Con la excusa de que se ha acabado la segunda temporada de The Good Place voy a aprovechar para hablaros de ella. Para el que no sepa de que va, aquí un pequeño resumen: la serie empieza mostrándonos a los cuatro protagonistas, Eleanor, Chidi, Tahani y Jason, llegando al cielo, capitaneado por Michael y su ayudante robot, Janet. Y, aviso, acabarás queriendo una Janet en tu vida. Después de su muerte y conforme van pasando los minutos y los capítulos nos damos cuenta de que nada es lo que parece y que están en un falso cielo como castigo por su vida llena de malos actos o no tan malos, según como se mire porque ya sabemos que lo bueno y lo malo son un tanto relativos. ¿hasta qué punto afecta nuestro comportamiento al futuro? ¿Es un buen acto algo que hacemos porque de alguna forma nos beneficia? ¿Podemos realmente escapar de nuestra propia naturaleza? ¿Podemos cambiar si nos esforzamos? Conforme avanza la primera temporada vemos como nuestros protagonistas intentan buscar una solución a este conflicto de cielo e infierno pero sobre todo intentan encontrarse a ellos mismos y aprender de sus errores aunque descubrirán que no es tan fácil como parece.
Hasta aquí todo bien. Yo encontré esta primera temporada en Netflix y la devoré. Capítulos de 20 minutos, graciosos, frescos, personajes entrañables y una trama, si se me permite, bastante original… Tampoco esperaba menos del creador, Michael Schur, que ya hizo mi amada Parks and Recreation (que ya podéis disfrutar en Amazon Prime).
Y entonces llegó la temida segunda temporada de toda serie. En la que las expectativas están altas y el hype de la espera es intenso. Y, la verdad, que la continuación de la historia ha sido bastante floja aunque no del todo. Me explico. La serie mantiene el aire fresco y gracioso de la primera temporada pero ha flaqueado un poco. Durante la primera mitad explotaron demasiado el desarrollo de “estamos atrapados y tenemos que salir de este falso cielo” y se hizo bastante pesado ver capitulo tras capitulo las pruebas y errores de los personajes. Tampoco ayudó el parón de casi 2 meses que sufrió la serie (recordad que es una serie de NBC en colaboración de Netflix y es una de esas series que suben capitulo a capitulo a la plataforma). Aún así, en los dos últimos capítulos finales la serie consigue salir triunfadora de su zona de confort. Y nos muestra como los chicos tras escapar desde el infierno son evaluados por una gran juez supremo todopoderoso (Maya Rudolph), que los reevaluará para darles un nuevo lugar en este universo. Aunque la aventura no sale como esperan y el Todopoderoso Michael (Ted Danson) tiene que llegar de nuevo en su auxilio mandándolos otra vez a la tierra para lo que parece una nueva reevaluación de sus vidas.
A mi gusto me ha faltado que explotaran más la trama de la posible historia de amor entre Chidi (William Jackson Harper) y Eleanor (maravillosa Kristen Bell) pero tras el final de la segunda temporada no pierdo la esperanza.
Porque sí, vamos a tener una tercera temporada de The Good Place en la que podremos ver que pasa tras este giro. Así que no perdáis el tiempo y pasad un buen rato con The Good Place hasta que llega la nueva temporada. Tenéis buen rollismo y risas aseguradas. Y, cuando veáis a mi querida Janet (D’Arcy Carden) saludadla de mi parte.