Desde hace ya un tiempo, hemos sido testigo del creciente auge por el genero de terror, y sin duda, una exitosa saga de este arte cinematográfico es el Universo de Expediente Warren (The Conjuring). Además de que el pasado año se estrenó Annabelle: La creación, que sin duda ayudó al público a olvidar su predecesora deslucida, Annabelle, con lo que los principales responsables de la saga James Wan y Gary Dauberman regresan con La Monja (The Nun). Esta última entrega es un spin-off relacionado con los orígenes de Valak El Profanador, el espíritu protagonista de la historia de Expediente Warren: El caso Enfield. Cabe destacar que La Monja no es tan infame como Annabelle o tan destacada como las anteriores cintas de Expediente Warren, definitivamente es una divertida película de terror que nos prepara para lo que se acerca en el próximo mes previo a la noche de Halloween.
En cuanto a la trama, esta tiene lugar en 1952, un suicidio convierte a las monjas enclaustradas en la Abadía de Santa Carta en el centro de atención de El Vaticano. Que decide investigar lo ocurrido y para ello envía a un sacerdote especializado en casos sobrenaturales (Demian Bechir) y a una joven que está a punto de convertirse en monja (Taissa Farmiga) terminan en medio de lo más profundo de Rumanía para investigar las circunstancias que rodean este incidente con la ayuda de un vecino (Jonas Bloquet), que además descubrió a la monja suicidada. Desde el principio, todo no es lo que parece ser, ya que esta pareja de investigadores están decididos a profundizar en el misterio que rodea a estas monjas enclaustradas, y el mal que han jurado proteger contra nuestro mundo. Y no pasará mucho tiempo antes de que se ponga a prueba la fe de todos los involucrados, ya que Valak está listo para abandonar la abadía, sin importar quién se interponga en su camino.
Así pues el director Corin Hardy se adentra en el universo de Expediente Warren y lo hace de forma muy sombría, y se atreve a añadir ciertos momentos cómicos que evitan que la película se vuelva demasiado oscura y densa y con lo consiguiente, demasiado aterradora. Sin llegar a aburrirnos, ya que desde el primer momento veremos como el talento y la química de Demian Bechir y Taissa Farmiga se complementan entre sí, solidificando esa relación a medida de que avance La Monja. Pero no están solos, ya que les ayuda el personaje de Jonas Bloquet, destacar, que simplemente es llamado por el mismo como Franchute. Y este añade cierto aire encantador y cómico a la historia, también nos ayudará a distraernos y a bajar la guardia para conseguir asustarnos en cualquier momento.
Con lo que La Monja es, tal vez, la película más ligera de las anteriores de la saga Expediente Warren, ya que el humor difunde esa tensión en algunos casos, y en otros momentos puede desviarte de la trama principal de la película. Después de conseguir asustarnos con Expediente Warren 2 El caso Enfield y con Annabelle: Creación, más de uno hubiera pensado que esa racha de terror desmesurado continuaría con la misma fórmula establecida anteriormente en esta franquicia. La Monja no es el caso definitivamente, ya que los sustos de La Monja no tiene que mostrarnos nada que no hayamos visto antes, ya sea en este universo como en el de terror en general.
A pesar de estos defectos, si se me permite llamarlos así, La Monja, sigue siendo una película la cual consigue llamar la atención del público con ese vínculo interno a las anteriores películas de Expediente Warren. Y si se me permite, la película añade información de como conecta Valak a nuestro mundo, así como también sobre cómo se establece la conexión con las historias de ambas películas de Expediente Warren y poco más, tampoco añade mucho más sobre su origen real ni particular, ya que se da por explicado brevemente al conocer el origen del convento en el que tiene lugar esta historia . Por lo tanto, y aunque esta no sea una película particularmente aterradora, sigue siendo una película con narración muy tensa y aterradora que conecta más con el universo cinematográfico de James Wan.