Cats, la película basada en el gran musical que paso décadas deleitando al público en escenarios de Londres, Broadway y en muchos otros, al parecer se ha llevado la atención de millones de personas, por eso mismo ha dado el salto al cine. En cuanto a la historia, hay mucho más que añadir fuera del musical.
De entrada hay que reconocer que existen dos grandes retos (entre muchos otros) para cualquier director/productor de cine: llevar grandes clásicos de la literatura a la gran pantalla y hacer cine con grandes musicales. Esto último tiene el agravante de que el musical suele desarrollarse en base a un guión algo cerrado, específico, no da la libertad que brindan los libros (muchas veces mal aprovechada), para tejer la historia de manera adecuada, desarrollar los personajes, etc.
Lo que ha ocurrido en Cats, lamentablemente es que quienes desarrollaron la historia le han puesto demasiada creatividad, cambiando drásticamente la esencia de la misma y entre una lluvia de críticas, la mayoría de ellas van a ese hecho, querer modernizar Cats al llevarla al cine quizás no fuese el gran pecado, hacerlo de una manera tan básica y trillada como hacer competiciones de baile callejero moderno dentro de la historia… es otro cantar.
Historia original de Cats
Como todas las buenas historias, Cats reposa sobre una historia base, sencilla y fácil de entender incluso: Los gatos de una tribu se reúnen una noche cada año para decidir cuál de ellos podrá renacer a una nueva existencia. El musical gira alrededor de ese hecho con toda la complejidad que puede imaginarse el tomar tal elección en una tribu con varios miembros, donde algunos tocan el corazón del público con sus participaciones desde el comienzo, cuando cada uno de los gatos de la tribu se presenta y habla sobre sus características, hobbies, cualidades. En la película parecen haber olvidado esa sencillez o haberle agregado demasiados ingredientes, haciéndola no solo sobrecargada, sino de mal gusto en la elección de los cambios. Esto ha causado un choque de emociones con los amantes del famoso musical.
Entretener a como dé lugar… no siempre funciona
Es la combinación normal en toda obra, teatro, cine, lo que todo director/productor busca, pero cuando se nota claramente la desesperación para conseguirlo, se crea el efecto contrario. La aparición de niños rata, algunas cucarachas de forma extraña (no llega a definirse con claridad qué son), parece buscar sacar carcajadas al público con chistes y situaciones claramente destinados a ello. El mayor problema es que luego de ese esfuerzo se siente un limbo, una falta de dirección eventual que apenas marca un rumbo a seguir y volver a enlazarse con la historia principal.
Como se explica al comienzo, con los clásicos es delicado experimentar, más aún llevar un musical al cine, es importante que desde el comienzo la base de la historia, su esencia, quede de alguna manera en el tapete, que la gente lo entienda o lo sienta desde ese inicio, algo que no vemos en la película Cats.
Lo curioso con Cats, es que la película, si se separan sus elementos aparecen buenos artistas, bailarines e incluso acciones divertidas, quizás el problema ha sido el separarse mucho de la esencia de la trama original y banalizar un poco momentos que el público que adora el musical (o que lo respeta) toma como claves para la historia, como el momento en el que deben tomar la decisión sobre que gato renacerá. De alguna forma, el musical logra que los espectadores a mitad de la obra empiecen a pensar en ello e incluso a preocuparse, porque todos tendrán algún gato favorito (es lo que persigue y logra el musical).
El tratamiento de los personajes e incluso el vestuario es otro tema que da mucho qué pensar. Cualquier compañía que ha presentado el musical cats, respeta ciertas cosas como no colocarle calzado a los gatos, es obvio que son actores humanos pero debe mantenerse cierto respeto por algo tan básico como no colocar elementos demasiado vistosos que rompan con la naturalidad del tema de la obra.
En resumen, es una obra que seguro pasará a la historia solo que difícilmente será un gran éxito, pero como en el arte todo tiene una utilidad, esta adaptación de Cats debería dar lugar a algunos debates en las áreas de dirección, producción de este tipo de material para cuidar un poco más la esencia de las historias, sobre todo cuando se trata de adaptaciones, incluso cuidar más los efectos, de ninguna manera se podría pedir mantener el aire teatral del musical, la naturalidad que dan las tablas, pero no se puede pasar de 0 a 100 y esperar que quienes conocen el musical acepten de entrada tal adaptación. Aunque si es un buen punto de entrada para aquellos que no pueden ir a ver el musical.