Jurassic World: El Renacer se convierte en la séptima entrega de la saga Jurassic Park. Nada más empezar, la película podemos ver una lona que cae sobre un T-Rex fosilizado en un museo que nos recuerda a algo. Y es que estamos ante un nuevo mundo ficticio que podría servir como una metáfora de la propia franquicia. Porque, después de la era de Colin Trevorrow, esta nueva película de Gareth Edwards está tratando de hacer un reinicio. Nuevos personajes, nuevas especies, nueva misión, nuevos lugares, el tema original de John Williams sigue presente y te hará vibrar el corazón. El resultado, a pesar de tratar un nuevo comienzo, no añade nada nuevo, pero nos ofrece un paseo más enérgico, desigual y en su mayoría agradable.
A pesar de toda la novedad, Jurassic Park: El renacer nos brinda una película de amor por la cinta original de Spielberg. Y es que Edwards y el guionista original de Jurassic Park, David Koepp, se divierten mucho jugando con los elementos básicos de la saga. Paseos por la jungla, persecuciones emocionantes, situaciones intensas, algunos debates éticos, humor simple, un dinosaurio adorable y el uso de bengalas para huir. Con lo que encontraremos así muchos guiños sutiles a la cinta original.

Zora lidera un grupo que es enviado a extraer muestras de sangre de tres dinosaurios enormes para conseguir un avance médico innovador y muy lucrativo.
Esto nos lleva a un tenso prólogo que se ambienta 17 años antes, que nos presenta un laboratorio de I+D en el cual se dedican a crear criaturas híbridas para el parque original que cobrará más importancia a medida de que avance la cinta. Y nos presenta a sus protagonistas: el inflexible experto en grandes farmacéuticas Martin Krebs (Rupert Friend), que contrata a una experta en operaciones especiales Zora Bennett (Scarlett Johansson), a su mano derecha Duncan Kincaid (Mahershala Ali) y al paleontólogo Henry Loomis (Jonathan Bailey) con le fin de extraer el ADN de los tres dinosaurios más grandes: el Mosasaurus submarino, el Titanosaurus terrestre y el Quetzalcoatlus volador.
Con el fin de crear una serie de medicamentos con el fin de tratar las enfermedades cardíacas y salvar billones de vidas y generar millones para la empresa de Krebs. El problema es que el ADN tiene que proceder de animales vivos que se encuentran en un lugar tropical en el que la entrada de cualquier humano es ilegal.

Descubriremos que Bennett y Kincaid son más mercenarios que expertos en buenas acciones. Loomis es un científico que no trabaja bien bajo presión. Un grupo muy peculiar trabajando en un lugar fuera de lo común. En medio de ese caos encontraremos a la familia Delgado, que navegando de Barbados a Ciudad del Cabo, se ven atrapados en la isla cuando su barco sufre una «avería».
Por si no fuera poco encontraremos una serie de tensiones familiares: el padre, Reuben (Manuel García-Rulfo), no ve con buenos ojos a Xavier (David Iacano), el novio de su hija Teresa (Luna Blaise); y la pequeña Bella (Audrina Miranda) es perseguida río abajo por un enorme T-Rex en una emocionante escena inspirada en la novela original de Crichton.
La nueva entrega de JP no es muy atrevida ni diferente, pero brinda una divertida y bien hecha atracción para el verano, con subidas y bajadas rápidas. Atractiva, aunque no muy prolongada.

La idea de buscar tres criaturas genera cierta previsibilidad, pero garantiza matices diferentes. La búsqueda del Mosasaurio nos muestra una entretenida versión reducida de la cacería de Tiburón. Con Johansson en la proa del barco lanzando arpones con el fin de cazar una muestra. La búsqueda del Titanosaurus nos mostrará a Loomis asombrado con todo lo que le rodea. Y esto nos lleva a la caza de un huevo de Quetzalcoatlus, la parte menos efectiva de las tres escenas, una aventura de rappel algo decepcionante.
Finalmente puede pasar que estos nuevos personajes no se graben en la memoria, pero la labor de Edwards es acertada, creando una aventura colorida llena de imágenes impactantes, una puesta en escena ingeniosa y el uso de la música pop algo fuera de lo común en la saga (Primal Scream y Ben E. King). JP: El Renacer tiene buenos elementos, pero quizá necesitemos nuevas ideas, para la saga, algo que no se haya hecho y visto nunca.
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