Crítica de Dos buenos tipos de Shane Black

El escritor y director Shane Black escribió algunos de los guiones más relevantes de la industria de Hollywood en los años 90; las cuatro entregas de Arma Letal, El Último Boy Scout o El último gran héroe. Ahora nos demuestra a sus 54 años de edad, que se encuentra en plena forma como podemos apreciar en esta película. Dos buenos tipos, es su tercer trabajo como director, y la verdad que esta tiene un cierto aire de similitud con su debut de 2005, Kiss Kiss Bang Bang, y si has visto esa película, sabes que esto es una muy buena noticia.

La historia principal de esta película empieza ante un misterioso asesinato durante los años 70´s, y de como dos individuos con diferentes propósitos y sin nada en común terminaran trabajando juntos para resolver este misterioso caso, el caso es que vemos a Black en esta película muy cómodo tanto en dirección como en el guión y nos lo demuestra a lo largo de la película.

Ryan Gosling interpreta a Holland March, un investigador privado de Los Ángeles, que recientemente perdió a su esposa y este encuentra el consuelo en el fondo de una botella, imagina el resultado. Ante todo este panorama, Holland mantiene una relación padre-hija que apenas funciona, con su hija de 13 años de edad, Holly (Angourie Rice) que es la única que le mantiene fuera del abismo al que más de una vez nuestro protagonista se acerca. Sin duda Hollande es un buen detective cuando está en plenas facultades, pero el caso es que últimamente ha estado investigando casos por el dinero, casos sin mucha relevancia, hasta el caso de una niña desaparecida, Amelia (Margaret Qualley). Y sin saberlo, Amelia se encuentra en todo el centro de una compleja conspiración en la que están implicados; el gobierno local, un grupo de sicarios, una estrella porno muerta, y la industria del automóvil. Con lo que March necesitará toda la ayuda posible, e incluso si está aparece con Jackson Healy (Russell Crowe), un ejecutor reconocido que incluso le rompe el brazo a March en su primer encuentro. Así que tras resolver sus diferencias, los dos deciden trabajar juntos y recorrer Los Ángeles hasta descubrir el misterio de rebote a causa de algunos incidentes aparentemente no relacionados.

Russel-Crowe-Ryan-Gosling-Angourie-Rice

Russel Crowe, Ryan Gosling, Angourie Rice

Los dos protagonistas de Dos buenos tipos, interpretados por Gosling y Crowe nos muestran una química muy diferente a Robert Downey Jr. y Val Kilmer en Kiss Kiss Bang Bang, pero esta vez,  el dúo Gosling-Crowe nos ofrece una dinámica perfecta para esta historia. Hasta el momento en la carrera de Ryan Gosling no ha contado con muchos papeles cómicos para demostrarnos de lo que puede llegar a dar realmente de si mismo en este campos, solo algún brochazo en Crazy, Stupid, Love (2011). Ahora en Dos buenos tipos, Gosling nos mostrará múltiples momentos cómicos en cuanto a nivel interpretativo y en algunos momentos mediante la comedia física; es decir chillando y corriendo alterado, agitando sus brazos en los momentos de mayor tensión y acción, como si su personaje fuera sobrepasado por las circunstancias.

Mientras que por otro lado tenemos a un peso pesado como Crowe, que nos ofrece una interpretación más tranquila y sosegada, con la expresión característica de un personaje más experimentado como es habitual dada su carrera.Y en medio de estos dos actores, encontramos a la joven Angourie Rice (la hija de March) que cuenta con múltiples cortos en su carrera, la veremos próximamente en otros títulos como Nowhere Boys: The Book of Shadows o Spider-Man: Homecoming, cuenta con ciertos momentos de protagonismo ya que su personaje se encuentra en el momento indicado en el peor de los momentos, aún así nos agradará gracias a su naturalidad y espontaneidad vista en pantalla.

En esta historia escrita por Black y Anthony Bagarozzi, destaca la fluidez narrativa de esta ofreciéndonos una presentación situacional de cada personaje y sus principales motivaciones, hasta que entramos en la parte de desarrollo de la historia. Básicamente podría decirse que en gran medida esta historia consiste en un simple historia en la que “los buenos han de conseguir descubrir el MacGuffin antes de que los malos lo consigan”. Y no será hasta la parte final de la película en la que la historia se descarrila y es cuando veremos el mayor número de escenas de acción, golpes y la historia avanza frenética hasta el desenlace final.

Sin duda, Black consigue dotar a Dos buenos tipos de los elementos más tradicionales de este cine y así subvierte las expectativas de manera hilarante, y terminas amando a sus protagonistas a pesar de que Black los obliga a travesar una sinuosa trama, y mostrarnos así de lo que es capaz de realizar el director si cuenta con libertad total artística. Sobre la fotografia destacar la labor del director de fotografía Philippe Rousselot, que nos presenta gracias a lo largo de todo el filme otro de los protagonistas, la ciudad de Los Ángeles de los 70´s, sin duda alguna la representación de la época queda fielmente reflejada en cada uno de los aspectos e incluso en la música de David Buckley y John Ottman que nos acompaña en toda la película esa esencia de cambio y modernidad.

Sobre el Autor

Alfi

Diseñador e ilustrador, amante del séptimo arte, devorador de Bandas sonoras y de videojuegos, y un fiel servidor al Orden Jedi.