Parece que después de una serie de diferencias creativas entre el director Tim Miller, director de Deadpool y su estrella Ryan Reynolds, Miller ha decidido abandonar el proyecto de Deadpool 2. Todavía no había nada firmado formalmente, pero mientras se desarrolla el guión parece que no se ha encontrado un punto intermedio entre el actor y el director, pero por lo que sabemos en un principio, el director volvería a estar detrás de las cámaras para la secuela que la Fox pretende estrenar en 2018.
Según informa Deadline el estudio ha confirmado esta salida por diferencias creativas entre ambos, pero todo esto ha sido amistosamente y el estudio tiene en muy alta estima a Miller, con lo que este se encargará de otro gran proyecto de Fox: Influx, una adaptación de la novela de Daniel Suárez que tiene un guión escrito por Mark Bomback y se espera que se convierta en una trilogía.
Aunque estoy convencido de que esta noticia será un fuerte golpe para los fans de la película, ya que esta se ha convertido en una franquicia con un gran recibimiento por parte del público y de la crítica, sin duda una audaz película convertida en uno de los mayores éxitos de en los últimos años. Al principio parecía que el estudio no tuviera toda la fe en este proyecto debido al tono tan inusual de película, eso incluye al propio Miller, que debutó como director en el proyecto, después de que personaje apareciera en 2011 en X-Men Orígenes: Lobezno. Supongo que tras la insistencia de los escritores Rhett Reese y Paul Wernick, y Reynolds, que dio vida por primera vez a este inusual ‘Mercenario bocazas’ después de que le cosieran la boca para que no pudiera hablar, y así tener otra oportunidad en una película que ha conseguido capturar la inherente diversión del cómic.
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