En la entrevista anterior dedicada al próximo estreno de A Contracorriente Films, el próximo 31 de Marzo llega a España, Mañana empieza todo (Demain tout commence) a su director Hugo Gélin hemos podido profundizar más en esta historia protagonizada por Omar Sy, Clémence Poésy, Antoine Bertrand, Gloria Colston. Ahora es el turno de dos de sus protagonistas Sy y Poésy.
Entrevista a Omar Sy
Está usted totalmente comprometido con este proyecto.
Sí, me sedujo la relación padre-hija y me dejé embarcar totalmente por este personaje, al principio irresponsable y que termina dando un sentido a esa falta de responsabilidad. Y me emocionó el tema de la paternidad, que no se aborda con tanta frecuencia en el cine actual. Tuvimos mucha suerte de contar con Hugo Gélin para la realización, que ha sabido elevar el tono de la historia, gracias a su inteligencia y a su pudor: ha aportado finura y elegancia a un tema que habría podido tratarse de manera menos sutil.
¿Cómo describiría a Samuel?
Es un niño que rechaza cualquier responsabilidad porque se encuentra bien donde está e incluso le saca partido. No tiene ningún deseo, ni se le pasa por la cabeza, de abandonar este estatus. Y es el destino el que le obliga a cambiar de trayectoria. En realidad, creo que nunca estamos listos para ser padres hasta que lo somos. Es en ese momento preciso – y nunca antes – cuando nos hacemos responsables. Como todo el mundo, nos apañamos con lo que tenemos a nuestro alcance, con nuestras armas, y nos adaptamos. Eso es lo que me parece más hermoso en el mensaje de la película: ¡no hay manual de instrucciones para convertirse en padre, nadie saca sobresaliente y está bien reconocerlo! Incluso hay personas que se preguntan si son dignas de educar a un niño. Es lo que ocurre con nuestros personajes y lo increíble en el guión es que eso da lugar a grandes momentos de comedia.
¿Se reconoce en el lado infantil del personaje?
¡Evidentemente! Lo veo en mi interior de manera más consciente que él. En el caso de Samuel, no es muy consciente pero la realidad se impone. Por mi parte, soy consciente de conservar esta parte infantil y la cultivo sin rechazar mis responsabilidades de adulto. Trato de ser un tipo responsable sin tomarme demasiado en serio. Mi oficio me ayuda – casi me excusa – y me lo autoriza.
¿Qué tipo de padre es?
Un papá gallina. Sobreprotege a su hija y no quiere soltarla, lo que se ve muy bien en la pantalla. Por ejemplo, cuando, pasados ocho años, su hija duerme lejos de él, no puede soportarlo. No sabe funcionar sin ella y sólo vive para ella.
Hábleme de su relación con la pequeña Gloria
No era difícil crear una relación con Gloria porque es una monada, muy inteligente y comprende rápido. En general, no es fácil trabajar con un niño pero Gloria es precoz: ¡es DJ, está acostumbrada al escenario y ya es una artista! En seguida me di cuenta de que sabía trabajar, y me preocupaba un poco no estar a la altura. En realidad, era una compañera de reparto hecha y derecha. Además, es divertida: nos picábamos y nos lanzábamos pullas todo el rato – ¡mi forma de comunicación preferida! Nos centrábamos mucho en la interpretación y no tanto en una relación de adulto a hijo.
¿Y con Antoine Bertran?
¡Cómo me río con él! Me encanta su sentido del humor. Lo más divertido es que me enteré de que en Québec, hace el papel de Driss en una adaptación para teatro de INTOCABLE. Fue una maravilla conocerse y una vez más, era muy sencillo tejer una relación con él: es un compañero de reparto maravilloso.
Sentimos una auténtica tensión con Clémence Poésy que hace que sean creíbles tanto su cólera como el desconcierto de ella.
En la primera versión del guión no podía soportar a Kristin, la madre: No conseguía perdonarle lo que había hecho. Gracias a Clémence, que es una actriz de muy alto nivel, sientes empatía por la madre. Trabajó mucho el papel e hizo lo que había que hacer: ha sido la propia abogada de su personaje. Ha dado motivaciones profundas a Kristin y ha sabido hacerme comprender cosas que no había entendido en el guión. A menudo en el plató, se seguía haciendo preguntas, nos las trasmitía y volvíamos a trabajar las escenas. De repente, empecé a interpretar las situaciones de manera distinta gracias a Clémence. Era ejemplar: en el futuro, utilizaré en mi manera de actuar esta implicación y estos replanteamientos.
¿Qué le parece la dirección de actores de Hugo GélinN?
Tiene una idea precisa de lo que quiere, pero lo expresa con mucha humildad. A menudo, los directores que saben exactamente lo que quieren son muy autoritarios y sólo hacen como si escucharan a los actores. Pero no es el caso de Hugo. Tiene una idea del montaje final y comunica su visión tranquilamente. Al mismo tiempo, está a la escucha de los demás. La prueba es que Clémence ha podido aportar humanidad a su personaje, como deseaba.
¿Siguió usted un entrenamiento particular para las escenas de riesgo?
Soy bastante deportista en mi vida diaria y no seguí un entrenamiento especial. Pero lo más divertido es que desde DE L’AUTRE CÔTÉ DU PÉRIPH (INCOMPATIBLES), tengo el mismo doble. ¡Pues en MAÑANA EMPIEZA TODO, en donde interpreto a un especialista, es mi doble habitual el que hace el papel de Jack Bates… el protagonista de las series de acción en las que Samuel trabaja como especialista! (risas)
¿Qué le ha parecido lo más difícil del rodaje?
¡Los bebés! Porque se multiplican, lógicamente, los compañeros de reparto. Con algunos bebés, miel sobre hojuelas, con otros menos… El niño tenía que llorar en el momento correcto, o mirar la tetina o el chupete en el momento adecuado. A veces teníamos incluso que hacer trampas orientando la jirafa para captar la mirada del bebé. Cada uno tenía su técnica en el equipo porque la mayor parte de ellos son padres. Pero incluso cuando eres padre, tu propia técnica no tiene por que funcionar obligatoriamente con los otros niños. Era muy divertido intercambiar los trucos buenos, como suelen hacer las madres.
Entrevista a la actriz Clémence Poésy
¿Qué es lo que le emocionó y le sedujo del guión?
La relación de este padre con su hija, construida en torno al humor y a la ternura. Además, me había gustado mucho COMME DES FRÈRES, la anterior película de Hugo Gélin, que combinaba momentos de auténtica comedia con momentos de gran sensibilidad.
¿Cómo explicar el comportamiento de Kristin? Aunque la película no precisa, ¿Usted necesitaba comprender por qué actúa como lo hace?
Sí, traté de definir por mi parte por qué, en su opinión, este comportamiento era inevitable y la bola fue creciendo hasta que termina por salir.
Por otra parte, se suele decir que hay que defender a los personajes que uno interpreta, aunque sus comportamientos sea a veces imperdonables. ¿Pudo encontrarle circunstancias atenuantes?
Sí, las encontré. Por mi parte, trataba de comprenderla lo mejor posible – pero no siempre resultaba fácil. Me pasé mucho tiempo diciéndole a Hugo que no sabía muy bien cuál era mi sitio en tal o tal escena, y él pasó mucho tiempo explicándome que precisamente mi sitio era ese: un malestar casi permanente.
¿Dudó mucho a la hora de aceptar el papel? ¿Le daba miedo?
Sí, me daban miedo muchas cosas: es un papel complicado porque pocas cosas lo justifican – lo definen – y a veces, terminé mirándolo de una manera un poco metafórica, porque no era tan evidente encariñarse con algo concreto. Pero decidí tomármelo como una nueva experiencia de interpretación.
¿Cómo enriqueció o modificó el personaje? ¿Qué propuso?
Hugo, Mathieu [Oullion, el guionista] y yo habíamos tratado de que Kristin perdiera un poco el tonillo aleccionador que estaba todavía presente en el guión cuando llegué al proyecto. Yo también traté de que algunas situaciones limitaran la capacidad de decisión del personaje y le empujaran a comportamientos que, de otro modo, resultarían difíciles de entender.
Hábleme de su relación con Omar Sy ¿Ensayó con él antes del rodaje?
Realmente no puede considerarse un ensayo al uso: charlamos un poco y nos dimos cuenta de que estaba bien no conocerse demasiado cuando ruedas las primeras escenas de la película. Luego, me encantó verle trabajar en el rodaje, ¡fue fascinante! Es un currante nato, que trabaja con mucha humildad y, al mismo tiempo, de manera muy lúdica.
¿Y la pequeña gloria? ¿Como encontrar el equilibrio necesario entre proximidad y distancia?
Gloria es una maravilla. Me enamoró la felicidad que irradia y el poder observar la inteligencia, la vivacidad y la rapidez con la que leía su partitura, su papel en este equipo y en esta historia, la relajación que iba adquiriendo día a día y su gran disponibilidad.
¿Cómo dirige Hugo a sus actores? ¿Es muy rígido? ¿Deja mucho margen de maniobra?
Hugo es muy preciso en la dirección de actores: sus directrices suelen ser extremadamente claras pero, al mismo tiempo, siempre prueba un amplio abanico de posibilidades.
El hecho de rodar en Londres, que usted conoce particularmente bien ¿Le ayudó a construir el personaje?
No sé si me ayudó a construir el personaje pero como rodábamos en un barrio que conozco bien, cerca de mi casa, al menos me permitió imaginarme una pequeña parte del personaje.
¿Este rodaje pasará a los anales como uno de los más difícles que ha hecho?
En todo caso, lo recordaré como algo muy diferente. Al mismo tiempo fantástico, porque me ha permitido conocer a personas maravillosas, y complejo, porque no siempre era fácil…
*Entrevista cedida por A Contracorriente films