Este fin de semana se estrena por fin en nuestro país “Los Juegos del Hambre”, la primera de las tres películas basadas en las novelas de Suzanne Collins. Su debut en Estados Unidos se saldó con una recaudación de nada menos que 155 millones de dólares tras su primer fin de semana en taquilla; todo un logro para una cinta cuyo su presupuesto era de solo 78 millones de dólares.
No es de extrañar el éxito de la película, ya que la trilogía literaria ha sido uno de los fenómenos más sonados, desde Harry Potter o Crepúsculo. Era cuestión de tiempo que la industria cinematográfica se hiciera con la idea y en el guion del film ha colaborado muy estrechamente la propia autora de las novelas, junto a Billy Ray y Gary Ross.
Ross ha sido además el encargado de dirigir la propuesta, llevando a cabo el que es su tercer largometraje, tras “Pleasantville” (1998) y “Seabiscuit: Más allá de la leyenda” (2003). Como base de partida ha tomado el argumento de Collins, pero lo ha desarrollado un paso más, al introducir elementos clave de la cultura popular, que van desde “El malvado Zaroff” (1932), hasta las novelas de Stephen King y por supuesto “Battle Rovale” (2000).
A esta primera toma de contacto, le seguirán otras dos cintas que completaran la saga; de hecho la segunda de ellas ya tiene fecha de estreno: noviembre del 2013.
La actriz protagonista del film es la joven Jennifer Lawrence, cuyo caché se ha visto elevado gracias a su nominación a los Oscar de 2011 por su papel en “Winter’s bone”, y por su actuación en películas de culto como “X-Men: Primera generación”. En esta ocasión compartirá cartel con Liam Hemsworth (“Señales del futuro”, “La última canción”), Woody Harrelson (“Bienvenidos a Zombieland”, “Bunraku”), Wes Bentley (“Encontraras dragones”), Donald Sutherland (serie “Los pilares de la Tierra”), Stanley Tucci (“Margin call”, “Capitán América”) y la debutante Willow Shields, así como el cantante Lenny Kravitz.
El proceso de selección de los actores que darían vida a unos personajes literarios tan queridos por los lectores de la saga, suscitó gran expectación sobre todo en la red: «La gente tenía su propia opinión sobre quién debería encarnar a cada personaje, y evidentemente, eso generaba una gran presión», asegura la productora Nina Jacobson. «Así que comenzamos el proceso de casting y hablamos mucho sobre buscar la esencia de estos personajes en los actores».
El gran reto fuel elegir a la interprete que daría vida a Katniss, dado que el carácter del personaje requería de una actriz que supiese meterse en la piel de una luchadora, pero a la vez ser una joven cuyo desarrollo sentimental está en plena efervescencia. «Es una cazadora, una arquera y una atleta, y cuando comienza la historia, ya cuenta con una increíble habilidad para protegerse a ella y blindar a su familia», describe Gary Ross. «Una de las cosas de las que hablé con Suzanne fue de que era como una especie de Juana de Arco: alguien que no puede evitar enfrentarse a los tiranos y que, en última instancia, utiliza su valor para desafiar al Capitolio». La propia autora se dirigió a los lectores para dar su aprobación a la elección de Lawrence, ya que según ella: «Jennifer es una actriz increíble. Tan fuerte, tan vulnerable, tan hermosa, implacable y valiente. Nunca pensé que encontraría a alguien tan excepcional para este papel».
La importancia de Katniss/Lawrence, no solo redundaba en su capacidad para definir el centro dramático de la historia, sino que también era clave para establecer el diseño visual que adoptaría la cinta. Por eso el directo, decidió formar tándem con el director de fotografía Tom Stern (colaborador habitual de Clint Eastwood), para mantener el punto de vista de la primera persona, igual que en el libro: «Implicaba rodar con un estilo urgente e intensamente personal, algo que siempre había querido hacer pero que nunca había encajado en mis anteriores películas», dice Ross.
En cuanto al diseño de producción, quedó en manos del diseñador Philip Messina, capaz de recrear a la perfección la nación ficticia de Panem. Para dar vida a ese conglomerado retrofuturista que Collins describe en sus novelas, Messina utilizó varios rincones de Carolina del Norte: «Es como si cogieras los Estados Unidos de mediados de siglo y la época de la Gran Depresión y de pronto los trasladaras al futuro lejano, con toques de alta tecnología», describe el diseñador. «El libro creaba un universo alternativo donde, por una parte, tenías a personas escarbando en la basura para sobrevivir y, por otra, hay naves aerodeslizantes. Y queríamos ser fieles a esa visión».
De este modo, el humilde hogar de Katniss y su familia ubicado en Seam, una zona minera del Distrito 12, lo podemos encontrar en un grupo de casas de los años 20 en Henry River. También hubo que reproducir el Capitolio, la base del poder en Panem; y para ello Messina se inspiró en los edificios de la Exposición Mundial de 1936 en Nueva York. En cuanto a la recreación de la Arena, fueron muy útiles los bosques de Carolina.
Ross también pudo contar con la ayuda de la diseñadora de vestuario Judianna Makovsky, cuyos diseños estaban destinados a diferenciar el estatus de las gentes de los distintos Distritos; así como los habitantes del Capitolio: «Los Distritos tienen unas paletas cromáticas muy limitadas», explica. «Son grises y azules grisáceos. Luego, cuando llegas al Capitolio, encontramos dos paletas cromáticas: una con sus tonos pastel brillantes, con muchos fucsia y turquesa, y la otra con amarillos y verdes más ácidos». En cuanto a los diseños para Katniss, el traje estrella era el de “La chica en llamas”: «Queríamos que el traje fuera más fashion que los típicos trajes de baile. Añadimos cristales de Swarovski que hacen que brille cuando se mueve pero, cuando está quieta, no es más que un bonito vestido con tablas que recuerdan a una llama».
Un trabajo duro también para los actores, que tuvieron que trabajar durante 8 semanas para preparar las escenas de lucha y acción, siendo capaces de disparar flechas, arrojar lanzas o trepar a los arboles. Fue tarea de Chad Stahelski y Allan Poppleton entrenar a los actores para poder filmar las escenas de enfrentamientos que veremos en el film: «Lo más interesante es que Gary en realidad no quería que la acción fuera fruto de una coreografía, así que intentamos crear una lucha emocional y más salvaje y espontánea», dice Stahelski. «Analizamos cada personaje y hablamos sobre sus destrezas, su nivel de energía y su forma de moverse, y construimos las secuencias de acción a partir de todos esos elementos». El gran hándicap de Lawrence fue manejar el arco, pero también tuvo que enfrentarse a una pared de fuego obra de Brandon McLaughlin y Steve Cremin, y para la que hicieron falta arboles de acero capaces de resistir las llamas.
Un complejísimo trabajo que sin embargo nos hará sentirnos parte de la historia. Así es como todo empieza, en una nación llamada Panem, situada en lo que alguna vez fue América del Norte. La nación está dividida en doce distritos, y anualmente cada uno debe enviar a un chico y a una chica para que participen en los Juegos del Hambre, celebrados desde hace más de 74 años. Es un juego de supervivencia televisado a toda la nación y que sirve tanto de entrenamiento como de táctica de intimidación para el pueblo; ya que el juego se basa en una lucha a muerte entre los Tributos de la que solo uno puede salir vencedor. Una de las participantes de este año será Katniss (Jennifer Lawrence), que se ha ofrecido voluntaria para sustituir a su hermana (Willow Shields), elegida como Tributo en primer lugar. Katniss tendrá que hacer frente al resto de competidores, la mayoría de los cuales llevan años entrenándose para la ocasión, por eso a ella no le queda otra solución que la de recurrir al antiguo campeón Haymitch Abernathy (Woody Harrelson), y a sus instintos si quiere sobrevivir.