Este fin de semana se estrena en nuestros cines “La Dama de Hierro”, una adaptación cinematográfica de la vida de la primera ministra de Reino Unido, Margaret Thatcher. Un papel en el que Meryl Streep lo ha dado todo, y por cuya caracterización ha recibido numerosas alabanzas, aunque poco más ha destacado la critica acerca de esta película, lo que evita que ya se oigan voces que señalan a Streep como clara favorita a los Oscar, una nominación que se convertiría en la decimoséptima de la actriz, y que de hacerse realidad le valdría la tercera estatuilla de su carrera, tras su actuación en “Kramer contra Kramer” (1979) y “La decisión de Sophie” (1982).
El film ha sido dirigido por Phyllida Lloyd (“Mamma Mia! La película”), y aunque el argumento se centra obviamente en la carrera política de Thatcher, Meryl Streep también está acompañada por un numeroso reparto en el que aparecen nombres como, Jim Broadbent (“Another Year”), Harry Lloyd (“Jane Eyre”), Richard E. Grant (“El Cascanueces 3D”), Anthony Head (“Repo! The Genetic Opera”), Roger Allam (“Tamara Drewe”), Iain Glen (serie “Downton Abbey”) y Alexandra Roach (“Anna Karenina”). Un elenco de actores que nos ayudan a entender mejor la vida personal y profesional de la ex primera ministra británica. Una historia que se remonta a los primeros meses de esta en Downing Street y que termina con su adiós a la vida política en 1990. Un periodo de tiempo en el que tuvo que hacer frente a las críticas por sus duras medidas económicas o al episodio de la Guerra de las Malvinas.
La película da comienzo cuando la ex primera ministra británica, Margarte Thatcher (Meryl Streep) se encuentra desayunando en su casa londinense de Chester Square. Es cuando decide deshacerse de la ropa de su fallecido esposo Denis (Jim Broadbent) cuando empieza a recordar los acontecimientos convulsos de su vida. Sumiéndose en su pasado, nos ilustra cómo se convirtió en una de las mujeres más importantes de su tiempo, unos días de poder, no exentos de conflicto que la llevaron a tomar duras medias, no solo en lo profesional sino también en lo personal y que le valieron el sobrenombre de “La Dama de Hierro”.