Después de un largo tiempo de espera, la película de Viuda Negra de Cate Shortland llegó a los cines y también a la plataforma Disney+. Y como bien sabemos la Viuda Negra (Scarlett Johansson) tuvo que sacrificarse en el Universo Cinematográfico de Marvel para completar su misión antes de tener su propia película en solitario.
Y a pesar de haber sido una Vengadora desde la Fase Uno del MCU, esta versátil espía rusa Natasha Romanoff ha sido relegada a un segundo plano tanto en las secuelas del Capitán América como en las películas de Los Vengadores repletas de estrellas como en Vengadores: La era de Ultrón o Vengadores: Infinity War. Lo que sabemos del misterioso pasado de Viuda Negra y Ojo de Halcón lo recopilaremos a lo largo de cada una de las anteriores cintas, está claro que se quedaron cortos en lo que respecta a las aventuras en solitario, por varias razones obvias.
Con lo que en esta película se resuelve el problema narrativo causado por el sacrificio de Natasha en Vengadores: Endgame al construir una precuela para nuestra protagonista. Viuda Negra retoma la historia poco después de los sucesos de Capitán América: Civil War, y encontramos a Natasha huyendo del general Ross (William Hurt) después de ayudar a Steve (Chris Evans) y Bucky (Sebastian Stan) a escapar del aeropuerto alemán asediado por Los Vengadores.
En esta película nos sumergiremos en la historia de Natasha, ya que antes de la película de Shortland, ya conocíamos algunos detalles importantes en el desarrollo de Natasha, desde su entrenamiento a una edad temprana hasta un comentario con Clint Barton (Jeremy Renner) sobre una misión en Budapest que cada uno recuerda de manera diferente. Hay muchos otros vacíos importantes en la vida de Viuda Negra que también se completan.
Conocemos así a un nuevo personaje llamado Mason (O-T Fagbenle), un operativo encubierto que ayuda a Natasha a obtener cualquier cosa que necesite entre misiones. Otros en cambio son más significativo, como Dreykov (Ray Winstone) el antagonista del pasado de Romanoff que ella creía que había sido eliminado.
Los problemas surgen cuando Natasha intenta apartarse del mundo siendo más que suficiente para que su pasado la encuentre, los responsables de esta historia son; Jac Schaeffer (WandaVision), Ned Benson y Eric Pearson (Thor: Ragnarok) desatando así numerosos cabos sueltos para la Viuda Negra que incluyen la existencia del programa La Sala Roja, el lavado de cerebro de otras viudas y la creación de un nuevo villano: Taskmaster. Todos estos elementos profundizan la trama de esta fascinante historia de Viuda Negra, mientras que en el apartado siguiente explica por qué el asesino aprecia tanto el concepto de «familia».
Viuda Negra también nos presenta a tres personajes importantes de la historia de Natasha: la «familia disfuncional» que conoció en su adolescencia… Alexi (David Harbour), su padre, participó en el programa del suero super soldado, adoptando el apodo de Dinamo Carmesí (alejado por completo con el personaje que conocemos del cómic). Melina (Rachel Weisz), la madre que trató de ser el pegamento que mantenía unida a la familia, aunque sus propios experimentos con la manipulación mental la hacen valiosa para los señores de la guerra rusos. Finalmente, y la más notablemente, e igualmente mortal Yelena Belova (Florence Pugh), la hermana de Natasha y otra graduada del programa Viuda Negra, la cual ha conseguido de despertar de su trance y conocer las duras realidades de su pasado.
El ambiente familiar y la química compartida entre ellos; Johansson, Pugh, Harbour y Weisz asegura que Viuda Negra se mantenga por sí misma y prospere cuando la acción de la película se ralentiza, lo que, para crédito de Shortland, no sucede muy a menudo. El desarrollo del personaje para esta familia rusa artificial es primordial, y la película pasará tanto tiempo permitiendo que este clan disfuncional se pelee como lo hace coreografiando una emocionante fuga de una prisión o una persecución de coches por las calles de Budapest. Hay que destacar así el rol de Harbour, con su completa arrogancia, interpretando a un espía soviético que alguna vez fue importante y que los últimos años se encuentra fuera del juego, pero este aún no se ha dado cuenta de que su tiempo ha pasado. Mientras que Johansson y Pugh forjan un vínculo fraternal “particular” ya que cada vez que pelean, ya sea entre ellas o contra otros se lanzan críticas entre sí en medio de la batalla.
Y acción es algo que no le falta a esta película, ya que Viuda Negra nos ofrece acción en todo momento, desde el minuto uno hasta el final con una pelea aérea masiva y con múltiples frentes abiertos. Pero si creíamos que en Civil War se había superado la acción o escenas de combate personal para la cantidad de escenas de acción permitidas en una sola película, en esta, la acción se duplica ¿para rellenar huecos? ¿Quién sabe?, así que en esta película tendremos un gran número de acrobacias, secuencias a gran escala y luchas cuerpo a cuerpo.
Shortland enfocará de una manera muy personal estos combates ya que emplea ciertos elementos clásicos del cine coreano, mediante el uso de cámaras de mano para sumergirnos en la acción, que incluso en algún momento nos desorientará. Apoyándose de una gran cantidad de CGI para los momentos más grandes: como la parte final de la película, que no hay por donde cogerla con una acción desbordante y sin sentido.
Pero lo más destacado de todo esto es que, Viuda Negra, nos recuerda que Natasha tiene un gran don cuerpo a cuerpo y que carece de superpoderes como los del Capitán América, Thor, Capitana Marvel o Hulk. Pero sin duda, su corazón y su alma de guerrera la convierte sin duda en una Vengadora.