Crítica de Glass (Cristal) de M. Night Shyamalan

Después de que M. Night Shyamalan dirigiera a Bruce Willis y Samuel L. Jackson en El Protegido en el 2000, regreso 16 años después para estrenar Múltiple, protagonizada por James McAvoy y sus múltiples y variadas personalidades, llega este desenlace con Glass (Cristal).

Como bien pudimos descubrir al final de Múltiple, la película estaba conectada directamente con El protegido, siendo sin duda una de las mayores sorpresas, siendo estas películas completamente diferentes una de la otra, o eso parecía. Con lo que veríamos sin saberlo que esta entraba a formar parte de un universo cinematográfico surgido por la mente creativa de Shyamalan. Ahora, el director nos da una vuelta de tuerca a la historia y conecta directamente las narrativas de estas dos películas El protegido y Múltiple con Glass (Cristal) y de que manera.

Así pues vemos como Bruce Willis retoma el papel de David Dunn que ha asumido el rol de protector después de los acontecimientos ocurridos en El Protegido, en su cruzada por detener a La Bestia y su horda. O lo que es lo mismo a James McAvoy como Kevin Wendell Crumb y sus múltiples personalidades, que sigue alimentándose de débiles y poniendo en peligro a otros, con lo que enlaza directamente con los hechos ocurridos en Múltiple.

Con lo que la primera parte de la película y tras una breve introducción se nos presenta la historia de Dunn como Justiciero y como trata de ejercer con una gran responsabilidad y su don de tratar de detener y poner ante la justicia a aquellos que por un motivo u otro siempre quedan impunes. Y por otra parte vemos a Kevin y su horda suelto por la ciudad realizando una serie de crímenes, con lo que Dunn deberá de interponerse.

Después de esa introducción y conexión de universos, profundizaremos, mediante flashbacks en la historia de Dunn y conoceremos que es lo que le impulsa ha hacer lo que hace y veremos lo implicado que está junto a su hijo, interpretado por Spencer Treat Clark. Así que repitiendo la formula de las dos anteriores películas y empleando los mismos elementos narrativos de El Protegido y Múltiple la historia avanza hasta que entra en acción Sarah Paulson, después de una batalla épica entre estos, la Dra. Ellie Staple, especialista en un tipo específico de delirio de grandeza: que trata a las Personas que creen que son personajes de cómics. Internándolos así junto a un hombre que lleva 16 años: Elijah Price, que se encuentra sedado y postrado en una silla de ruedas, siendo una sombra de lo que fue, cerrando así la primera parte de la película.

Así pues estos tres personajes, tratarán de hacer frente a esta nueva situación y desde fuera reciben la inestimable ayuda del hijo de Dunn, Joseph, de la madre de Price (Charlayne Woodard) y de Casey Cooke (Anya Taylor-Joy), la cual ha formado un vínculo singular, casi espiritual, con Crumb, su antiguo carcelero.

Con lo que la mayor parte de esta historia transcurrirá así en un hospital, especialmente adecuado para las especialidades de cada uno de los sujetos. Mientras que la Doctora tratará de hacerles creer que todo eso que creen que les hace especiales, ha sido el azar o una serie de situaciones “naturales” y nada tiene que ver. Y mientras avanzamos a lo largo de esta segunda parte de la película, nosotros mismos dudaremos incluso de ellos, convirtiéndolos así en tres sujetos normales sin nada especial. Mientras vemos como estos tres sujetos interactúan entre ellos, veremos como los personajes secundarios empiezan a trabajar para encontrar respuestas, tratando de desmontar ese complot.

Siendo uno de los aspectos muy positivos es la excelente actuación de James McAvoy, que realmente es asombroso cuando empieza a interactuar en un espacio de tiempo muy reducido con sus múltiples personalidades. Por otra parte encontraremos a Samuel L. Jackson y Bruce. Willis; el primero no habla en realidad en toda la primera mitad de la película, en lugar de eso, actúa como un vegetal, y Dunn empieza a cuestionarse lentamente todo a medida de que la Dra. Staple empieza a desmontarlos gajo a gajo, siendo testigos del peso de esta sobre ellos. Llevándonos así a la tercera y última parte de la historia, que es cuando las cosas empiezan a cambiar rápidamente y la maquinaria del mal empieza a ponerse en marcha, hasta que llegamos al momento del clímax, cuando se desvela una parte muy importante en la historia de los tres protagonistas de esta historia, llevándoles así al desenlace final o enfrentamiento final. Que sirve además de presentación de otro universo más extenso aún, oculto para el espectador y que nos tambaleará sin dudar.

M. Night Shyamalan, consigue así devolver al mundo una gran historia completamente diferente a lo que estamos acostumbrados, sobre todo en una época en la que las películas de superhéroes están tan de moda.

En el apartado técnico destacamos la labor del director de fotografía Mike Gioulakis, el diseñador de vestuario Paco Delgado, el diseñador de producción Chris Trujillo junto al músico West Dylan Thordson. Cada uno de ellos aporta una gran profundidad en la historia; las salas acondicionadas para cada sujeto, visualmente sincronizadas con el diseño del hospital en general o el hecho de tener que mezclar las paletas y los estilos visuales de dos películas realizadas con 16 años de diferencia, y crear al mismo tiempo una estética específica para Glass (Cristal).

Por no hablar de la banda sonora que cuenta con un sonido singular y como no podía ser de otra manera, la música de la película es inmediatamente reconocible y es sinónimo de la propia franquicia. Glass (Cristal) es la tercera parte de una trilogía, pero es diferente a cualquier franquicia que se haya hecho hasta el momento y esto le da la oportunidad al director y a su compositor crear una banda sonora diferente a la que se ha hecho.

Sobre el Autor

Alfi

Diseñador e ilustrador, amante del séptimo arte, devorador de Bandas sonoras y de videojuegos, y un fiel servidor al Orden Jedi.