|
En 1913, uno de los primeros compradores de Picasso y descubridor del Aduanero Rousseau, el colecionista alemán Wilhelm Uhde decide alquilar un piso en Senlis y dedicarse a escribir y descansar de la ajetreada vida parisina. La casera le manda a una mujer de la limpieza llamada Séraphine, que tiene 48 años. Tras un tiempo, cenando en casa de la dueña del piso, ve un cuadro pintado sobre madera. El se sorprendé y al enterarse que la autora no es otra que Séraphine. Nace una nueva relación conmovedora e inesperada entre Wilhelm Uhde y Séraphine.