejos una diferencia tan grande a cómo se comunicaría una especie completamente distinta procedente de otro planeta. O qué relación podrían tener entre sí la lengua escrita y hablada de un pueblo alienígena.
“Louise comprende que no hay relación alguna entre la forma que tienen de hablar los alienígenas y lo que escriben”, explica Villeneuve. “Gracias a su experiencia, después de varias sesiones se da cuenta de que no hay relación alguna entre ambas. Se centra en el proceso de escritura, porque su forma de hablar le resulta imposible de descifrar”.
Villeneuve cree que también se está produciendo otro tipo de comunicación entre Louise y los alienígenas. “Los alienígenas la ayudan telepáticamente para intentar que sea capaz de entenderlos”, prosigue el director, “porque la han elegido. Los lingüistas que entran en las naves entablan relaciones con los alienígenas y, a los más abiertos, los alienígenas influyen en ellos y los ayudan a vislumbrar la primera clave sobre cómo descifrar ese idioma. Hay patrones en la escritura y, como con cualquier otro idioma, intentan descubrir esos patrones, pero cometen muchos errores. En realidad, parte del drama de la película surge de uno de esos errores”.
Adams considera que la experiencia le permitió entender mejor el mundo que la rodea y cambió su forma de ver la comunicación. Dice que también aprendió al observar a su propia hija. “Pienso en el idioma y en cómo informa la sociedad”, señala Adams. “Observando a mi hija con otros niños —me la he llevado ya a varios países distintos por trabajo— que no hablan el mismo idioma pero acaban comunicándose, descubriendo qué palabras tienen en común de manera natural, empiezas a darte cuenta de que la comunicación y el lenguaje se basan en muchas cosas más que las palabras que decimos. Empecé a verlo desde ese punto de vista y fue genial”.
IAN DONNELLY (Jeremy Renner)
“Es una historia muy cerrada, contada desde la perspectiva del personaje de Amy Adams, una lingüista a la que contratan para tratar de comunicarse con los alienígenas”, explica Renner. “A mí me contratan para ser el otro aspecto de ese equipo, un físico que intente la comunicación mediante las matemáticas. Parte del personaje que me resultaba interesante era que distaba mucho de cualquier otro que he interpretado nunca. Era muy matemático y científico, del hemisferio izquierdo del cerebro”.
Renner comenta que contó con expertos que le ayudaron a aparentar ser un científico de forma convincente, pero sus conocimientos de programación, lenguajes de programación y código binario lo ayudaron al menos a mantener la física bajo control. Señala que Villeneuve pretendía además que la ciencia de la película fuera accesible para la gente y nada confusa ni pedante.
Villeneuve y él hablaron sobre el papel. “Me dijo lo que no quería”, recuerda Renner. “No quería que fuera un informático lechoso, insulso, que se dedicara a escribir en su escritorio. Quería que tuviera vida y brío, mucha personalidad. Así era exactamente como lo veía yo. Me vino a la cabeza al instante una imagen de Richard Dreyfuss en ‘Tiburón’”.
“Aportó mucho humor, de una forma positiva, una energía maravillosa. La película lo necesitaba”, opina Villeneuve, “porque Amy era más melancólica, un personaje que sigue una trayectoria en la que está trastornada. Empieza a comportarse de manera extraña, estar en contacto con los alienígenas está cambiando su forma de ver el mundo, y se siente confusa y perdida. Necesitaba a alguien que se mantuviera anclado en la realidad y aportara dinamismo y humor a la película. Hizo un trabajo estupendo”.
“Tenemos muy buena química porque somos muy buenos amigos. Nos queremos y confiamos el uno en el otro”, comenta Renner sobre trabajar con Adams. “Incluso discutimos si necesitamos resolver algo. Aunque normalmente lo hacemos de una forma muy sana y solemos estar del mismo lado, tratando de descubrir cómo hacerlo de la forma más verosímil posible. Facilita mucho el trabajo cuando estás con alguien que es muy bueno en lo que hace”.
Algunas de las escenas favoritas de Renner son las más tranquilas con Adams. “Las de desarrollo de los personajes, como la de la parte de atrás del camión con Amy, esa fue una escena preciosa e íntima”, opina Renner. “Trata más sobre ellos que sobre el caos. Es la calma que precede a la tempestad”.
También intiman gracias a su insólita experiencia común de tratar de hablar con alienígenas y su particular reacción personal a algo tan extraño. “Es todo ese asombro y maravilla, y exceso de estímulos”, comenta Renner. “Acaba vomitando. No puede procesar lo que está viendo ahí dentro. Cuesta expresarlo con palabras”. Levine agrega: “A lo largo de la historia, se ve que empiezan a intimar y van apreciando el enfoque del otro. También se dan cuenta de que se encuentran juntos en esa situación increíble”, prosigue el productor. “A medida que aumenta la tensión en todo el mundo, empiezan a depender realmente uno de otro para resolver ese problema común”.
“Es estupendo trabajar con Jeremy”, declara Whitaker. “Tiene las ideas muy claras y está muy seguro. Es un personaje muy interesante, porque está como loco, entusiasmado por todo lo que están pasando. Jeremy es capaz de transmitir eso manteniendo los pies en el suelo. No sé si cualquiera podría hacerlo. Es capaz de hacer algo que en realidad es bastante complicado, interpretar ese entusiasmo como de niño, sin dejar por ello de ser un adulto y un profesional. Y aun así sigues sintiendo igualmente cómo disfruta”.
CORONEL WEBER (Forest Whitaker)
“El coronel Weber está en Inteligencia Militar y, la primera vez que lo vemos, se encuentra tratando de conseguir un sustituto para un lingüista que no fue capaz de aguantar la presión”, explica Whitaker. “Va a hablar con Louise para ver si es capaz de hacer ese trabajo. Esa es la primera vez que lo vemos y tenemos ocasión de conocerlo. Está reuniendo un equipo, un lingüista para superar la barrera del idioma y un físico para ver si es posible comunicarse mediante números, para disponer de las herramientas adecuadas para comprender [a los alienígenas]”.
Renner conocía a Whitaker por haber trabajado antes juntos. “Lo conozco desde hace mucho tiempo y trabajé con él en 2005”, observa Renner. “Es un tipo muy tranquilo y delicado. Muy generoso como actor. Aportó humanidad e inteligencia a un papel que podría haber sido muy monótono. En ese aspecto, es muy inteligente”.
“Todos sabemos que es uno de los mejores actores de la actualidad”, afirma entusiasmado Villeneuve. “Forest Whitaker es un maestro, y pude apreciarlo porque tenía el papel más duro de la película. El coronel Weber es un personaje escrito de manera complicada, porque aparece en ciertas escenas como un obstáculo, es un personaje brusco y desagradable. No tenía mucha profundidad sobre el papel y Forest fue capaz de dotar de presencia, sabiduría y dimensión al personaje de una forma que me dejó sumamente impresionado. No fue un proceso sencillo para Forest, tuvo que trabajar mucho durante el rodaje y se lo agradezco un montón. Fue muy generoso”.
Villeneuve y Whitaker hablaron sobre el papel. “Cuando Denis hablaba sobre el coronel Weber [a menudo] era sobre el hecho de que acababa convirtiéndose en una especie de figura paterna, en cierto modo, de los personajes de la película”, recuerda Whitaker. “Cuida de ellos, los supervisa y los anima, y los ayuda a superar a sus miedos y descubrir su propio potencial”.
Whitaker encontró bastante complicado interpretar lo que describe como “autoridad tranquila y seguridad”. Prosigue: “Ha sido difícil interpretar a la figura paterna, ser capaz de reprender, pero hacerlo con una fuerza contenida”.
“Es una figura dudosa, alguien que representa el sentido común, [que se encuentra] bajo presión”, agrega Villeneuve. “Es quien tiene que aguantar la presión del gobierno y de la gente. Intenta protegerlos y ser un buen líder. Aporta al personaje la dignidad que yo esperaba”.
Whitaker se documentó para el papel. “Estuve mirando un poco el tema de la lingüística, para tratar de entender lo que era, las cuestiones técnicas y algunas de las referencias”, explica Whitaker. “Ya he interpretado antes a otros militares, así que esta vez no tuve que invertir el mismo tiempo preparándome in situ y todo eso, mantuve conversaciones con varios militares y les hice preguntas muy concretas, a menudo sobre una escena determinada. Uno de los personajes, el agente de la CIA, saca un arma y quería comprender cómo reaccionaríamos. Me pareció que provocaría cierta reacción por mi parte y por la de todos los demás, así que me explicaron algunas de las cosas que probablemente diría cuando, por ejemplo, [el agente Halpern] está con nosotros y está apuntando con un arma al personaje de Amy. Le dice que deje de hablar por teléfono con alguien de China. Sacan las armas, le apuntan y, si no obedece mis instrucciones, le dispararán. Ese detalle tan simple resultó interesante”.
Sin embargo, el papel del coronel Weber no es enteramente benévolo y fuerza a Banks y a Donnelly a ir en direcciones que no elegirían por sí mismos. “No deja de presionarles”, comenta Whitaker, “y, en última instancia, cuando los fuerza a comunicar la palabra ‘arma’ a los alienígenas, desencadena una serie de acontecimientos”.
AGENTE HALPERN (Michael Stuhlbarg)
“Michael es un actor que me encantó en la película de los hermanos Coen ‘Un tipo serio’”, explica Villeneuve. “Me quedé entusiasmado cuando aceptó el papel. El personaje de Halpern, el agente de la CIA, estaba escrito en un tono un poco monocorde, no tenía matices. Michael aportó esos matices al personaje, así como inteligencia, ingenio y una presencia que no estaban escritos”.
“Parte de lo que este papel representaba para mí era la oportunidad de averiguar quién era ese tipo un tanto críptico”, aporta Stuhlbarg. “Seguí el ejemplo de Denis. Aporté mis propias ideas —ideas físicas sobre el aspecto que podría tener, en quién podría basarse— pero, al final, lo fuimos descubriendo escena por escena. Siento curiosidad por ver cómo quedará, porque a veces llegas a estos trabajos con una idea muy clara de lo que crees que quieres hacer. Esta fue una ocasión en la que quería colaborar con el director y tratar de hacer realidad su visión, dentro de la visión más amplia de cómo sería toda la obra. Ha sido verdaderamente divertido”.
Realizó una cierta labor de documentación. “Me reuní con un antiguo miembro de la CIA y le hice una serie de preguntas sobre cuáles podrían ser mis responsabilidades”, explica Stuhlbarg. “Me sugirió el libro de James Olson ‘Fair Play’, que trata sobre las implicaciones morales del espionaje, que resulta interesante en lo referente a cómo podría ser la vida interior de esa persona. Desmontó ciertos mitos que yo tenía sobre la clase de personas que trabajan para la CIA. Los hay de todas las formas y tamaños, no hay una conducta típica de la CIA. Eso me resulta interesante, tratar de acabar con los mitos y encontrar la humanidad de alguien que hace muchas preguntas y lo que le interesa fundamentalmente es ir al grano sobre lo que está pasando”.
“Representa al gobierno, así que es los ojos y oídos del presidente y el Departamento de Estado”, explica Stuhlbarg. “En cuanto a cómo lo ven los demás personajes, se convierte en una especie de obstáculo para ellos. Me pareció que sería divertido de interpretar. Está tan desconcertado como todos por lo que sucede [a continuación], pero al mismo tiempo su trabajo habitual consiste en acumular información y tratar de valorarla. En este caso, resulta que son visitantes del espacio exterior. Está acostumbrado a verse en situaciones de mucho estrés. Independientemente de con qué se encuentre, puede filtrarlo según lo que tiene que hacer y tomar decisiones muy lógicas bajo presión. Eso es lo que hace todo el tiempo”.
Su relación con el coronel Weber es puramente profesional. “Con el coronel Weber, él es quien manda aquí, yo soy un mero invitado en su casa”, explica Stuhlbarg, “pero al mismo tiempo gozo de la confianza del gobierno. Es una de esas relaciones amigo/enemigo entre los militares y la CIA. ¿Quién tiene el poder en un momento concreto? ¿Quién tiene la fuerza? ¿Qué necesitamos saber, qué información precisamos, para llegar donde todos queremos ir?”.
“Una de las partes interesantes de la historia es el hecho de que estas naves flotan sobre doce puntos distintos del planeta”, opina Stuhlbarg. “Una de las cosas más difíciles en general en la vida es comunicarnos entre nosotros, cada uno en su propio idioma. Tener que comunicarse con otros países, otras costumbres, culturas, creencias y supersticiones, y tratar de obtener conocimientos de países que puedan ser nuestros enemigos políticos, presenta un reto interesante”.
“Ayer hicimos una escena que, sobre el papel, parece tener tal vez unas siete líneas garabateadas por el guionista, que se transforman en acción física. Así que eso que podrías haber leído por encima, de repente se convierte en algo enorme”, recuerda Stuhlbarg, que quedó impresionado con la escala de la película al ver cómo se rodaba. “Tienes a 150 hombres y mujeres vestidos de la cabeza a los pies con uniforme de faena, trasladando cajas de un lado a otro, es básicamente la evacuación del espacio del que nos hemos apropiado en mitad de una pradera, porque creemos que va a sufrir un ataque de un momento a otro. Así que, lo que aparentemente no era nada sobre el papel, cobró vida de una forma extraordinaria”.
CAPITÁN MARKS (Mark O’Brien)
“Interpreto al capitán Marks”, aporta Mark O’Brien. “La primera vez que lo vemos es cuando se reúne con los personajes de Jeremy y Amy. Tiene que guiarlos por todo el proceso para llevarlos a ver a los alienígenas. Los lleva a un mundo que aún no conocen. No saben adónde van, nunca han visto esto antes y no son militares. Ni siquiera se conocen entre sí y se ven metidos en esa situación. Todo es muy confuso para ellos, todo es nuevo”.
“Siempre he interpretado a personajes con las ideas muy claras”, comenta O’Brien. “Este es un personaje muy franco, reservado, pero fuerte, y resulta diferente para mí, es un reto genial. Hay muchos momentos de la película en los que lo único que tengo que hacer es estar allí, muchas veces estoy apoyando a los demás actores con mi presencia. A veces ni siquiera hace falta decir nada, basta con estar allí y experimentar el momento con ellos”.
O’Brien señala que Villeneuve comparaba al capitán Marks con un tiburón en un acuario. “Su forma de reaccionar es con una calma contenida pero, por dentro, está listo para lo que haga falta”, prosigue O’Brien. “No sabemos qué va a pasar aquí. Intentar contener eso es mucho más interesante que dejarlo escapar”.
En muchos aspectos, el capitán Marks representa el miedo, aunque el personaje se mantenga aparentemente tranquilo. “La reacción natural de mucha gente alrededor del mundo, entre ellos los civiles y los medios de comunicación, es que es un peligro. Todo el mundo teme siempre a lo nuevo”, explica O’Brien sobre la reacción general a la llegada de las naves a la Tierra. “Imagina algo de otro planeta y lo que eso provoca, hace salir la animosidad que tenemos en nuestro propio mundo. Se ve cómo las diferentes partes del mundo intentan afrontarlo y cómo, si una parte del mundo lo afronta de forma distinta a otra, puede provocar divisiones. Muestra todos esos distintos conflictos, que son todos muy tontos cuando realmente te fijas”.
“Tal vez no sea más que mi teoría”, aporta Ryder, “pero en lo más profundo de la mente de la mayoría de la gente, estamos casi esperando que esto suceda algún día, poner las noticias y ver que nos ha visitado o abordado una especie alienígena. Creo que está ahí. Es posible. Si pasara, habría pánico y miedo, pero también habría una tremenda curiosidad. Cuando nos pusimos a hacer esta película, queríamos reflejar ese miedo, esa curiosidad y, sin duda, ese pánico que se produciría con la llegada de esas cosas”.
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