Crítica de Padres por Desigual la comedia de Sean Anders

Hay que ser muy hombre para mostrar tus sentimientos”

Will Ferrell vuelve a la carga con un personaje en el que se siente cómodo y un Mark Walhberg disfrutando de las maravillas de hacer comedia con Padres por Desigual.

Padres por desigual nos narra la esperanzadora historia de un hombre, que al no poder procrear por cierto “accidentillo”, vuelca todo el amor que tiene guardado para los hijos de su mujer. Unos hijos que aunque se muestran reacios acaban aceptándolo y queriéndole. La trama principal pese a ser digna de cualquier drama que protagonizaría Sandra Bullock, tiene un punto a favor y es que pese a ser muy sencillo caer en el sentimentalismo y la lágrima barata, gira entorno a la risa. Will Ferrell repite un papel que no dista mucho del protagonizado en Hermanos por Pelotas, un hombre sensible y retraído y en el que cualquier ápice de rebeldía es pura ilusión. Y como si de un combate de boxeo se tratase en la otra esquina del cuadrilátero se encuentra Mark Walhberg. Un hombre aventurero, guapo y musculo que no llega con otro motivo que romper el hilo paternal que tanto le cuesta a Ferrell crear en esos diez primeros minutos de película.

Scarlett Estevez plays Megan and Will Ferrell plays Brad in Daddy’s Home from Paramount Pictures and Red Granite Pictures

Scarlett Estevez  y Will Ferrell

La historia pese a que parte de la risa y que cada momento se hace bastante gracioso, como pueden ser las conversaciones de Ferrell y su jefe, o la aparición estelar de Cedric Yarbrough, que para mi gusto funciona a medias. La cinta quizás peca de prometer en el tráiler muchísima carcajada que durante la hora y media de metraje se concentra en dos o tres momentos que son claves, ya que para no ser un drama tiran de la risa y la broma. No obstante funciona, aunque para la gente que vaya a ver un simil de Hermanos por pelotas o En campaña todo vale terminará quizás un poco decepcionado.

De destacar algo de Padres por desigual, lo haría sin duda con el final de la película. Lo vuelvo a repetir me encanta que echen la caña al espectador en un mar de drama y justo cuando vayan a picar y caer en el sentimentalismo tiren del sedal y cumplan la idea base de la película: un film para reír y darse cuenta de lo verdaderamente importante de la vida. Porque aunque hay cabida para el drama, está muy bien oculto entre sonrisas de los personajes que pese a poder tener la cara larga durante más de media película siempre hay una gracia o una mofa que los saca de ahí. Esto sin duda lo resuelve Yarbrough en la mayoría de momentos como si de C-3PO se tratase.

Sobre el Autor

Alfi

Diseñador e ilustrador, amante del séptimo arte, devorador de Bandas sonoras y de videojuegos, y un fiel servidor al Orden Jedi.