A veces un pequeño accidente puede convertirse en un golpe de suerte
Hoy 29 de Julio Surtsey Films estrena en España, lo nuevo del director Éric Besnard, Pastel de Pera con Lavanda, protagonizada por la pareja de actores; Virginie Efira y Benjamin Lavernhe de la Comédie Française, y en nuestra web tenemos a una entrevista realizada a ambos, a continuación puedes leer la entrevista a la actriz Virginie Efira sobre esta enternecedora comedia romántica que trata sobre la encantadora poder de la atracción, que de una manera luminosa se diferencia de todas las demás.
¿Cómo llegó usted a este proyecto?
Lo que me interesa es el director sobre todo. Yo no conocía bien el trabajo de Éric Besnard y, en primer lugar, leí el guion. Me gustó por los peculiares diálogos del protagonista, en una especie de legua directa que, a primera vista, puede aportar comicidad al mismo tiempo que arroja otra luz sobre el mundo: se trata de un hombre que no forma parte de las relaciones jerarquizadas de la sociedad, sino que vive en una cierta verdad. Después, quedé con Éric; me gustó lo que el guion revelaba sobre su intimidad y la razón para realizar esta película en ese momento de su vida. Es un hombre lleno de filosofía, sabiduría, erudición, y lo que me contaba me hizo ver que debía seguirle. En ocasiones, hablábamos antes de rodar. Y cuando me explicaba por qué se regía por determinados principios dramatúrgicos (la intimidad sin deseo físico, por ejemplo), me emocionaba con lo que me decía. Había la confianza necesaria para que yo encontrara mi lugar.
¿Cómo describiría a su personaje?
Recuerdo que Éric me había dicho que yo tenía una cara rural y real que le gustaba. Por este motivo, creo que mi personaje se define, ante todo, por lo que hace, por su relación con la tierra, por la necesidad económica de meter las manos en aceite quemado, por una melancolía ligada a la pérdida de su marido, por las obligaciones que siente. Me gustaba el hecho de que fuera una persona un poco seca y que, de pronto, hubiera una forma de apertura entre ellos que la ablandara, ya que es una mujer que está a punto de resignarse de algún modo. Gracias a este hombre diferente, ella regresa a su eje principal y recupera su fuerza: él la conecta de nuevo con esta tierra y este país. Suelen elegirme para personajes dinámicos y me gustó que Éric me eligiese para un papel más interior.
¿Qué piensa ella del chico al principio?
¡Su extrañeza le sorprende! Es una persona que obliga a los demás a estar «aquí y ahora». Ella no le juzga, por otra parte. LO que me gusta es que ella ve como él la mira: eso le perturba, porque ella no tiene tiempo para eso, pero es una situación que le gusta.
¿Qué le atrae de él?
¡Su trasero! (Risas.) Ahora en serio, ella sabe que él se le parece de alguna manera, aunque sea un sentimiento que ha ocultado en cierta medida. Porque cuando amamos a otra persona, nos reconocemos en ella. Por otro lado, también le atrae lo diferente que es él. Ella percibe su lentitud y su contemplación del mundo. Siente que él puede «curarla», si bien, en un primer momento, se niega a ello. Cualquiera con unas cualidades como las de él tiene también una cara oscura: las crisis que sufre le hacen ser difícil en esos momentos. Sin embargo, en general, lo que le atrae es que él amplía su universo: claro está, ella es muy sensible al hecho de que él la ayude con la casa y que se lleve tan bien con sus hijos, pero no es eso lo que le hace enamorarse de él. Lo más importante para ella es que él es muy seductor sin querer seducir o hacerse querer. Por eso, ella llega a preguntarse si está a la altura de la relación que crea con su entorno.
¿Cómo fue la colaboración con Benjamin Lavernhe?
Yo había visto RADIOSTARS y él está increíble: hay muy pocos actores que tengan la seguridad suficiente para interpretar lo que él interpreta. Cuando un actor reúne técnica y gracia, la combinación es extraordinaria. Me gusta su femineidad: hay algo etéreo en sus movimientos. Por mi parte, yo soy más consistente y me parece que nos complementamos bien. Además, fue emocionante rodar con alguien que interpreta su primer papel protagonista en el cine.
Hábleme de la dirección de Éric Besnard.
Cuando se siente que un director se preocupa mucho por un proyecto y supera obstáculos para llevarlo a cabo, sobre todo, en un marco fenomenal, surge la mezcla ideal. He vivido otros rodajes en los que no lo he pasado tan bien. Sentí que confiaba en nosotros. En algunos momentos, me pedía más inmovilidad y yo temía ser demasiado contemplativa, pero él me tranquilizaba continuamente con una dulzura increíble.
¿Cómo vivió el rodaje en la Drôme?
Yo vivía en el pueblo de al lado del lugar del rodaje y me dije que podría pasar allí el resto de mi vida perfectamente. ¡Fue la primera vez que no eché de menos París! Cuando llegué a la estación de Lyon, me agobié. Otra ventaja es que, al estar lejos de París, afianzas lazos con las personas y te metes mejor en la piel del personaje. La belleza te penetra. Dicho esto, rodamos mucho en casa y me gustan las películas que transcurren en el mismo decorado.