«Si está en una palabra o en una mirada, no puedes librarte del Babadook.»
El proyecto The Babadook empieza hace 10 años, cuando Jennifer Kent (actriz y debutante directora y guionista de la cinta) rodó su corto Monster que ahora lleva al largometraje, creando sin duda una de las mejores películas de terror que he visto en los últimos años. Un auténtico soplo de aire fresco al género que ha sido tan maltratado últimamente con peliculas que hacían poco más que hacerte dar un salto en la butaca y querer mirar en el móvil su duración para saber cuanto mas de esa tortura te tocaba soportar. Es agradable encontrarse una película que no tiene que abusar del CGI, el gore o los tópicos del cine de terror para lograr dejar algo de huella.
Nos cuenta la historia de Amelia (Essie Davis), una viuda con una clarísima depresión pos-traumatica que nunca tuvo tiempo de llorar la pérdida de su marido al tener que encargarse del hijo recién nacido de ambos, Samuel (Noah Wiseman, quien también debuta con esta película): un niño absolutamente incontrolable y aterrorizado por un monstruo que asegura que intenta matar a ambos. Para intentar defenderse, crea armas como una ballesta y una catapulta con cosas que encuentra por casa y al llevar una al colegio, se le considera como un peligro así que Amelia se lo lleva a casa.
Una noche, Samuel elige el libro que quiere que su madre le lea antes de dormir: The Babadook. Cuenta la historia de un monstruo que se intentará meter en ti y el cual, cuanto mas lo niegues, más fuerte se hará. Dandose cuenta de lo inquietante del asunto cuando va por la mitad del libro, Amelia lo guarda en lo alto de su armario (con el correspondiente berrinche por parte de Samuel) y trata de olvidarse de él. Sin embargo, a raíz de esto, las imaginaciones de su hijo se vuelven más y más fuertes y su temperamento violento, más indomable. Esto empieza a afectar también a su madre, a quien vemos perder la paciencia constantemente y sentir como esa presencia siniestra sobre la que ha leído se torna más real cada día.
The Babadook es el clásico cuento del hombre del saco, reescrito como una sencilla pero brillante pieza de terror adulto, basándose en nuestros miedos más primarios y haciendo así que resulte realista para el espectador. Con una interpretación espectacular por parte de los dos protagonistas, la historia de este ente se te mete dentro como si fuese el propio Babadook y te mantiene en tensión durante todo el film, atento a cada fotograma y sin más de esos sustos “de saltar de la silla” de los estrictamente necesarios, si no que es un terror mucho más psicológico: Saldrás de la sala sin poder quitarte de la cabeza la imagen del hombre pálido en gabardina, sombrero de copa y con garras como cuchillas. Solo de recordar la rima “Ba-ba-Dook-Dook-DOOK” se me está poniendo la piel de gallina mientras escribo esto: Al ver la película, nos convertimos en otra de las victimas del Babadook.
No lo olvides: La actuación de los protagonistas, las metáforas y el simbolismo. Los pequeños detalles que te desvelan qué es lo que está ocurriendo entre lineas.
Olvidalo: No trates de darle más vueltas de las necesarias a las cosas: La magia de esta película reside en su simplicidad. Hay muchas teorías online sobre qué significa la película, lo mejor es que decidas por ti mismo.
Paula B.