«Sabes, cuando era… Cuando tenía 16 años, mi padre me dijo que si no… renunciaba a la música y me casaba con un banquero aburrido, él me desheredaría. Es verdad. Por supuesto, él no entendía a los músicos. Preferimos estar sin pan, que sin Mozart, ¿no es así? Ni siquiera es una elección para nosotros. Por supuesto, él me desheredó, pero, conseguí un pequeño apartamento en Filadelfia… y me ganaba la vida, enseñando piano a los niños. Y tocábamos El Cisne y… Esa era mi favorita. Por supuesto, volvió con el tiempo… y, luego me puso de nuevo en el testamento».
«La gente puede decir que no sé cantar, pero nadie podrá decir nunca que no canté».
«Bueno, esto es hermoso. Gracias. Muchas gracias a todos. Saben, hace años cuando fundé el Club Verdi, nunca podría haber imaginado que iba a estar aquí esta noche, 25 años después, con mi amado esposo a mi lado. Música… La música ha sido, y es, mi vida. La música importa. Gracias. Y en este momento oscuro de nuestra historia, con nuestros valientes chicos que luchan por la civilización misma, importa más que nunca. Así que imploro que sigan apoyando… a la vida musical de esta ciudad».
«Tenemos que ayudarla, porque… sin lealtad, no hay nada...»
“– He conocido pacientes que sobreviven 20 años con la sífilis, pero nunca cerca de 50. Estoy impresionado. ¿Cuál es su secreto?
– Música. Ella vive para la música.”
«La música es mi vida».