Crítica de Kingsman: El Círculo de Oro de Matthew Vaughn

Como bien sabemos el tema de las secuelas siempre suelen ser temas peliagudos, sobre todo cuando la primera entrega de esa saga se convirtió en todo un éxito en 2015, siendo una agradable sorpresa con lo que el director Matthew Vaughn nos sorprendió a todos con Kingsman: Servicio Secreto (Kingsman: The Secret Service). Así que aquí estamos de nuevo, el director regresa a la franquicia que nos ofrece el lado más descarado de un agente secreto y que nos recuerda que el legado de James Bond va más allá. Tal vez esta entrega sirva de termómetro para saber si la gente quiere seguir disfrutando de esta franquicia y alargarse más o debería de ir pensando en finalizar las aventuras de los Kingsman. Afortunadamente, puedo decir que Kingsman: El Círculo de Oro mantiene la frenética acción, el humor irónico, e incluso inyecta más confianza en cada uno de sus pasos, haciendo que Eggsy (Taron Egerton) siga disfrutando de ser un agente secreto.

Y es que en esta secuela la historia nos traslada un año después de los acontecimientos que tuvieron lugar en Kingsman: Servicio Secreto, con Eggsy y Merlin (Mark Strong) enfrentándose a un nuevo peligro, ya que sus compañeros y su agencia ha sido mortalmente atacada. Con lo que siguen el protocolo Doomsday, y viajarán hasta Estados Unidos donde conocerán a sus primos americanos, la agencia Statesman (a los que les gusta un buen whisky y tienen un acento sureño). Juntos, se embarcarán en una misión para detener a una peligrosa narcotraficante (Julianne Moore) que tiene algunos desagradables planes con el mundo.

Tal vez encontremos en algunos momentos de la película cierta repetición de elementos, como lo son escenas, momentos y escenarios de la primera película, restando frescura y sorpresa a esas escenas de mayor tensión y acción ya vistos en los vídeos promocionales. Tranquilo, que esos momentos no perderán intensidad, ni romperán el ritmo de la cinta, sin embargo da una sensación de “ya lo he visto”. Dicho esto, el humor tan característico de la adaptación llevada a cabo por Jane Goldman y Matthew Vaughn a partir del cómic de Mark Millar sigue estando intacto. Incluso si hemos leído alguno o conocemos más sobre ellos, alegra seguir las historias de estos personajes en su adaptación al cine.

Respecto a los personajes de Kingsman: El Círculo de Oro veremos como es en el caso de Eggsy, se ha convertido en un personaje que cuenta con una mayor fortaleza y su identidad es mucho más fuerte en esta secuela. Como veremos también como es el caso de Merlin protagonizado por Mark Strong, que incluso en algún momento llega a divertirse de nuevo en acción, después de salvar al mundo junto a Egsy. Pero, Kingsman: El Círculo de Oro no sólo se trata de conocer a los personajes ya conocidos, ya que sirve de carta de presentación para nuevos personaje también.

Y esto ocurre con la presentación en pantalla de la organización Statesman, ya que esta nos ofrece así una serie de interpretaciones divertidas con Channing Tatum, Jeff Bridges y Halle Berry, aunque también nos sorprende en los momentos de acción Pedro Pascal, todos ellos con su acento y fanfarrones a más no poder, funcionando cada uno también en sus pequeños momentos en pantalla. Pascal cuenta con más tiempo en pantalla junto a Egsy, aunque para ser justos, cada uno de los Statesman nos ofrece un amplio catálogo de situaciones y de momentos tan dispares, tanto es así que te dan ganas de conocer más sobre ellos y si hubiera una cinta separada protagonizada por los Statesman seguramente nos ofrecerían más diversión y acción.

No con ello estoy diciendo que Kingsman: El Círculo de Oro sea una película perfecta, ya que nos enfrentamos al principal villano de esta entrega, al que interpreta Julianne Moore, Poppy. Este nos recuerda en muchos aspectos a Samuel L. Jackson y su rol de Valentine en Kingsman: Servicio Secreto. Moore y su maléfico plan de dominación mundial opera en un segundo plano, mientras la historia avanza, a pesar de que nos ofrece un espectacular comportamiento, mezclando la dulzura y la maldad en una y eso es algo admirable, haciendo que sus momentos en la película sean muy amenos y divertidos de ver.

Definitivamente, así es como Kingsman: El Círculo de Oro se puede definir: un espectáculo divertido, puro entretenimiento que conserva la esencia de Kingsman: Servicio Secreto. Ofreciéndonos ademas grandes momentos de acción y esta empieza con una gran escena de lucha / persecución que nos demostrará que la película funciona en cada una de sus partes y al llegar al tercer acto todo es acción y diversión. Esta nueva película de Vaughn nos ofrece así personajes que están hechos para durar y están acompañados en todo momento de una banda sonora finamente orquestada por Henry Jackman y Matthew Margeson, fiel en todos los aspectos a su predecesora.

Sobre el Autor

Alfi

Diseñador e ilustrador, amante del séptimo arte, devorador de Bandas sonoras y de videojuegos, y un fiel servidor al Orden Jedi.