Crítica de 28 años después, el regreso del genero zombie

Danny Boyle y Alex Garland regresan después de estrenar en 2002, 28 Días Después, en la que sin saberlo —Boyle como director, Garland como guionista— consiguieron revolucionar el genero de zombis. A ver si cogemos la palabra zombis y la cambiamos por «infectados», mejor. Con lo que sin saberlo, consiguieron revitalizar no solo a los muertos vivientes tradicionales, sino también la gran narrativa apocalíptica en tiempos más actuales. Así pues, dos décadas después, las historias del fin del mundo están muy presentes actualmente: The Last of Us, The Walking Dead, etcétera… además de arrasar con la civilización están muy presentes entre el público convencional. Pero con 28 Años Después, Boyle y Garland nos presentan (en 28 semanas después de 2007 no participaron en gran medida) de forma muy emocionante un género ya sobreexpuesto.

Póster 28 años después

Comenzamos con un flashback “horroroso” del pasado con cierto humor negro, en el que vemos a un grupo de niños asediados por un grupo de infectados. Pasaremos ni más ni menos que 28 años después, a unas Islas aisladas del mundo exterior, en el que los infectados aún vagan por sin rumbo por el horizonte. Ese reducto, a salvo encontraremos los restos de una civilización de supervivientes, unidos al continente por una carretera a la que solo se puede acceder cuando baja la marea. Allí viven nuestros protagonistas; Spike, de 12 años (Alfie Williams, ojo a la carrera del chaval), un niño que nunca ha estado en otro sitio, salvo en la isla, junto a su padre Jamie (Aaron Taylor-Johnson) que lo acompaña tierra adentro por primera vez.

La actriz Jodie Comer, la cual interpreta a Isla, la madre de Spike, está enferma y pierde el contacto con la realidad durante gran parte de la película, con momentos muy intensos. También encontramos al misterioso Dr. Kelson, interpretado por Ralph Fiennes, nos recuerda al Coronel Kurtz, pero en esta ocasión el personaje se parece más a M. Gustave de El Gran Hotel Budapest. Una historia potente con momentos y decisiones muy atrevidas además de una gran ferocidad y que cuenta con un elemento muy particular y es que está parcialmente filmada con teléfonos móviles, pretendiendo imitar y actualizando el aspecto descuidado de las videocámaras digitales de la primera entrega; además las muertes son capturadas por equipos de cámara en tiempo bala, en discordantes ediciones multiángulo. En diferencia con la película original en la que era escueto y mezquino, encontramos en 28 años momentos conmovedores, casi míticos en tono, explorando una Gran Bretaña post-tecnológica centrada en el tradicionalismo rural.

La experiencia de terror que transmite, 28 años después es feroz.

Sus creadores (Boyle y Garland) emplean en 28 años después ciertas resonancias temáticas, como una crisis de identidad nacional, haciendo una clara analogía del Brexit en un país que experimenta aislacionismo: una Gran Bretaña consumida por la ira y aislada del mundo, en la que el propio pueblo se aísla de su propia tierra. Encontrando así una sociedad postapocalíptica británica como si de un bombardeo alemán se tratara, en parte como una fortaleza medieval: Boyle imágenes en blanco y negro como en la Segunda Guerra Mundial. ¿Son estos los «buenos viejos tiempos» que algunos británicos anhelaban?. Y es que 28 años después trata sobre las historias que nos contamos a nosotros mismos, la construcción de mitos que crea una nación, a veces una ficción más que una verdad.

Ante estas ideas tan cautivadoras encontramos una historia y elementos tan bien elaborados, pero que se usan con ligereza. Mostrando como si nada una experiencia de terror puro, 28 años después es una cinta muy feroz, repleta de adrenalina. Una gran sensación de peligro; cuando llegan los infectados (quitando incluso el aliento). Y es que ellos también han evolucionado: como encontramos en Soy Leyenda de que, tal vez, los infectados han constituido su propia civilización. Y como en The Last Of Us, hay varios tipos de infectados: «rápidos», «lentos» y, los más aterradores, los «Alfas», grandes y duros. Con lo que tendremos la primera mitad de la película, en particular: un gran ejercicio intenso de terror, amplificado por la asombrosa banda sonora de Young Fathers.

Estamos ante la secuela que necesitábamos, sorprendente, la película que tanto esperas como la que no. Encontraremos en esta; sangre, vísceras, cerebro y corazón, en definitiva, cine visceral impregnado de corazón.

Pero por otra parte, la segunda mitad de la película no te enganchará tanto, sin llegar a aburrirte; ya que cada momento que pasa es un descubrimiento en la historia. Mostrando así una odisea salvaje y desenfrenada, una historia de madurez con ciertos giros y revueltas, que seguro que no satisfará a todos. Encontrando así breves momentos de uso en efectos especiales (algo poco convincentes), pequeños fallos de ritmo, o la actuación de Comer ante un personaje difícil de comprender. Ofreciendo además dos películas más por delante que están por llegar, la película termina, como es de esperar con un final de suspense.

Finalmente 28 años después nos muestra algo valiente y audaz: a un Boyle en todo su esplendor encontrándose con un Garland puro. La cinta además con una banda sonora muy particular con temas como «Lust For Life» que introduce a Spike y nos recuerda a otras películas de la filmografía de los creadores como la energía de “Trainspotting”; la metafísica de “Aniquilación” y la folclórica “Men”. Con lo que 28 años después nos brinda la secuela que la película original se merece.

Crítica de 28 años después, el regreso del genero zombie

8
Historia 8.5
Personajes 7
Terror 9
Banda Sonora 7.5
Nuestra crítica

La cinta cuenta con momentos y decisiones muy atrevidas y con un reparto muy intenso en el que encontramos una historia y elementos tan bien elaborados, pero que se usan con ligereza.Estamos ante la secuela que necesitábamos, sorprendente, la experiencia de terror que transmite, es muy feroz. Aunque la segunda parte de la película pierde fuelle respecto a la primera mitad y el uso de ciertos elementos digitales no encajan del todo pueden sacarte algo de quicio y de la historia.

Sobre el Autor

Alfi

Diseñador e ilustrador, amante del séptimo arte, devorador de Bandas sonoras y de videojuegos, y un fiel servidor al Orden Jedi.