Crítica de Spider-Man: Cruzando el Multiverso la gran aventura de Miles Morales

En el momento en el que se estrenó Spider-Man: un nuevo universo en 2018, el concepto del multiverso no se había descubierto prácticamente para nada. Convirtiéndose así en un punto de trama importante en la mayoría de las películas recientes del universo de Marvel (MCU). Llevándonos así al multiverso Joaquim dos Santos, Justin K. Thompson y Kemp Powers con un guión de David Callaham dónde podremos ver al hombre araña con sus particulares colores llamativos, con diferentes estilos de animación, creando un sentido de movimiento constante, como un recordatorio contundente de sus amplias posibilidades narrativas y estéticas.

Exploraremos así seis universos alternativos, cada uno con su propio estilo y tono de animación distintos, a través del spider-verso, demostrándonos los logros visuales de su predecesora. Podremos encontrar el universo fluido e infundido en acuarela de Gwen Stacy (Hailee Stenfield) el cual finalmente da paso a la década de 1950, donde la pareja se une con el alegre personaje narcisista Pavitr Prabhakar (Karan Soni) y el punk nihilista y guitarrista Hobbie (Daniel Kaluuya).


Visitando así otros lugares, y conociendo otros personajes los cuales cobran vida como dibujos de lápiz, en forma de anime e incluso en acción en vivo. Estos estilos dispares, que a menudo se entremezcla al mismo tiempo, se anima aún más por fondos meticulosamente detallados y formas muy surrealistas y de vez en cuando con texto en pantalla que le dan a la película una energía vertiginosa al tiempo que refleja los reflujos emocionales y los flujos de sus principales actores.

Y encontraremos configuraciones complejas de múltiples capas diseñadas para disfrutar, y a menudo llegando a abrumarnos los sentidos, Spider-man: Cruzando el Multiverso se convierte por todos los medios discernibles, en una experiencia dispersa cuyas delicias visuales es su mayor cualidad. Sobre todo en todas las secuencias de acción sin aliento que encontraremos en la película con sus diferentes formas estéticas hiperactivas, con todo lujo de detalles, desde cortes rápidos, pantallas divididas hasta sus diversas referencias al panel de cómics. Algo que también ayuda a transmitir ese cambio de estética podemos encontrarlo en la partitura de Daniel Pemberton, que repite nuevamente para poner música a este Universo, empleando elementos sonoros tan cambiantes como la propia animación vista en pantalla.

También veremos surgir el romance entre Miles y Gwen, el cual cobra un mayor protagonismo, al igual que sus luchas individuales que surgen con la intención de ocultar sus identidades de superhéroes a sus respectivas familias. Estas secuencias se infunden en la película con una sorprendente ternura y corazón, siendo estos momentos muy necesarios para dar un respiro a la acción. Sobre todo cuando aparece el personaje de Jason Schwartzman, lleno de manchas negras que funcionan como portales.

Veremos como el crecimiento de su poder, termina derivando en una continua obsesión contra Miles, quien causó la explosión que inicialmente lo dejó en este estado, convirtiéndose así en la habitual plantilla de villano de cómics. Pero los directores van más allá y complican las cosas, agregando sutiles zonas grises morales, suavizadas, al introducir un grupo de vigilantes formados por diversos Spider Man y mujeres araña que, con la ayuda de Gwen, están tratando de mantener cada universo lo más tranquilo y evitando así una catastrofe.

Es entonces cuando al presentar a Miles a este grupo de Vigilantes, encontraremos que por razones desconocidas para él, se ha decidido excluirlo a pesar de las múltiples protestas de Gwen. Encontraremos en todo ese grupo a personajes tan dinámicos como Pavitr y Hobie mencionados antes, Jessica Drew (Issa Rae) y Miguel O’Hara (Oscar Isaac). Estos personajes no solo ayudan a expandir la comprensión de Miles de las complejidades del multiverso, sino que introducen un elemento de predestinación que complica en gran medida las apuestas emocionales de la vida ordinaria del joven en su propio universo.

Descubriremos cómo ciertos eventos en todas las vidas de los hombres de la araña deben ocurrir de la misma manera o el multiverso peligraría, Miguel habla de los «nodos» (eventos compartidos) que conectan los diversos universos juntos. Su largo discurso sobre la importancia del canon y su poder para unir todo lo que proviene de las buenas intenciones de luchar por la seguridad a través de un gran sentido de precaución. Sin embargo, debido a la manera dominante en que entrega su discurso puede parecer algo muy ariesgado.

Convirtiéndose así en un giro fascinante que en última instancia habla con el deseo de las películas del Spider-verso de liberarlas por completo de la interconectividad cada vez mayor en el universo de Marvel, funcionando tan bien como lo hacen como creaciones completamente independientes que no están narradas mediante una serie de sucesos ocurridos en otra docena de películas. Pero a pesar de todo eso, Miguel y Jessica tratan de explicarle a Miles lo que puede o no puede hacer, lo cuál él rechazará esas limitaciones.

Esa rebelión de Miles es, por lo tanto, la esencia de la película, ya que ambos abandonan todas las restricciones innecesarias que detienen a sus contemporáneos. Siendo testigos del crecimiento y la evolución de un verdadero héroe. Miles ha madurado desde la última vez que lo vimos, y está tratando de explorar el peso de la responsabilidad como un superhéroe y la búsqueda del autodescubrimiento a medida que continúa haciendo malabarismos con sus responsabilidades heroicas y sus responsabilidades con la familia y la escuela.

Crítica de Spider-Man: Cruzando el Multiverso la gran aventura de Miles Morales

10
Historia 10
Personajes 10
Animación 10
Banda Sonora 10
Nuestra crítica

Spider-Man: Cruzando el Multiverso es una mezcla radical de humor, corazón y una genialidad por completo. Pienso que sin duda estamos ante todo un logro cinematográfico del cine de animación y puede que lo mejor de este 2023 hasta la fecha ya que la película te llevará a un viaje salvaje.Si te gustó la primera película, ¡te encantará esta secuela!

Sobre el Autor

Alfi

Diseñador e ilustrador, amante del séptimo arte, devorador de Bandas sonoras y de videojuegos, y un fiel servidor al Orden Jedi.