La divertida comedia “Un golpe de altura” llega este fin de semana a nuestra cartelera, y lo hace con el buen humor que ponen un grupo de incompetentes ladrones que pretenden llevar a cabo el golpe del siglo. A una alta seguridad se suman una serie de complicaciones y despropósitos que hacen de la idea de robar a un multimillonario bajo la custodia federal una verdadera locura.
Una original idea que se les ocurrió a Ted Griffin, Bill Collage y Adam Cooper, sin olvidar al director Brett Ratner (“X-Men: La decisión final”), quien ha confesado ser un forofo de las pelis de robos de los años setenta y que vio con esta divertida comedia de acción su oportunidad de hacer realidad su sueño y acompañado de un grupo de actores de primera.
Gracias a la intermediación del productor Brian Grazer nace este proyecto encabezado por el dúo protagonista que llevan a cabo Eddie Murphy y Ben Stiller, acompañados de Matthew Broderick y Téa Leoni. También se han apuntado a la aventura Casey Affleck, Michael Peña; y por último las singulares interpretaciones de Gabourey Sidibe que encarna a una jamaicana experta en cerraduras, y Alan Alda que se convierte en el segundo villano al que desvalijar.
Todo comienza cuando un grupo de trabajadores del edificio The Tower, situado en Central Park, descubren que en el ático del mismo, vive un pez gordo de Wall Street responsable de robarles su plan de pensiones. Como no están dispuestos a dejar las cosas como están, deciden idear una venganza, el golpe perfecto, con el que pretenden recuperar lo que les pertenece. Una peculiar banda formada por Josh Kovacs (Ben Stiller) que es el encargado de los pisos de más vigilados y de mayor lujo de la ciudad, Charlie (Casey Affleck) el conserje, el Sr. Fitzhugh (Matthew Broderick) un exfinanciero en la ruina, Devereaux (Michael Peña) el nuevo botones del edificio y Odessa (Gabourey Sidibe) la criada con bastante carácter.
Para llevar a cabo su alocado plan contaran con los servicios de Slide (Eddie Murphy), un delincuente de tres al cuarto y todo ello para hacerse con los 20 millones escondidos en el piso donde el millonario Shaw (Alan Alda) se encuentra custodiado por un grupo de agentes del FBI.
Para llevar a cabo el rodaje, el equipo de producción se dedicó a recorrer los edificios y hoteles de mayor lujo y prestigio de la ciudad de Nueva York con el fin de sacar ideas para la decoración de “The Tower”. Finalmente fue el ático de los Trump en el International Hotel and Tower el que les sirvió de inspiración para la vivienda de Shaw. El mismo Donald Trump quiso colaborar y permitió que se tomaran imágenes del exterior para la película, incluso mostró su apartamento subterráneo y el centro de operaciones de la Trump Tower, situada en la Quinta Avenida, que es el máximo exponente de su imperio inmobiliario. También se llevaron a cabo dos replicas de un Ferrari 250GT, un coche deportivo valorado en más de un millón de dólares, para el millonario Shaw.
Así que, quien esté dispuesto a pasar un buen rato este fin de semana tiene una divertida comedia con acción y muchos otros extras, esperándolo en el cine.