Crítica de La Ciudad de las Estrellas: La La Land de Damien Chazelle

Por fin llegó el momento, La Ciudad de las Estrellas: La La Land, la gran triunfadora de los Globos de Oro y de los Critic´s Choice  Movie Awards entre otros premios llegará a las salas de cine el próximo 13 de Enero y con ella las sonrisas comienzan casi de inmediato, y es que la película empieza con un guiño al cine clásico con el logo de CinemaScope en los créditos de apertura mostrándonos así que estamos ante algo histórico, nostálgico y divertido. La sonrisa se amplía durante la secuencia de apertura, un número musical impresionante situado en medio de un atasco en una autopista de Los Ángeles, en la que el director Damien Chazelle se saca un truco casi mágico ante el resultado de este espectacular e impresionante, pulso de cultura pop.

La Ciudad de las estrellas: La La Land se centra en la historia de dos almas inquietas y creativas que intentan mantener una relación amorosa mientras que persiguen sus sueños respectivos. Mia (Emma Stone) es una aspirante a actriz que trabaja en una cafeteria situada en Warner Bros. Studios porque le gusta estar rodeada por todo lo que significa Hollywood. Sebastian (Ryan Gosling), por su parte, es un pianista de jazz que quiere abrir un club de jazz tradicional, porque teme que el género que tanto ama se esté muriendo lentamente y llegue a desaparecer algún día. Así que estas dos talentosas estrellas deciden pausar sus trayectorias y sueños para ver si el amor es posible en este «paraíso» (Hollywood).

Seb y Mia compartiran un viaje hasta cumplir sus sueños

Justo en los primeros momentos de La La Land, hay un guiño o broma visual cuando Mia abandona una audición, sugiere que su cabello rojo, su piel pálida y hasta su camisa blanca la han convertido en una más del montón de artistas «parecidos», mientras esta ciudad ahoga a todos esos aspirantes de Hollywood. Una multitud que fácilmente la traga, y esta empieza a desvanecerse. En cambio, La La Land es todo cuanto menos rutinario, un destacado musical contemporáneo que se basa en el impulso creativo de Chazelle al igual que ya nos demostró con con su deslumbrante e inquietante Whiplash.

El director combina el resplandor del encanto “noir” del antiguo Hollywood con la deprimente experiencia que se ha convertido con el paso del tiempo hasta llegar al actual y moderno negocio de espectáculos, y en la que el director va mejorando su habilidad y precisión, para presentarnos imágenes sorprendentes con diferentes coreografías y números musicales realizadas con una toma única.

Y no es que La La Land sea capaz de mantener ese momento narrativo tan intenso y optimista durante todo el metraje. No puede, veremos que la película se calma mientras Mia y Sebastián tratan de evitar los obstáculos comunes en asuntos del amor. Sobre todo cuando uno de ellos experimenta más éxito que el otro, y es con ese éxito cuando se interpone ese compromiso. La cinta nos mostrará ciertos momentos en los que creeremos que parecen insignificantes o que carecen de valor hasta que nos damos cuenta de que más adelante esos momentos son realmente importantes. En La La Land también encontraremos ciertas conversaciones perspicaces – ligadas al jazz, pero que también podrían aplicables a la industria cinematográfica – sobre las ideas «revolucionarias» enfrentadas a mantener un aire al «tradicionalismo», aferrándose al pasado construyendo algo a largo plazo, hacia el futuro. Así que tomando este contexto, La La Land de Chazelle nos demuestra que los musicales, una vez fueron tan comunes como el western de Hollywood, y estos NO tienen que ser reliquias cuando son tan innovadores, enérgicos y vigorizantes como nos demuestra La Ciudad de las Estrellas: La La Land.

Si es cierto que el talento de La La Land es incalculable y es evidente la química que desprenden Stone y Gosling. En esta cinta Stone irradia un aire de madurez interpretativa en cada escena, ¿será este su mejor papel en la carrera de Stone?, una mujer valiente en medio de la ciudad de las estrellas sin tanto éxito como desearía, la aspirante a aspirante a actriz, siguiendo paso a paso de forma elegante y equilibrada el viaje de Mia. Sobre Gosling nos demuestra que es capaz de sorprendernos con cada papel y género, siendo capaz de solidificar fuertemente su carrera paso a paso de forma contundente, como podemos apreciar en algunas partes de esta película, una inspiradora historia del cine dentro del cine.

Una historia del cine dentro del cine

La La Land tiene una oportunidad única de conseguir varios premios Oscar, y no precisamente porque sea la mejor película del año (aunque si una de las mejores películas de este año), sino porque es la película más «cinefila» (una película de cine sobre el cine dentro del propio cine) que verás de este 2016 (ya entrado 2017), y normalmente la Academia tiende a recompensar lo que adora y entiende. Así mismo La La Land nos ofrece una oda amorosa, un tributo glorioso, y una continua canción que envuelve todo lo que le rodea por parte de sus creadores.

Lo que también está claro es que esta película romperá 1.000 corazones, mientras que los cientos de jóvenes esperanzados se deciden a cumplir sus sueños con aires renovados.

Sobre el Autor

Alfi

Diseñador e ilustrador, amante del séptimo arte, devorador de Bandas sonoras y de videojuegos, y un fiel servidor al Orden Jedi.