La verdad estaba ahí mismo, esperándome, oculta en los libros.”
¡Regresa Steven Spielberg, el rey del entretenimiento y esta vez lo hace cargado de nostalgia y emociones, en una gran película de aventuras.!
Y es que realmente no es hasta la mitad de la película de Ready Player One, cuando nuestros héroes se encuentran corriendo mientras un grupo de soldados les persiguen para arrestarlos. Es entonces cuando la tensión y la música sube el ritmo y arranca la segunda parte de la película. Es en este momento cuando es más que evidente que no hemos visto este tipo de cine puro de aventura desde hace mucho tiempo, y además invoca un gran grado de nostalgia que se siente a medida para una película diseñada como una oda a la cultura pop de los 80. Con lo que el espectáculo está más que asegurado a manos de Steven Spielberg, y es que Ready Player One va funcionando mejor a medida que va avanzando su historia en todos los aspectos.
Todo comienza con una breve introducción a la historia de Wade «Parzival» Watts (Tye Sheridan) que nos introduce en el fantástico mundo creado por el brillante James Halliday (Mark Rylance), cambiando por completo la manera de ver el mundo gracias a su creación, OASIS: un mundo virtual no sujeto a las leyes de la física o la realidad. Este OASIS sirve como escapatoria del mundo real y este mundo virtual con el paso del tiempo termina afectando a todos los ámbitos, económicos, personales,… y es que muchos eligen vivir sus vidas exclusivamente dentro de los límites de este mundo. Sin embargo, la muerte repentina de Halliday revela una nueva tarea asignada a los jugadores: la búsqueda de tres «huevos de Pascua» ocultos en OASIS que otorgará a su propietario el control total del mundo de OASIS y el control total de la fortuna de la empresa de Halliday.
Lo que seguirá es una incesante carrera contra el tiempo contra las fuerzas del rival empresarial de Halliday dirigido por Nolan Sorrento (Ben Mendelsohn) que pretenden mediante un ejercito de jugadores controlar totalmente OASIS y ser la mayor empresa del mundo. Pero Parzival no está solo, contará con la ayuda de Art3mis (Olivia Cooke), Aech (Lena Waithe) y otros jugadores que le ayudarán en conseguir los huevos de pascua. Si lo sé, te suena la historia, Willy Wonka y la fábrica de chocolate, imagina que en lugar de ocurrir en una fábrica especial tuviera lugar en un mundo tan alocado como este pasando una serie de pruebas diseñadas por Halliday para medir su conocimiento del creador de este mundo y de la cultura pop de los 80 y determinar así su valía para controlar OASIS y determinar su futuro.
Sin duda lo que más destaca de Ready Player One son las referencias de la cultura pop (Cine, Televisión, Videojuegos,…) que encontraremos a lo largo de esta película, que sin duda son un elemento fundamental en el libro original de Ernest Cline, y se ha convertido en una técnica de narración que incluso podría dividir las diferentes partes de su historia. Con lo que además la película combina principalmente esas referencias para crear paisajes genuinos y apasionantes, y que te mantendrán atento para encontrar todas las referencias que se ven en pantalla.
Spielberg consigue así hacerla funcionar, racionalizando el material original de Ernest Cline y haciendo que una novela densa parezca más sugestionable como una película. Y es así como Ready Player One encuentra un núcleo emocional que no está presente en el libro. Ya que en el libro, James Halliday es una figura mítica que existe principalmente en el pasado, pero Spielberg encuentra la manera de darle a Mark Rylance la oportunidad de profundizar más en ese personaje, e incluso se siente más fuerte que en la novela, con un gran corazón y humor.
Por otro lado, el énfasis de hacer presente a James Halliday como un personaje real en la historia también tiene una consecuencia involuntaria en el desarrollo de otros personajes en conjunto en Ready Player One. Ya que Tye Sheridan aporta un fuerte sentido de humanidad e ingenuidad a su personaje Wade Watts, y Olivia Cooke es indiscutiblemente la más destacada de todo el conjunto como Art3mis, sin duda el corazón palpitante de esta historia y el ímpetu de Wade. Que le obligará a convertirse o a transformarse de un niño egoísta, que quiere llamar la atención y destacar sobre el resto, a un héroe en toda regla. El problema es que se plantea a un interesante grupo de personajes, y los otros miembros del quinteto protagonista apenas tienen tiempo para crecer y desarrollarse como lo hacen en la novela original.
Aunque por la otra parte, los antagonistas son la parte más desatendidas en Ready Player One, como es el caso de Ben Mendelsohn que sinceramente pienso que podría desempeñar papeles como villano más destacados y parece desaprovechado su potencial. Su papel como villano se reduce a volver a ser un ejecutivo algo torpe, como Nolan Sorrento, pero no es el único, ya que también ocurre con Hannah John-Kamen como la esbirra leal. Y tal vez el único personaje antagonista con una pizca de personalidad es T.J. Miller interpretando a i-R0k, el cazador que va detras de Wade y cumple las órdenes de Nolan por un módico precio.
Sin duda un aspecto muy importante en esta película es la tecnología empleada a lo largo de la historia y sobre todo en la enorme batalla final cuando Wade y sus camaradas luchan por el futuro de su mundo, así como las escenas más impactantes que tiene lugar en OASIS, sintiéndose in superables en cada plano se siente insuperable. Sobre todo cuando ves en pantalla a algunas de las franquicias más importantes del mundo juntas en pantalla, en un mismo combate vemos a un grupo de Spartans de Halo, a las Tortugas Ninja, a Megaman….sólo por nombrar algunos. Sobre la banda sonora de Alan Silvestri, que sustituía a John Williams, consigue sorprendernos y nos trae una partitura repleta de nostalgia y emociones, puedes leer aquí su análisis.
Dicho esto, Ready Player One definitivamente quiere alcanzar su mejor aspecto en el paisaje infinitamente imaginativo y continuamente referencial de OASIS, y ahí es donde brilla esta historia.