El responsable de esta banda sonora es el compositor Joel P West con quién ya había trabajado anteriormente el director Cretton en dos de sus trabajos: «Las vidas de Grace (Short Term 12)» y «El castillo de cristal”. Además el compositor cuenta con otros de sus créditos cinematográficos como lo son «Grandma» y «Chef’s Table”. También es conocido por sus bandas The Tree Ring y Flood Coats. El pasado 2019, lanzó dos álbumes de producción propia, titulados Smaller y False Klamath.
Para la elaboración de esta partitura en la fase de posproducción, el director Destin Daniel Cretton trabajó con el montador Nat Sanders en la sala de montaje conjuntamente con el compositor Joel P West, en la sala de grabación para terminar el trabajo de «Cuestión de justicia”.
Al crear la banda sonora, West afirma que incorporó varios géneros musicales diferentes. “Hay influencias de jazz, gospel, R&B y hip-hop. Bryan Stevenson creció tocando en teclado en la Iglesia AME, así que yo también quería aportar eso a la música. No intentamos imitar ningún estilo en particular, solo incluir elementos de esas historias y tradiciones vibrantes”.
Y es que West adoptó un enfoque peculiar a la hora de componer la música para que reflejara a lo que se enfrenta Bryan a medida que transcurre la historia. “La música es muy cíclica», explica, «con una sensación parecida a la de un disco rayado, porque ese es el mundo en el que Bryan trabaja en la película, un mundo en el que las personas están atrapadas en un sistema de racismo e indiferencia institucionalizadas, y a pesar de que Bryan intenta vencerlo, vuelve a surgir. Así que creamos mucha música que diera la impresión de que está atrapado en un ciclo, y solo hacia el final de la película empieza a salir de ese ciclo”.
Finalmente West siendo un fan de la música que supera todos los límites consigue en Cuestión de Justicia es esa autenticidad que se convierte en originalidad. Ya que para su proceso creativo implica un gran proceso de investigación para encontrar referencias conceptuales en lugar de utilizar las tradiciones del género. El resultado es un estilo musical versátil totalmente personal pero que no se limita a un estilo o instrumentación.