Lou Roy-Lecollinet es la actriz protagonista de la cinta Tres recuerdos de mi juventud, lo próximo de Arnaud Desplechin. Lou, comparte protagonismo junto a Quentin Dolmaire y Mathieu Amalric, una cinta repleta de jóvenes talentosos, en la que el realizador francés sigue fiel a su estilo y nos presenta una cinta repleta de rincones emocionales como en sus películas Comment je me suis disputé… (ma vie sexuelle) o Un cuento de Navidad.
Entrevista con Lou Roy-Lecollinet (Esther)
“Tres recuerdos de mi juventud” es tu primera película. ¿Cómo conseguiste el papel?
Yo estaba en el instituto, en St-Maur-des-Fossés, en las afueras de París, y teatro era uno de mis asignaturas. Mi maestra se enteró del casting y me animó a ir. Yo no quería ser actriz, estaba más interesada en dirigir. Insistió, así que realmente fui para complacerla, no estaba segura de lo que iba a hacer, así que era una oportunidad. El momento era bueno porque Arnaud estaba allí con su ayudante, Stéphane Touitou, que no suele ser el caso. Entre otras cosas, tenía que actuar en una escena de una película americana y fue bastante bien. Recuerdo que estaba haciendo mis exámenes de bachillerato. El día de mi último examen, recibí un mensaje que decía que me estaban enviando el guion. Unos días más tarde hice algunas pruebas con Quentin y me dijeron que estaba a bordo.
Háblanos de Esther…
Ella es muy directa, a veces desagradable, pero eso es parte de su encanto. Ella es extremadamente sensible, incluso si trata de ocultarlo. Es muy segura de sí misma, pero está muy sola. La película también muestra cómo se convierte en escritora a pesar de que no es buena estudiante y prefiere hablar por teléfono que escribir cartas. A medida que se desarrolla su historia de amor descubre quién es en realidad. Antes de Paul, seducir a los chicos era un entretenimiento: es lo único que cree que se le da bien. Todo lo que motiva es la atención y las relaciones de corta duración. Con Paul es diferente, es un cambio real. Ella descubre que si Paul la ama, no es sólo por su cuerpo. Por fin alguien se fija realmente en ella. Paul le abre los ojos. Se mueven en mundos muy diferentes; que parecen no tener nada en común. Pero a su manera cada uno se siente poco querido. Creo que Esther es la primera persona en la que Paul puede confiar, aunque él no lo admitirá y quiere ser una roca. Ella se convierte en el punto de referencia en su vida.
¿Te sientes identificada con el guion?
No al principio. No soy para nada la típica “guapa de la escuela” y no podía entender la forma en que se relaciona con los demás. Dicho esto, en general, me sentí cerca de ella. Tal vez sea porque no soy una actriz. Creo que Arnaud eligió que fuera Esther, no que la interpretara. Pongo algunos aspectos de mí misma en ella y poco a poco vi cosas en ella que sintonizaban conmigo y que no había notado al principio. A veces, cuando no estábamos filmando, Arnaud me veía hacer algo y me pedía que lo repitiera en la película… Cosas simples como la forma de bostezar o suspirar o encoger los dedos de los pies. Eso le da naturalidad al personaje de Esther.
¿Cómo te preparaste?
Me enteré de que tenía el papel en junio de 2014, un mes antes de empezar a rodar. Durante ese tiempo hice algunas pruebas de vestuario y de maquillaje, el pelo y aprendí mis líneas de texto. También hicimos algunas lecturas con Arnaud y Quentin. También fue una oportunidad para que todos los jóvenes miembros del reparto nos conociéramos unos a otros. Tomé números de teléfono de todos para que pudiéramos organizar alguna noche juntos. Todo salió bien entre nosotros muy rápidamente. Más tarde, en Roubaix, todos nos quedamos en el mismo hotel, lo que nos permitió unirnos más. Había una gran solidaridad y fui capaz de hablar con todos. Incluso he estado en contacto con algunos miembros del equipo técnico. Me encantó ese ambiente familiar. Me gusta mucho el aspecto colectivo de hacer una obra de arte, ya que me imaginaba el mundo del cine un poco más “cada uno a su bola”’. Pero Arnaud tiene un gran respeto por el trabajo de todos. Por ejemplo, él era parte muy importante en el proceso de maquillaje, se tomaba tiempo para averiguar lo que iba a ser aplicado en la cara.
¿Recuerdas tu primer día de rodaje?
Fue por la primera aparición de Esther, a las puertas de la escuela secundaria. Fue un día muy largo, pero yo no tenía mucho que hacer: Mirar a Quentin y escribir una nota apoyada en la espalda de un chico. Pero era tranquilizador, ya que me permitió observar todo lo que sucede a mi alrededor, ver lo que cada miembro del equipo estaba haciendo, preguntar cosas y entender cómo funcionaba todo.
¿Te pidió Arnaud Desplechin ver alguna película?
Nos enseñó a todos Los amores de una rubia, Bird y un buen número de extractos de Rompiendo las olas. También me pidió que viera A nuestros amores, MoniKa y Tess. Creo que me ayudaron a entender mejor la dirección en que él quería que fuera. Son personajes femeninos emblemáticos de la historia del cine.
¿Cómo es él en el set?
Es muy preciso, que es como se obtiene exactamente lo que quieres. Él nos dio muy pocas indicaciones acerca de los sentimientos de los personajes. En primer Entrevista con Lou Roy-Lecollinet (Esther) lugar, es muy discreto, y no quiere cambiar nada de lo que sentimos nosotros mismos. Realmente considera que los personajes nos pertenecen a nosotros. Arnaud se apoyó enormemente en fragmentos de frases, en la pronunciación de una palabra en particular, el hecho de lo que te gustaría oler en un momento determinado o pasar la mano por el cabello. Puede que sean los detalles, pero son cosas concretas que tienen una gran influencia en la actuación; te dan una dirección. Arnaud se las arregla para definir el pequeño elemento que te permitirá sentir y expresar lo que quiere. Es cierto que a veces actuaba en las escenas él mismo. Dice que es un mal actor, pero no es cierto. Así que a veces, en lugar de hablar, nos mostraba para que pudiéramos imitarlo sin dejar de ser nosotros mismos. A veces era divertido, por ejemplo, cuando interpretaba a Esther y besaba la mano de Paul.
¿Ensayaste mucho, se hicieron muchas tomas?
Hicimos pocos ensayos; No creo que él sea muy aficionado a ello. Sobre todo, las escenas de amor, quería hacer las cosas más fáciles para más tarde, cuando estábamos rodando. No hicimos muchas tomas porque a Arnaud le gusta la eficiencia. Este ritmo realmente me convenía. Me gusta la prisa, me ayuda a mantener la concentración. Tan pronto como empieza a calmarse todo me canso y, a veces incluso me cuesta conciliar el sueño. Me encanta ver a todos los que trabajan, me da la sensación de que lo estamos haciendo juntos.
¿Te pidió tu opinión sobre el vestuario o incluso ciertos diálogos?
Para las escenas de grupo hubo un poco de improvisación. Las escenas de Esther y Paul fueron escritas de forma muy precisa, así que tuvimos que respetar el texto. En cuanto a los trajes, soy un poco retro, me gusta lo vintage de los 80s, incluso si todo el mundo me dice que es de mal gusto. Así que di mi opinión acerca de la ropa, y de hecho Arnaud decidido mantener ciertos artículos que llevaba puestos, por ejemplo, lo que llevo en las fotos que Paul tiene en su habitación. Arnaud también nos pidió hacer una lista de canciones para escuchar en el set. Elegí la música que me evocaba Esther, Roubaix y la película para mí sin saber realmente por qué: “Summertime Sadness” de Lana Del Rey, “Ernestina” de Noir Désir, “Te quiero” de Stromae, “Magenta”, una canción que adoro de un grupo que no es muy conocido llamado “Apes and horses” … también Radiohead y algunos éxitos 80s.
¿De qué escena estas más orgullosa?
Ocurrió en el segundo día de rodaje, la primera escena real entre Esther y Paul. Pasamos cinco horas del tirón. Me sentía cada vez mejor, ya que notaba como iba fluyendo. Sentí que algo pasaba entre los dos personajes. Al final de la misma estaba muy satisfecha, sentí que todo el mundo había hecho un gran trabajo. Con frecuencia había muy buen humor en el set. Arnaud solía decir: “Que feliz se te ve”. Y es verdad, lo estaba, aun cuando no tenía nada que hacer: Veía a la gente que trabajaba y les preguntaba un montón de cosas, he aprendido mucho.
¿Y el último día de la filmación?
Lo recuerdo muy bien; estaba en la habitación del ático de Paul. Los diálogos eran bastante simbólicos, tenía que decir: “No sé ya lo que es mío y lo que me has dado”. Fue muy emotivo porque este rodaje tuvo un gran impacto en mi vida personal: fue una experiencia sumamente interesante en mi vida y descubrí un montón de cosas. Al final, grabé mi voz para la escena de la ruptura por teléfono, y recuerdo que el ingeniero de sonido tenía lágrimas en los ojos. Para todo el equipo también fue un punto de inflexión, ya que cuando Esther le deja sabíamos que el final del rodaje estaba cerca.
¿Cuándo comenzaste a tener interés en actuar profesionalmente?
Cuando era pequeña quería ser cantante. Entonces pensé que con el fin de convertirme en ello tenía que aprender teatro y danza, al igual que en Factor X. ¡Rápidamente me di cuenta de que la danza no era lo mío, incluso para una escena muy breve y sencilla en la película de Arnaud, necesitaba un entrenador! Pero me encantó el teatro y cantar había dejado de ser mi pasión. Hice talleres de teatro desde la escuela primaria. Mis padres estaban muy abiertos a esto a pesar de que no están involucrados en las artes profesionalmente. Me vieron florecer en este campo, así que estaban contentos con lo que estaba haciendo. Encontré una compañía de teatro increíble en la escuela llamada “Quetzal”, fundada por Olivier Letellier. Es entonces cuando descubrí el tipo de teatro que me gusta: cerca de Pommerat, sólo que más poético. Y lo más importante, el espíritu de equipo era muy fuerte. Nos decían todo el tiempo que un espectáculo no sería malo si nos amábamos y trabajamos juntos. Entonces cogí “Actuación” en el instituto y fue entonces cuando decidí que quería dirigir. Tenía un profesor de teoría fantástico. Él me hizo hacer cosas que nunca pensé que era sería capaz. El año pasado ayudé a mi profesor a escribir y dirigir nuestra producción de fin de año, y Arnaud me sorprendió viniendo a verlo.
¿Qué películas han tenido mayor influencia en ti?
Podría parecer una tontería, pero me encanta Amélie, me hace soñar y llorar al mismo tiempo. Me encantaban las películas de Disney cuando era muy joven, y también El secreto de Nimh y The King and the Mockingbird. Cuando vi Leyendas de pasión me interesé por Brad Pitt y vi todas sus películas. También las películas de Miyazaki, en particular La princesa Mononoke. Recientemente me encantó Melancolía y MAMA.
¿Qué actores consideras referentes por su estilo de actuar o sus carreras?
Admiro mucho a Scarlett Johansson. Su filmografía es muy diversa, y ella siempre parece estar 100% metida en cada uno de sus papeles. Ella parece muy natural a pesar de que ella es una estrella.
¿Cómo te imaginas tu futuro? ¿Teatro? ¿Cine?
Realmente me gustaría formar parte de otra película. Tuve la increíble suerte de empezar con Arnaud. Por eso quiero saber si lo que me gustaba era este rodaje en particular, con Arnaud y su equipo, o trabajar como actriz. En general quiero crear imágenes, ya sea a través del teatro, el cine o la fotografía. Podría estudiar fotografía el próximo año. Pero en realidad mi sueño es tener mi propio pequeño teatro en los suburbios porque creo que es una lástima que todo se lleva a cabo en París, y tener un par de espectá- culos de un año con mi compañía.
*Entrevista cedida por Vértigo Films
TRES RECUERDOS DE MI JUVENTUD – TRL VOSE from Vértigo Films on Vimeo.