La cinta se estrenó en España el pasado 19 de Mayo, Las ocho montañas está escrita y dirigida por Felix van Groeningen y Charlotte Vandermeersch. La película, protagonizada por Luca Marinelli, Alessandro Borghi, Filippo Timi y Elena Lietti, adapta al cine la novela escrita por Paolo Cognetti.
La historia de sus directores
Desde un principio no sabíamos que al final haríamos la película entera juntos. Todo comenzó con la idea de preparar una versión del guión, algo en lo que Felix ya estaba puesto. Ya lo hicimos para Alabama Monroe y habíamos querido volver a trabajar juntos. Cuando nos confinaron por el COVID-19 estábamos pasando por un mal momento como pareja y ahora el mundo entero estaba en una crisis. Así que nos sentamos juntos y empezamos a preparar el guión. De alguna manera, sabíamos que preparar esta adaptación tan pura tenía el potencial para ayudarnos a curarnos. Y así fue.
Esta cinta habla sobre la amistad, pero su enfoque es como si fuera una historia de amor. Somos amigos, amantes, compañeros y padres; tenemos un hijo juntos. El desarrollo de esta nos ha permitido explorar los procesos de nuestros protagonistas: crecer, encontrar la amistad, perderla, cortar lazos con la familia, volver a conectar, encontrar el perdón, aceptar las decisiones del otro, hacer frente a la muerte y rendirse a la naturaleza de la vida.
Queríamos conseguir una película grandiosa y contarla con gestos pequeños; que fuera una alabanza a la fragilidad y la fuerza de cada ser vivo; persona, animal, planta o montaña. Sin ningún tipo de hipocresía. Llegando a explorar cómo funcionan los recuerdos, cómo las cosas que aparecen insignificantes que tienen lugar en tu infancia pueden permanecer contigo sin que sepas por qué y adquieren importancia a medida que pasan los años. Durante la pandemia, confinados en la ciudad y, experimentamos un gran anhelo por estar al aire libre, por volver a conectar con la naturaleza. Tal y como es la naturaleza en el libro de Paolo Cognetti, un tema esencial.
Mediante avanzábamos en esta aventura sugerimos explorar el idilio y la nostalgia de la naturaleza, como mostrar su verdadera realidad: implacable y peligrosa. Pudimos vagar, con suerte a lo largo de Las ocho montañas, primero en nuestras ideas, por Italia y Nepal. Aprendimos italiano, mientras vivimos unos meses en los Alpes italianos y con el tiempo subimos el Himalaya con un equipo de rodaje.
En medio de una montaña significa que tienes que enfrentarte a ti mismo, en medio de un ambiente cruel y honesto. ¿Para qué subir hasta la cima? No hay ninguna razón para hacerlo, y aun así lo hacemos. Solo para volver a bajar, asombrados. Cuando llevábamos unos cuatro meses trabajando en el primer borrador y vimos el resultado. Felix me hizo la gran pregunta: «¿Quieres dirigirla conmigo?».
Y aquí seguimos, subiendo y bajando la ladera de la montaña.
Los temas principales de la película
AMISTAD
Entre dos niños que se convierten en adultos, dos hombres. Y sus diferentes decisiones que han tomado durante su vida han inspirado al otro; dos reflejos para el otro, lo que llevará a que se cuestionen lo que realmente quieren. Una afectuosa amistad basada en el respeto mutuo y en la que no cabe la rivalidad. Aunque es complicado en ciertos momentos, respetan la libertad del otro. Se siente el dolor cuando se separan y la felicidad cuando se encuentran. Hay momentos en el que no necesitan palabras para hablarse, habiendo un gran entendimiento. Pietro es el modelo del aventurero que nunca está satisfecho. Bruno es el que hasta que no corona su única gran montaña; no se detiene, concentrado, sincero y obstinado.
PATERNIDAD
Para ambos directores, este es un tema importante ya que ambos perdieron a sus padres hace mucho tiempo. Forma parte de la madurez como adulto: rechazar a tu padre, entenderlo mejor a medida que vas creciendo, perdonarlo, aceptarlo. Encontrar un padre en alguien con quien no tienes ningún parentesco… y un amigo o amiga a quien consideras como un hermano o hermana.
VUELTA A LO ESENCIAL
Viendo el mundo a nuestro alrededor, para los directores sintieron cierto alivio al realizar una película en la que tanto los hilos argumentales como sus personajes estuvieran impregnados de cierta pureza y honestidad y que se enfrentaran a sus problemas vitales más básicos: de niños, tener un amigo con quien jugar, mientras corren por las hierbas altas, saltando por ríos y descubriendo nuevos tesoros; más tarde, a cómo separarnos de nuestros padres y ser una persona individual, cómo lidiar con la pérdida, el arrepentimiento, creer en uno mismo tanto como creemos en los demás; y, al final, a cómo rendirnos ante la vida y aceptar la muerte.
LA DESAPARICIÓN DE UN MUNDO
El estilo de vida tradicional de las montañas junto con la elaboración tradicional de quesos choca con el mundo de hoy en día. Hay muchos factores y reglas que obligan a los agricultores/ganaderos a cambiar de estilo o de manera de trabajar y estos terminan invirtiendo un dinero de los cuáles muchos no disponen y terminan endeudándose. Por consiguiente, este mundo que parece detenido en el tiempo, va desapareciendo progresivamente. Hay, por supuesto, nuevas formas de cultivar y trabajar, pero al haber crecido en el campo, la directora conocía de cerca ese mundo en el que la gente, seguía viviendo. Un antiguo mundo al que su padre le guardaba mucho.
El proceso de aprendizaje del Italiano
El autor de la novela, Cognetti describe en esta, el Valle de Aosta y a sus habitantes de una forma muy particular, con una sinceridad muy concreta. Por lo que ambos directores decidieron rodarla completamente en Italia y en italiano. Después de aprenderlo, durante la elección del reparto de los niños, los directores se encontraban listos para guiarlos de la mejor forma posible. Este hecho les abrió las puertas a una nueva cultura, ya que quedaron completamente fascinados de todo lo que rodeaba el país, llegando a sentirse muy acogidos durante la creación de esta. Convirtiéndose así, en todo un romance recíproco entre Bélgica e Italia.
Reparto
Ambos directores considera que la elección del reparto les costó mucho tiempo. Desde el principio parece que fue natural la elección de Luca Marinelli y Alessandro Borghi (siendo los dos actores más famosos de su generación en Italia y además son amigos). Pero no resultó tan evidente de inmediato y les llevó un tiempo darse cuenta de que Luca sería Pietro y Alessandro sería Bruno y no al revés. Con los niños pasó algo parecido, ya que conocieron a muchos niños del Valle de Aosta y otras regiones del norte de Italia, todos ellos chicos de montaña. Y al final se decantaron por dos niños que tenían una conexión especial. Pietro debía ser un chico de ciudad inteligente que fuera creíble, pero también debía parecer el mejor amigo de Bruno, por lo que también necesitábamos que tuviera un espíritu salvaje. El parecido a sus papeles adultos no era tan importante. Y ambos coinciden de que el trabajo con estos dos jóvenes, Luca y Alessandro ha sido una experiencia maravillosa. Cuentan con un talento increíble, además de ser personas honestas y encantadoras. Cuentan con maneras muy diferentes de abordar su forma de actuar, pero se comunican perfectamente sin necesidad de palabras y entienden lo que el otro hace y cómo responder. Había un equilibrio natural entre ellos.
Música
Al principio, sin saberlo, Daniel Norgren fue la primera y única elección. Los directores reconocen que era su primer trabajo juntos, al conocerse, se dieron cuenta de que habían tenido una buena corazonada. Siendo la combinación perfecta, se había convertido el compositor en la versión sueca de Bruno: alejado de la gente, viviendo apartado en las montañas, en una casa construida por él mismo y con su propio estudio de música. Este compone con su corazón y suele grabarse en una grabadora de cuatro pistas que produce un sonido muy analógico. Además, tiene un estilo de canto muy particular, siendo perfecto para la película. Cuando le plantearon el guión, la idea le entusiasmó, poco después dijo que sería demasiado trabajo. Trataron de buscar otros que se encargaran de este trabajo, pero nada. Hasta que un día al retomar el contacto con el compositor, para tratar de si le podría prestar sus antiguas creaciones musicales, a lo que accedió. Poco después contacto con ellos y les dijo: «Esta es la película que me he imaginado todo este tiempo cuando creaba música para películas sin tener ninguna película.
Director de fotografía y editor
Ruben Impens (director de fotografía) y Nico Leunen (editor) son habituales del director y se consideran partes esenciales de su cuerpo, además comparten muy buena amistad. Y en ocasiones, no necesitan decirse nada, para hablarse, como los personajes principales: desde hace veinte años colaboran juntos. Y también, al igual que los protagonistas de Las ocho montañas, han pasado tiempo sin verse, pero a pesar del tiempo, siempre han sabido reconectar entre proyecto y proyecto.
Este proyecto ha constado de un largo periodo de tiempo (cuatro bloques repartidos en siete meses), empezaron el montaje a mitad del proceso y a revisar y adaptar el material. Llegando incluso a reescribir algunas partes y algunas escenas que transformaron de otra forma o que faltaban por grabar. Sin duda alguna, el equipo técnico esta orgulloso y satisfecho con lo que supone la mejor colaboración hasta la fecha.